Un manifestante muere de un disparo policial en la batalla campal de G¨¦nova
El Gobierno italiano asegura que ha hecho lo posible para evitar los enfrentamientos
La televisi¨®n italiana fue la primera en transmitir la imagen de un joven tendido en el suelo, en la plaza de Alimonda, un ¨¢rea cercana a la Zona Roja, donde se reun¨ªan los l¨ªderes de los siete pa¨ªses m¨¢s industrializados del mundo. A ¨²ltima hora de la noche, el Ministerio del Interior italiano reconoci¨® que el disparo de un agente de los Carabineros caus¨® la muerte del manifestante Carlo Giuliani, natural de Roma y residente en G¨¦nova.
Seg¨²n el Ministerio, Giuliani fue alcanzado "por un disparo de arma de fuego, presumiblemente hecho con objeto de defenderse, por un carabinero herido". Varios testigos declararon que el joven recibi¨® un disparo mientras acosaba, junto a otros manifestantes, un veh¨ªculo de las fuerzas de seguridad. Giuliani ten¨ªa antecedentes penales por resistencia y ultraje a la autoridad.
El presidente italiano, Carlo Azeglio Ciampi, lament¨® casi protocolariamente la muerte del manifestante, cuya nacionalidad dio lugar a muchas especulaciones. durante la tarde. Se habl¨® de que se trataba de un joven espa?ol hasta que, al filo de la medianoche, el Ministerio del Interior confirm¨® que era italiano. El joven no portaba documentos, lo que hizo muy dif¨ªcil su identificaci¨®n.
[QQ] Berlusconi, cuya decisi¨®n de aislar completamente la zona donde se celebran las reuniones de la cumbre ha sido muy criticada en Italia, compareci¨® con cara larga a la rueda de prensa de cierre de las sesiones de ayer, pero se limit¨® a adherirse a las condolencias expresadas por Ciampi. Para Berlusconi se trata, sin embargo, de un duro golpe. Desde que la coalici¨®n de centro-derecha que preside gan¨® las elecciones del 13 de mayo, el empresario y primer ministro ha vivido la cumbre del G-8 como una pesadilla y un sue?o. Por un lado, era la oportunidad de medirse con los grandes del Planeta, tras siete a?os de ostracismo pol¨ªtico, por otro sobre la reuni¨®n flotaba el espectro de los incidentes que ensombrecieron la reciente cumbre de la UE de Gotemburgo.
Lo ¨²nico cierto es que la peor pesadilla se cumpli¨® ayer y el G-8 de G¨¦nova qued¨® ensangrentado. Berlusconi, que hab¨ªa acusado a los manifestantes de "estar contra Occidente", no quiso pronunciarse sobre la noticia, y s¨®lo un pol¨ªtico nacional, el dirigente comunista y ex ministro de Justicia, Oliviero Diliberto, pidi¨® la suspensi¨®n de la cumbre. A ¨²ltima hora, incluso el presidente franc¨¦s, Jacques Chirac, tendi¨® una mano a los manifestantes. "Si 150.000 personas salen a la calle, habr¨¢ que escucharlas", dijo. Renato Ruggiero, ministro de Exteriores italiano, afirm¨® tajante que la cumbre de G¨¦nova no ser¨¢ suspendida.
Anoche, tras una cena ofrecida por el presidente italiano, los dirigentes del G-8, Naciones Unidas y la Uni¨®n Europea hicieron p¨²blica una declaraci¨®n en la que piden a los manifestantes que aislen a los violentos. "Nosotros, l¨ªderes de las naciones participantes en las conversaciones para combatir la pobreza mundial, lamentamos la p¨¦rdida de una vida mientras nos reun¨ªamos para sustanciar nuestras iniciativas", se?ala el documento.
El di¨¢logo con los radicales del llamado bloque negro, que ayer mantuvieron en jaque a la polic¨ªa durante horas, no parece sencillo. Las autoridades italianas hab¨ªan dado luz verde ayer a una sola manifestaci¨®n, organizada por los sindicatos de base, o cobas, que est¨¢n integrados en el Foro Social de G¨¦nova. Sin embargo, otros grupos, entre ellos los llamados Tute Bianche (monos blancos) hab¨ªan advertido de que har¨ªan lo imposible para lograr atravesar las l¨ªneas de la polic¨ªa que imped¨ªan el acceso a la Zona Roja.
No lo consiguieron, pero lograron sembrar el caos a apenas 200 metros del Palacio Ducal, donde estaban reunidos los siete l¨ªderes, adem¨¢s del presidente de la Uni¨®n Europea, Romano Prodi, y el primer ministro belga en su calidad de presidente de turno de la UE, Guy Verhofstadt. Prodi, desolado, declar¨® ayer que las reuniones del G-8 "deben ser replanteadas".
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