El bergant¨ªn de la Reina

A las 18.45 de la tarde de ayer, el buque-escuela de la Armada Juan Sebasti¨¢n de Elcano despleg¨® el estandarte del Rey sobre los 48,7 metros de su palo mayor proel. En ese momento, la reina Sof¨ªa, acompa?ada por la infanta Cristina y su esposo, I?aki Urdangar¨ªn, ascendi¨® por la escala colocada al costado de estribor. Los miembros de la familia real fueron acercados al barco en un bote neum¨¢tico, que los recogi¨® de una lancha r¨¢pida M¨¢gnum 50, procedente de Palma de Mallorca, fondeada en las proximidades. Toda la operaci¨®n fue vigilada por una embarcaci¨®n camuflada de la Guardia Civil, que transport¨® tambi¨¦n a los asistentes de la Reina y su equipaje. Ya a bordo, do?a Sof¨ªa, ataviada con un ligero traje de chaqueta verde claro, fue saludando a los miembros de la oficialidad formados en cubierta.

El buque nunca hab¨ªa servido de alojamiento a una reina de Espa?a, y tampoco ning¨²n otro de la Armada

El embarque se produjo a menos de media milla al oeste de Cabrera, con marejadilla y a sotavento de un Levante de ocho nudos que hac¨ªa flamear los m¨¢s de 3.000 metros cuadrados de vela del Juan Sebasti¨¢n de Elcano, mientras se aproximaba a la isla.

En sus casi 75 a?os de navegaci¨®n, este bergant¨ªn-goleta ha acogido a ilustres hu¨¦spedes: el propio Rey y el Pr¨ªncipe hicieron aqu¨ª sus cruceros de instrucci¨®n como guardiamarinas, y el segundo volvi¨® a embarcarse, hace pocos d¨ªas, entre Santander y Mar¨ªn (Pontevedra). Numerosos jefes de Estado, como Fidel Castro y Salvador Allende, han visitado la c¨¢mara del comandante, una estancia forrada de caoba y presidida por un retrato de Zuloaga, del primer marino que dio la vuelta al mundo, pero nunca hab¨ªa servido de alojamiento a una reina de Espa?a, y tampoco ning¨²n otro buque de la Armada.

Ser¨¢n casi 24 horas de estancia a bordo, que se iniciaron ayer por la tarde con una maniobra general, equivalente al zafarrancho de combate, que fue seguida desde el puente de mando por do?a Sof¨ªa, tras despedir a los duques de Palma de Mallorca, quienes s¨®lo permanecieron media hora acompa?¨¢ndola. La traves¨ªa de la Reina concluir¨¢ a las cinco de esta tarde en el puerto de Palma, donde ser¨¢ recibida por el Rey.

Por eso, el capit¨¢n de nav¨ªo Jaime Rodr¨ªguez-Toubes se mostraba ayer doblemente satisfecho por la efem¨¦rides, que coincid¨ªa con su 54? cumplea?os. 'Ahora que ya hay mujeres, quiero navegar en el Elcano', le dijo hace meses do?a Sof¨ªa a este viejo conocido de la familia real. ?sta ha sido, en efecto, la primera ocasi¨®n en que 12 mujeres han formado parte de los 215 tripulantes de los veleros m¨¢s grandes y antiguos que existen.

Para un barco con 1,5 millones de millas en sus cuadernas, la novedad no ha causado mayores traumas, aunque ha sido preciso habilitar un dormitorio y un servicio separados y muchos marineros se quejan de que los mandos no son tan exigentes con ellas, lo que estos niegan con tanto ¨¦nfasis como las propias afectadas.

El embarque de la Reina se produjo en la pen¨²ltima etapa de un periplo que se inici¨® el pasado 7 de enero en C¨¢diz y concluir¨¢ el 4 de agosto en el mismo puerto, tras haber costeado Am¨¦rica, desde Buenos Aires a Norfolk (Estados Unidos), y rodeado Espa?a, de Santander a Mallorca.

Esta ¨²ltima fase del viaje ha sido m¨¢s novedosa, pues el Juan Sebasti¨¢n de Elcano -en el que ya no viajaban guardiamarinas, sino un grupo de invitados entre los que figuraba el secretario de Estado de Seguridad, Pedro Moren¨¦s, y el de Trabajo, Juan Chozas-, ha visitado algunos puertos en los que no hab¨ªa estado nunca, como Alicante, o ha atracado en otros en los que hac¨ªa d¨¦cadas que no regresaba, como Santander, lo que ha provocado la curiosidad de m¨¢s de 20.000 personas que han acudido a visitarlo y a admirar su espectacular silueta.

Se trata, en cierta forma, de una despedida temporal. El buque deber¨¢ someterse en los pr¨®ximos meses a una reparaci¨®n a fondo, la m¨¢s profunda en los ¨²ltimos 25 a?os, que le mantendr¨¢ en dique seco hasta marzo. En oto?o, aprovechando un cambio de planes de estudio de la Armada, no habr¨¢ crucero de instrucci¨®n.

Dentro de algo m¨¢s de un a?o, coincidiendo con su 75? aniversario, emprender¨¢ su d¨¦cima vuelta al mundo. Tiene el valor hist¨®rico de una reliquia de museo, pero est¨¢ dispuesto a seguir navegando, impulsado por los vientos del nuevo siglo.