El Tigre, caballo ganador
Woods remonta el vuelo con tres bajo par, mientras Garc¨ªa y Olaz¨¢bal pierden opciones
Woods ya est¨¢ contento, 'muy feliz', dijo ¨¦l . Calma, aqu¨ª no pasa nada, los pron¨®sticos recuperan su credibilidad. Sin la amenaza del aire que el pasado jueves lastr¨® su juego -tras un discreto recorrido firm¨® el par del campo- el Tigre recuper¨® la iniciativa, cambi¨® las muecas de desagrado de la primera jornada por abiertas sonrisas y, mientras ca¨ªan peque?as gotas de agua, se coloc¨® con una magn¨ªfica tarjeta de 68 golpes a tres del l¨ªder, el escoc¨¦s Colin Montgomery, que mantuvo la inspiraci¨®n y est¨¢ siete golpes bajo el par del campo. Salvo Jim¨¦nez, los espa?oles no tuvieron su d¨ªa.
Woods recuper¨® la confianza, la punter¨ªa y el acierto con el putt. 'He vuelto a ser un jugador de golf agresivo', explic¨®. Una agresividad que le vali¨® cuatro birdies extraordinarios, especialmente el del hoyo 14 (un putt desde m¨¢s de diez metros). 'No me importa quien est¨¦ en cabeza de la tabla, yo ten¨ªa que meter mi nombre entre los primeros y eso ya est¨¢, lo dem¨¢s ya veremos', comento el californiano tranquilizando a los que les gusta apostar a caballo ganador. Woods vuelve a ser una apuesta segura.
Garc¨ªa, el Ni?o, usurp¨® el deslucido papel del Tigre del pasado jueves: inquieto, gru?¨®n, mandando bolas borrachas de lado a lado de la calle y, sin embargo, lo suficientemente maduro para salvar el d¨ªa perdiendo s¨®lo un golpe en su duelo con el campo. 'Estoy muy enfadado por lo mal que he jugado, pero la verdad es que a pesar de eso he salvado el d¨ªa', explic¨® un Garc¨ªa sincero que reconoci¨® que como hoy no 'haga un menos siete estoy perdido'. No obstante, el joven de Castell¨®n se dej¨® una peque?a gatera por donde volver a entrar en el torneo y lanz¨® el reto: 'Hay que mejorar mucho pero estoy seguro de que aun es posible'. Ayer las estrech¨ªsimas calles del Royal Lytham y sus b¨²nkers de casi dos metros de altura cortados en ¨¢ngulo recto pudieron con Garc¨ªa. El espa?ol no encontr¨® nunca la f¨®rmula con las maderas y tuvo que jugar con demasiada frecuencia desde los m¨¢rgenes del campo, casi buscando la bola junto a los espectadores. Adem¨¢s fall¨® varios putts de menos de tres metros. Eso s¨ª, salv¨® su recorrido con un putt extraordinario en el ¨²ltimo hoyo.
Una paradoja que explica la esencia del campo, la que comentan d¨ªa a d¨ªa los jugadores. El propio Woods describi¨®, moviendo sus largas manos, la altura de los roughs. 'Es muy dif¨ªcil jugar con la hierba tan alta', resumi¨®, pero concluy¨® sonriendo: 'Aunque yo luego la he sacado bastante bien de esa zona...' Y es que si el campo de Royal Lytham fuera una carretera ser¨ªa un camino vecinal: lleno de curvas, de arena, de hierbajos en la cuneta y de baches inesperados. La dificultad del recorrido es precisamente lo impredecible que es. Ayer, el malague?o Miguel Angel Jim¨¦nez necesit¨® seis golpes para completar el hoyo cinco, un par tres. 'Es lo que pasa aqu¨ª, como se te atraviese un hoyo estas perdido', coment¨® Jim¨¦nez, que con una tarjeta de 141 golpes se mantiene uno bajo par. 'El triple bogey me ha sentado fatal. Si no fuera por ese hoyo estar¨ªa arriba con los mejores'. Ahora no est¨¢ con los mejores, y, sin embargo, s¨ª que es el mejor espa?ol del brit¨¢nico.
A pesar de la mejor¨ªa de las condiciones atmosf¨¦ricas no fue una buena jornada para Olazabal, que perdi¨® todo lo que hab¨ªa ganado la jornada previa. Sobre todo, ese aura de favorito en la sombra. El vasco, ese valor seguro con los hierros, prodigio de regularidad, un tipo en el que se puede confiar, empez¨® el d¨ªa de desastre en desastre. En los cuatro primeros hoyos ya hab¨ªa trocado su tarjeta del -2 con el que empez¨® la jornada en un +1 que hac¨ªa peligrar incluso su presencia hoy por quedar fuera del corte (entran los 70 mejor clasificados de las dos primeras jornadas). 'No hay viento, Olazabal lo va a pasar mal', comentaba un espectador que probaba su swing con un paraguas. Acert¨®. El jueves, el vasco ley¨® a la perfecci¨®n las rayas de aire que sobrevolaban la hierba. Ayer, sin tan siquiera una ligera brisa, perdi¨® la seguridad y nunca encontr¨® las calles. 'No hay nada que comentar', dijo ayer con el disgusto dibujado en un rstro muy tenso.
Nada que ver con la expresi¨®n del escoc¨¦s Colin Montgomery. El l¨ªder. El escoc¨¦s, que nunca ha ganado ning¨²n Grand Slam, empez¨® su recorrido con un -6 y termin¨® -7 en total. Pero Monty tiene un problema: se llama Tiger.
Clasificaci¨®n: 1. Montgomery (Esc.), 135. 2. Fulke (Sue), 136. 3. Parvenik (Sue.), 137; Owen (GBR), 137; Ogilvie (EEUU), 137. 6. Fasth (Sue), 138; Cejka (Ale.), 138; Romero (Arg), 138; Dixon (GBR.), 138. 10. Woods (EEUU), 139; Jacquelin (Fra.), 139; Sabbatini (Rus.), 139; Smyth (Irl.) 139; Faxon (EEUU), 139; O'Meara (EEUU), 139; Clarke (Nir.), 139; Andrade (EEUU), 139. 27. Jim¨¦nez, 141. 35. Garc¨ªa, 142. 48. Olazabal, 143.
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