Ignacio C¨ªa
Para la gente del toro, Ignacio C¨ªa es una especie de mago. Me explicar¨¦: ser capaz de poner un cierto orden en el foll¨®n, en la algarab¨ªa, en la locura que son las fiestas de San Ferm¨ªn no est¨¢ al alcance de cualquiera. Hay que tener dones especiales, e Ignacio los tiene por arrobas gracias a una combinaci¨®n infrecuente de sencillez, paciencia, trabajo e imaginaci¨®n.
Hay quien dice que es imposible que una sola persona tenga sus energ¨ªas y adem¨¢s ejerza buen hacer con naturalidad, como quien no da importancia a su esfuerzo. Confieso que he conocido a pocos paisanos como Ignacio e incluso he llegado a sospechar que tiene alg¨²n gnomo desconocido que le ayuda en sus m¨²ltiples quehaceres.
Adem¨¢s, Ignacio tambi¨¦n trabaja el resto del a?o, y esto s¨ª que puede sorprender a m¨¢s de uno. En realidad, los sanfermines son un par¨¦ntesis multicolor y jaranero en su calendario laboral. Director de la Santa Casa de Misericordia, centro mod¨¦lico que acoge a m¨¢s de quinientas personas mayores, entidad unida a la historia ben¨¦fica de Pamplona, desempe?a all¨ª una labor tan silenciosa como eficaz. Por su despacho desfilan muchas gentes contando sus problemas y ¨¦l procura tener siempre la palabra y el gesto adecuados a cada caso. Su humanidad da otra dimensi¨®n a la faena burocr¨¢tica, a ese heterog¨¦neo caos que reflejan los libros de cuentas, las actas de las reuniones, la gesti¨®n ordinaria y dem¨¢s. La Casa de Misericordia es lo m¨¢s opuesto a un asilo. Como me dec¨ªa confidencialmente su compa?ero Miguel ?ngel Alustiza: 'Esto es en realidad una familia, una gran familia. ?El secreto?, el esp¨ªritu fraterno y cristiano que aqu¨ª existe, el humanismo de todos, empezando por el director'.
Pues bien, Ignacio se jubila. Como escribi¨® con su siempre bien cortada pluma Jos¨¦ Miguel Iriberri en Diario de Navarra: ' Se dice, y es verdad, que las instituciones est¨¢n por encima de las personas. Tambi¨¦n es cierto que nadie es insustituible en un trabajo seriamente organizado. Pero de Ignacio C¨ªa, en tantos a?os de la Casa de Misericordia, habr¨ªa que repetir lo que se proclama de los mejores libros: que son imprescindibles en la biblioteca'. Nos queda el recuerdo de su amistad.
Pedro Lozano Bartolozzi es catedr¨¢tico de la Universidad de Navarra.
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