La prueba, segundo a segundo
Una empresa de Guip¨²zcoa mide las diferencias de tiempo entre los corredores
Manolo Saiz aguardaba impaciente en el aparcamiento de los equipos, en la meta de Bar-le-Duc, en la quinta etapa del Tour. Su equipo hab¨ªa llegado el primero en la contrarreloj por equipos. Pero quedaba uno por entrar en la meta, el Cr¨¦dit Agricole. Saiz no sab¨ªa si celebrar su triunfo por segundo a?o consecutivo o poner cara de p¨®quer. En ese mismo instante, detr¨¢s del podio, hab¨ªa varios t¨¦cnicos de una empresa guipuzcoana: G93 Telecomunicaciones, que sab¨ªan lo que iba a ocurrir, que el equipo franc¨¦s ganar¨ªa la etapa por apenas medio minuto. 'Lo ve¨ªamos desde que el Cr¨¦dit Agricole llevaba recorridos 500 metros'. Se lo dec¨ªa el programa instalado en un cami¨®n, mediante un sofisticado sistema que, basado en el popular GPS (Global Position System), indica a cada segundo las diferencias entre unos corredores y otros durante cada punto de la carrera.
G93 vive su cuarto Tour. Es la ¨²nica empresa espa?ola contratada por la sociedad organizadora. Su trabajo es recopilar los datos que reciben v¨ªa sat¨¦lite sobre la posici¨®n de cada una de las cinco motos repartidas por la carrera, las mismas de la televisi¨®n francesa. Con ayuda de tres sat¨¦lites, el cami¨®n de G93 conoce la ubicaci¨®n de cada moto segundo a segundo, traduce los datos en informaci¨®n sobre las diferencias entre unos corredores y otros, y surte inmediatamente de las referencias al cami¨®n de la televisi¨®n francesa. El realizador franc¨¦s las utiliza cuando le parece oportuno.
'El problema es que apenas usan nuestros datos', se quejan una y otra vez los t¨¦cnicos, R¨¢ul San Rom¨¢n e Imanol ?lvarez. 'Hay d¨ªas en que s¨®lo aparecen dos veces las diferencias entre los escapados y el pelot¨®n'. Aquel d¨ªa de Bar-le-Duc, la televisi¨®n francesa casi no recurri¨® a los datos que les suministra G93. Es en las contrarreloj y en la alta monta?a -al desintegrarse el pelot¨®n- cuando el GPS ayuda a situar la carrera. Otro ejemplo: Saint Amand-Montrond, la ¨²ltima contrarreloj. Beloki no pudo conocer hasta el kil¨®metro 43 que hab¨ªa superado a Kivilev. Si la televisi¨®n francesa hubiera ofrecido los datos que le daban desde el cami¨®n espa?ol, a Beloki le habr¨ªan informado en el kil¨®metro 27 de que este a?o repetir¨ªa podio.
La clave de todo est¨¢ en un programa inform¨¢tico, que se estren¨® en la Bicicleta Vasca de 1994 con el apoyo de la televisi¨®n vasca. No s¨®lo ofrece las diferencias entre corredores, sino tambi¨¦n la velocidad a la que marchan y el desnivel de la carretera en el momento en que circulan. El sistema pronto se extendi¨®: la Vuelta a Espa?a lo estren¨® en 1997; y el Tour, un a?o despu¨¦s, aunque previo examen. 'Nos llevaron a la Cl¨¢sica de los Alpes', recuerdan. 'Cuando se escaparon corredores y se formaron tres grupos, ellos utilizaron cronometradores mientras nosotros nos gui¨¢bamos con el GPS. El margen de error fue de un segundo arriba o abajo'. Desde entonces, el sistema se usa en el Tour. Seguramente, el a?o que viene se incorpore en Italia. La prueba definitiva se realizar¨¢ en el Giro de Lombard¨ªa. Si G93 lo aprueba, debutar¨¢ en el Giro el pr¨®ximo a?o.
?Y por qu¨¦ no utilizan el mismo sistema empresas francesas o italianas? 'a idea es sencilla, pero su aplicaci¨®n es complicada, y hay muchos elementos que pueden provocar interferencias', aclara Carlos San Rom¨¢n, el inventor del programa. En Francia, intentaron usar tecnolog¨ªa propia, pero no acertaron.
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