ETA equipara la Ertzaintza con la Polic¨ªa y Guardia Civil
Para justificar sus atentados acusa al PNV de haber puesto a la polic¨ªa vasca al servicio de los intereses del Estado
El asesinato del subcomisario de la Ertzaintza Mikel Uribe ha conmocionado pero no sorprendido a muchos de sus compa?eros, para los que este atentado no representa, a estas alturas, un comportamiento nuevo en ETA. Son conscientes de que la polic¨ªa vasca constituye uno de los objetivos que ha abierto la nueva direcci¨®n etarra al a?o de haber roto la tregua; un frente m¨¢s que administra con mal¨¦vola precisi¨®n seg¨²n sus intereses pol¨ªtico-militares. La sorpresa, quiz¨¢, estar¨ªa esta vez en el hecho de haber actuado contra un mando con responsabilidades operativas y con una personalidad muy estimada por sus subordinados, en lugar de atentar indiscriminadamente contra agentes de a pie. Cosa que ya hicieron el pasado 9 de marzo, en Hernani, con un coche bomba que seg¨® la vida del patrullero I?aki Totorika.
En el seno de la polic¨ªa auton¨®mica se ha interiorizado que al incluirla entre sus objetivos militares, ETA ha puesto en marcha una estrategia nueva y nada coyuntural. Est¨¢ apoyada fundamentalmente en su equiparaci¨®n, por parte de los ide¨®logos de la banda, a las restantes Fuerzas de Seguridad del Estado, siempre consideradas 'fuerzas represivas'. La Ertzaintza se ha convertido as¨ª en el flanco m¨¢s d¨¦bil del nacionalismo gobernante, que ETA est¨¢ dispuesta a atacar para ejercer presi¨®n sobre el PNV y Eusko Alkartasuna.
La elecci¨®n de Mikel Uribe para protagonizar un significativo atentado el d¨ªa de la jura de Ibarretxe como lehendakari confirmar¨ªa esta tendencia. Su perfil es el de un ertzaina de los que pueden considerarse emblem¨¢ticos: hist¨®rico, de la segunda promoci¨®n, euskaldun (vascoparlante) nacionalista sociol¨®gicamente, afiliado al sindicato ELA y ex jefe de la comisar¨ªa de Hernani, donde consigui¨® y mantuvo durante sus a?os de responsable una interlocuci¨®n intensa con el mundo de HB, que, adem¨¢s de mayoritario -gobierna el municipio con mayor¨ªa absoluta- es un n¨²cleo dur¨ªsimo de la izquierda abertzale.
La secci¨®n sindical de CC OO de la Ertzaintza ratificaba ayer esta interpretaci¨®n al afirmar en un comunicado que este cuerpo es 'el ¨²ltimo pelda?o que le queda a ETA por superar, asesinando cada vez de forma m¨¢s generalizada a sus trabajadores, antes de comenzar a hacerlo contra ciudadanos vascos vinculados al PNV y EA'. Desde el sindicato mayoritario Erne se destacaba tambi¨¦n que la condici¨®n de mando operativo de Uribe sirve de toque a los mandos intermedios de la Ertzaintza m¨¢s implicados en tareas antiterroristas.
Nueva doctrina
Como es habitual, la decisi¨®n de actuar frontalmente contra la polic¨ªa vasca viene precedida por una producci¨®n doctrinal que la banda ha ido preparando para justificar entre sus bases pol¨ªticas este giro de tuerca, de forma que sea asumida sin provocar excesivo rechazo. Una doctrina que tambi¨¦n le sirve para poner en marcha desde las organizaciones afines campa?as de sensibilizaci¨®n y denuncia destinadas a socializar los problemas que preceden a atentados posteriores.
En la revista interna Zutabe, distribuida por ETA en su entorno en diciembre del pasado a?o, la banda anunci¨® su decisi¨®n de atentar contra la polic¨ªa auton¨®mica porque 'ha asumido su car¨¢cter represivo'. Los dirigentes etarras planteaban en ese texto que, en lugar de 'reparar en el color del uniforme', el verdadero debate consiste en si a los ertzainas se les debe tratar 'como a una fuerza armada espa?ola o no', porque 'han pasado de ayudar a cruzar la carretera a los aitites (abuelos) a asumir su car¨¢cter represivo contra la izquierda abertzale'.
Otra acusaci¨®n se esconde tras la nueva estrategia criminal de ETA. En este caso dirigida al PNV por haber traicionado al abertzalismo, permitiendo supuestamente al PSE compartir el control pol¨ªtico de la Erztaintza durante los a?os de Gobierno conjunto. Aunque lo cierto es que el PNV nunca dio a los socialistas el m¨ªnimo acceso a Interior, el simple hecho de cogobernar con ellos supuso para ETA 'abrir una nueva puerta al espa?olismo' y que el PNV 'perdiera el control de la direcci¨®n de la polic¨ªa'.
Para justificar la decisi¨®n tomada, ETA sostiene que esa traici¨®n hist¨®rica del PNV se actualiz¨® a finales del pasado a?o con los acuerdos firmados entre la Consejer¨ªa y el Ministerio del Interior para coordinar los servicios de escoltas destinados a los colectivos amenazados. 'Se han puesto de acuerdo para hacer frente a ETA y, tal y como hemos dicho, para hacer frente al proyecto de Euskal Herria', dec¨ªa el Zutabe. 'De hacer algo, se har¨¢ en contra de las fuerzas armadas espa?olas y en contra del proyecto de Espa?a (...) Mientras est¨¦n metidos en labores y proyectos de fuerzas armadas espa?olas, puede suceder tambi¨¦n que los zipayos [apelativo alusivo a los ertzainas] resulten perjudicados'(...). 'Resumiendo: la Organizaci¨®n ha de tomar en cuenta este factor y sus acciones deber¨ªan dejar a la vista esa funci¨®n de zipayos'.
El adoctrinamiento de ETA ha tenido su traducci¨®n estos meses en una campa?a de denuncia de la Ertzaintza como polic¨ªa que tortura. Concentraciones ante Sabin-Etxea, la sede del PNV en Bilbao, y en calles de pueblos han sido combinadas con denuncias m¨¢s concretas all¨ª donde la polic¨ªa vasca ha protagonizado detenciones. O pasquines firmados por Haika contra determinados jefes policiales. En Hernani, se constituy¨® la plataforma Utzi Hernani Pakean (Dejad a Hernani en Paz) destinada a denunciar el supuesto 'acoso policial' despu¨¦s de que el agente I?aki Totorika resultara muerto en una emboscada de los radicales. Toda una guerra sistem¨¢tica que indujo a la Consejer¨ªa de Interior a alertar el pasado mayo a los agentes del riesgo de ataques inminentes contra ellos o sus propiedades.
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