Estados Unidos veta la renovaci¨®n del tratado que controla las armas biol¨®gicas

Desde principios de a?o, los norteamericanos se han negado a ratificar el recientemente aprobado Protocolo de Kioto sobre medio ambiente, han minado los esfuerzos de Naciones Unidas por concluir un acuerdo que limite el tr¨¢fico de armas ligeras y han manifestado serias reservas hacia la creaci¨®n de un Tribunal Penal Internacional, que el anterior Gobierno de Bill Clinton firm¨® por los pelos. En esta ocasi¨®n, los argumentos de Washington son parecidos a los que present¨® para oponerse a Kioto: est¨¢ de acuerdo con el fondo, desaprueba la forma y anuncia, sin mayores especificaciones, una soluci¨®n alternativa. La negativa de EE UU impedir¨¢ que el protocolo se apruebe en la revision del tratado, prevista para el 19 de noviembre.

El representante estadounidense en el comit¨¦ de Naciones Unidas reunido en Ginebra, Donald Mahley, asegur¨® que el nuevo texto no evita la fabricaci¨®n y uso de las armas qu¨ªmicas y biol¨®gicas por pa¨ªses como Irak, y que no mejora la capacidad para verificar el cumplimiento de la Convenci¨®n de Armas Biol¨®gicas, principal objetivo del protocolo, por lo que 'servir¨¢ de poco para disuadir a aquellos pa¨ªses que buscan desarrollar armamento de este tipo'. Mahley asegur¨® que el documento poco menos que alentaba el espionaje industrial. 'El protocolo pone en peligro nuestra seguridad nacional y la confidencialidad de nuestros negocios'. Y a?adi¨® que el enfoque que hab¨ªa funcionado para otro tipo de armas no serv¨ªa en este caso.

El borrador del tratado, que se est¨¢ negociando desde hace sesis a?os, establece controles para evitar la proliferaci¨®n de armas biol¨®gicas, obliga a los pa¨ªses firmantes a declarar las instalaciones que podr¨ªan utilizarse con este prop¨®sito y crea un ¨®rgano de control, que hasta ahora no exist¨ªa, para llevar a cabo visitas anunciadas con dos semanas de antelaci¨®n. En caso de sospecha de violaci¨®n del tratado, el ¨®rgano tambi¨¦n tendr¨ªa autoridad para efectuar controles sorpresa.

La negativa del equipo de George W. Bush estaba cantada. El s¨¢bado, el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, ya dio las primeras pistas, algo confusas. 'Tenemos problemas con el protocolo, pero apoyamos completamente el tratado contras las armas biol¨®gicas. Creemos que necesita retoques'. En declaraciones a The New York Times, un responsable del Gobierno de Bush asegur¨® ayer que dentro de poco presentar¨¢ opciones alternativas a sus aliados. ?stas incluir¨¢n reforzar las exportaciones de material sensible y de tecnolog¨ªa que se pueda utilizar en las armas biol¨®gicas y crear 'instrumentos legales internacionales' para controlar este tipo de tr¨¢fico hacia organizaciones terroristas o estados rebeldes, como Corea del Norte. Washington tambi¨¦n pedir¨¢ mayor consenso para evitar que algunos pa¨ªses firmantes -el responsable mencion¨® Ir¨¢n- se hagan su propio arsenal bacteriol¨®gico.

El texto, de 210 p¨¢ginas, elaborado por el presidente del grupo de trabajo de la ONU, el embajador h¨²ngaro Tibor Toth, ha sido bastante criticado. La UE manifest¨® a principios de esta semana sus reticencias, pero afirm¨®, sin embargo, que constitu¨ªa una buena base de negociaci¨®n.