De qu¨¦ se trata
El autor propone extraer nuevas pol¨ªticas de los viejos principios socialistas.
'Que todo el que tenga algo que aportar a la sociedad no deje de hacerlo por falta de medios'
El esfuerzo de renovaci¨®n ideol¨®gica y pol¨ªtica que est¨¢ realizando el socialismo espa?ol parte de una idea tan simple como potente: actualizar los viejos principios para extraer de ellos nuevas pol¨ªticas acordes con la Espa?a del siglo XXI. A la luz de la reflexi¨®n sobre nuestra propia experiencia de gobierno y de las aportaciones realizadas en los ¨²ltimos a?os en el terreno de la filosof¨ªa pol¨ªtica, se trata de ofrecer nuevas respuestas a los problemas de hoy desde unos objetivos y unos valores que son constitutivos de la tradici¨®n socialista, aunque su aplicaci¨®n actual exija modificar profundamente algunos de los instrumentos que en el pasado han podido ser adecuados pero que han dejado de serlo. Para defender lo mismo de siempre hay que hacer hoy cosas distintas en funci¨®n de los cambios producidos en nuestra sociedad.
La defensa de la libertad ha sido y es el primer objetivo. Profundizando en las propuestas del liberalismo pol¨ªtico, queremos reconocer la existencia de un amplio n¨²mero de derechos a los que todos los ciudadanos tienen acceso por igual, con independencia de su nivel de renta, riqueza o posici¨®n social. De ah¨ª derivan las pol¨ªticas de equidad. Conseguidas en Espa?a las libertades pol¨ªticas formales y m¨¢s all¨¢ de los problemas de funcionamiento que todav¨ªa presenta nuestro sistema institucional, los socialistas queremos avanzar en una concepci¨®n de libertad real para todos, entendida como la posibilidad de que cada persona pueda llevar adelante su proyecto personal de vida, lo que hace necesario que nadie se sienta dominado por la necesidad material o por las imposiciones no regladas de poderes econ¨®micos.
Un paso en esta direcci¨®n fue la apuesta por un Estado del bienestar que garantiza la universalizaci¨®n de la sanidad, la educaci¨®n obligatoria y gratuita y un sistema universal de pensiones. Ahora hay que avanzar en cuatro direcciones: mejorando la calidad en la prestaci¨®n de esos servicios p¨²blicos para atender las nuevas exigencias de los usuarios y evitar las fugas de quienes tienen recursos suficientes para buscar alternativas privadas; articulando pol¨ªticas de apoyo a las familias en la atenci¨®n a personas dependientes; asumiendo la idea de una Renta B¨¢sica de Ciudadan¨ªa como derecho que refuerza la libertad individual, a la vez que dota a la pol¨ªtica social de un principio m¨¢s amplio que el de necesidad, y reforzando la pol¨ªtica de competencia para frenar los abusos derivados de una excesiva concentraci¨®n del poder econ¨®mico.
La igualdad es tambi¨¦n un principio esencial del socialismo que hoy debemos entender como garant¨ªa de que todos tengan las mismas condiciones para poder desarrollar al m¨¢ximo sus potencialidades personales. Esto da lugar a las pol¨ªticas redistributivas y compensadoras que, tanto desde el lado de los impuestos como del gasto p¨²blico, intentan corregir las desigualdades en las condiciones iniciales no derivadas de la propia acci¨®n de los individuos. Se tratar¨ªa del viejo principio de que cada uno aporte seg¨²n sus capacidades, pero asegurando una igualdad en el momento de partida. Comoquiera que las desigualdades se generan por razones que cambian con la evoluci¨®n social, tambi¨¦n aqu¨ª hace falta una actualizaci¨®n de los instrumentos a trav¨¦s de los cuales se persigue hoy el cumplimiento de este principio. Pero con tres novedades claras: en primer lugar, la pol¨ªtica y la administraci¨®n que le da soporte deben individualizar sus actuaciones, ya que no todos los casos de fracaso escolar son iguales, o las dificultades de acceso al mercado de trabajo son las mismas para todos, o las situaciones de exclusi¨®n se pueden tratar s¨®lo de manera colectiva. En segundo lugar, debemos ir m¨¢s all¨¢ de la cl¨¢sica igualdad de oportunidades centrada en la educaci¨®n y dar paso al concepto m¨¢s amplio de igualdad de condiciones para que todo aquel que tenga algo que aportar a la sociedad no deje de hacerlo por falta de medios, orientaci¨®n o recursos. Ning¨²n ni?o ni ning¨²n emprendedor deben ver c¨®mo su vida, su idea o proyecto fracasan porque no tienen los apoyos iniciales necesarios. En tercer lugar, si el Estado tiene la obligaci¨®n de ayudar a quien lo necesita, los que reciben la ayuda tienen la obligaci¨®n de utilizarla adecuadamente.
La solidaridad, como forma activa de tolerancia en la convivencia plural entre nosotros y con los que vienen de fuera o viven en otros pa¨ªses, cerrar¨ªa el triplete cl¨¢sico de principios u objetivos socialistas que deben defenderse hoy con nuevos instrumentos adecuados a las posibilidades y necesidades de los tiempos modernos.
Con todo ello, queremos reafirmar nuestra confianza en la posibilidad racional de encontrar reglas organizativas en las sociedades complejas que den como resultado una sociedad m¨¢s justa que la actual. Frente a la resignaci¨®n con que algunos asumen la fuerza de las cosas como si fueran naturales o el pragmatismo de gobiernos sin m¨¢s principios que mantenerse en el poder con las encuestas demosc¨®picas como ¨²nica gu¨ªa, los socialistas seguimos pensando que los procesos pol¨ªticos democr¨¢ticos deben servir para modificar la realidad m¨¢s all¨¢ de las coyunturas, que ciudadan¨ªa es algo m¨¢s que las relaciones establecidas a trav¨¦s del mercado, y que el ¨¦xito econ¨®mico no es suficiente para hacer moralmente aceptable un determinado sistema social, aunque sea condici¨®n necesaria.
La historia reciente ha modificado las l¨ªneas de divisi¨®n entre izquierda y derecha en algunos asuntos que fueron claves en el pasado y hoy no lo son tanto, de la misma manera que en otros han cambiado los t¨¦rminos del debate. Esto puede dar lugar a una percepci¨®n equivocada de similitud en los discursos y en las propuestas que nada ayuda a despejar la necesaria simplificaci¨®n a que obliga la din¨¢mica actual de los medios de comunicaci¨®n de masas.
Extraer de los viejos principios socialistas nuevas pol¨ªticas instrumentales adecuadas a la sociedad actual, sin miedo a defender valores tradicionales en la actividad p¨²blica pero tampoco a cambiar instrumentos, es el reto al que se enfrenta el PSOE en su pr¨®xima Conferencia Pol¨ªtica. Creo que millones de espa?oles esperan que seamos capaces de hacerlo y de hacerlo bien.
Jordi Sevilla. Secretario de Pol¨ªtica Econ¨®mica y Ocupaci¨®n del PSOE. Coordinador del Manifiesto Pol¨ªtico.
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