Insensibilizaci¨®n
El Servicio de Asistencia a las V¨ªctimas de Andaluc¨ªa (SAVA), que desde 1998 viene prestando asistencia a las personas sin ingresos suficientes, ha hecho p¨²blicos los datos de la Memoria del a?o 2000. Entre estos datos destaca que la mayor¨ªa de los delitos que se denuncian son soportados por mujeres; que estos delitos se producen en el seno familiar, y que la libertad sexual no es respetada. ?sta es la realidad. Una realidad que, a pesar de los esfuerzos, sigue aumentando. As¨ª se detalla en la Memoria del SAVA. Esta situaci¨®n lleva a preguntarnos: ?c¨®mo es posible que, si contamos con mayores medios y existe una mayor sensibilizaci¨®n en la sociedad, los delitos sigan aumentando? Tal vez la respuesta se encuentre en la misma l¨ªnea que la inmigraci¨®n. El Defensor del Pueblo est¨¢ advirtiendo de una cierta indiferencia ante este drama diario. De una parte se dice que hay sensibilizaci¨®n y de otra lo contrario. Ambas coexisten, aunque no es deseable, ni puede serlo, porque el problema se mantiene y se agudiza. Contamos con el SAVA y muchos m¨¢s, con mayores medios y se conoce el drama. La sociedad emplea todo lo que tiene a su alcance. No cabe m¨¢s. As¨ª, nos decimos que si disponemos de una ley y se atiende m¨¦dicamente a los inmigrantes que llegan, la muerte es algo que no se puede impedir. Lo mismo ocurre con la violencia familiar, en cualquiera de sus facetas. Ganamos tranquilidad.
?ste es el peligro. Aceptar lo inaceptable. Hay que seguir avanzando en la b¨²squeda de soluciones. Un avance que est¨¢ re?ido con adormecer la conciencia social, justificando pol¨ªticos y jueces que se hace todo lo posible, cuando no es as¨ª. Hay que rechazar esta autocomplacencia, y sustituirla por la cr¨ªtica como m¨¦todo de soluci¨®n. El d¨ªa a d¨ªa as¨ª lo exige. Es una l¨ªnea de trabajo dura, y nada c¨®moda para el poder. M¨¢s con unos pol¨ªticos que niegan toda posibilidad de error, por mucho orujo que se pierda. No obstante, no estar¨ªa de m¨¢s pensar que mientras sigan llegando los muertos, y la violencia se genere cada vez m¨¢s en la familia, no se est¨¢ haciendo lo suficiente, por mucho que nos lo cuenten. Al menos, de esta forma, podemos evitar caer en el peligro que advierte el Defensor del Pueblo. La insensibilizaci¨®n.
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