Padilla abre la puerta grande
Juan Jos¨¦ Padilla reapareci¨® sin aparentes mermas f¨ªsicas. No entraba en la cabeza de la afici¨®n su presencia tras la grav¨ªsima cogida que infringi¨® un miure?o en la Feria de Pamplona. Su raza, su valor, honradez y entrega le han abierto la puerta grande.
Para tal evento Victorino Mart¨ªn se trajo un saldo con presencia de becerretes que, aunque listos, no hab¨ªan pasado de 3? de ESO. Un ep¨ªlogo light para una feria sin emoci¨®n, que un a?o m¨¢s defraud¨® al aficionado.
Padilla, ausente durante la lidia de los dos primeros toros, sali¨® de la enfermer¨ªa donde estaba recluido a por todas. Con el que le correspondi¨® en suerte, ajustado por ver¨®nicas, algunas de calidad. No se alivi¨® y puso banderillas, el tercer par al viol¨ªn, dignos los tres. Brind¨® y se fundi¨® en un abrazo con su apoderado. Su faena, con dos series templadas y de calidad con la derecha, llev¨® la emoci¨®n a los tendidos. Se apag¨® el toro y recurri¨® a lo festivalero. En el que cerr¨® festejo y feria, vulgar con el capote. Vulgar con las banderillas. Faena de comienzo rodilla en tierra. Se olvid¨® de la templanza y el sosiego que luci¨® ante su primer enemigo. Despegado, arrollado y tropezado, se perdi¨® en trapazos, arrimones y desplantes, que enloquecieron a los tendidos. Se gan¨® el respeto de todos.
Mart¨ªn / Ruiz, Liria, Padilla
Toros de Victorino Mart¨ªn. Sin presencia ninguna. Flojos. 3?, noble. 1?, abecerrado. Resto, anovillados. Sospechosos de pitones. Francisco Ruiz Miguel: cuatro pinchazos, entera (palmas). Nueve pinchazos, dos descabellos (bronca). Pep¨ªn Liria: estocada contraria, rueda de peones (leve petici¨®n, vuelta). Media ca¨ªda y tendida. Rueda de peones, descabello (palmas). Juan Jos¨¦ Padilla: media atravesada. Rueda de peones, dos descabellos (vuelta). Estocada ladeada (dos orejas). Sali¨® por la puerta grande. Plaza de Santander, 28 de julio. 8? y ¨²ltima corrida de feria. Lleno.
Francisco Ruiz Miguel, en otras d¨¦cadas grande entre los grandes, conserva a¨²n el aroma de torero. La experiencia de tantas batallas le otorgaron la categor¨ªa de maestro. El tiempo no pasa en balde. Su grandeza se disip¨® ante dos alevines de toros que le tocaron en suerte. Aliviado, movido, sin recursos, sin fuerzas, asustado y a merced de sus dos oponentes. Pat¨¦tico. La m¨ªtica imagen de Ruiz Miguel y los victorinos qued¨® pisoteada. Tuvo que conformarse el maestro con los aplausos que le dedicaron algunos aficionados por el respeto a su trayectoria. Los a?os hacen empeque?ecer hasta el coraz¨®n de los grandes guerreros.
Pep¨ªn Liria consinti¨® a sus subalternos una horrible lidia en su primero. Faena a la carrera. L¨ªnea de trapazos que lleg¨® a los tendidos, a pesar de la rid¨ªcula presencia del toro y las distancias que guard¨® el torero. Incomprensible e impasible altitud en el quinto de la tarde, ante el peligro cierto al que estuvo sometido su picador tras derribo de caballo y caballero, papeleta que solvent¨® Padilla. Con la franela, sin gusto, retorcida hasta la exageraci¨®n, enganchado y arrollado.
?ste fue el punto final de una feria en la que, como siempre, falt¨® el toro. Cu¨¢ndo se enterar¨¢n los responsables que la importancia y categor¨ªa de una feria la pone el toro y no los trofeos que, inmerecidamente, consiguen las figuras delante de conejos. Este a?o fallaron hasta las figuras.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.