Pastillas y playa
Domingo. Mediod¨ªa. Lugar, Benic¨¤ssim. El cielo est¨¢ poblado de nubes. Si no fuera por el son del mar uno podr¨ªa pensar que est¨¢ en un pa¨ªs n¨®rdico donde los veranos no suelen ser tan soleados como en la costa valenciana. Hace un bochorno total. Las gotas de sudor caen interminablemente. Los fibers que se han rendido buscan un poco de descanso en la playa del Torre¨®n. Junto al bar de copas Sarao hay una tarima. El lugar ideal para quedarse. Debajo de la tarima hay unos 100 j¨®venes, durmiendo y roncando; acurrucados como en una lata de sardinas. En la arena acostada tambi¨¦n est¨¢ la granadina Carolina Arredondo, con su pe?a. Vinieron el s¨¢bado para ver Belle & Sebasti¨¢n y no encontraron ning¨²n hueco libre en las zonas de acampada, as¨ª que decidieron irse a las arenas. Al otro lado del bar de copas, est¨¢n los turistas que suelen venir todos los a?os a veranear a Benic¨¤ssim. Entre ellos, hay un matrimonio de Madrid, la mujer lleva una bata de ama de casa, ¨¦l un ba?ador y una cadena gruesa de oro. Miran con inter¨¦s - sobre todo, el hombre a las chicas en bikinis minimalistas - a los fibers que llegan. No se muestran molestos. 'Cada ¨¦poca en la vida tiene su momento, y si a estos j¨®venes les gusta ir de festivales que lo hagan porque despu¨¦s ya no podr¨¢n', dice el hombre. Una mujer de 50 a?os que est¨¢ sentada al lado del matrimonio no opina lo mismo: 'La verdad es que estos tres d¨ªas de festival se notan much¨ªsimo, por las ma?anas cuando voy a la compra a veces ni puedo pisar la acera porque los chicos duermen sobre el asfalto. Y de los supermercados ya no quiero ni hablar, hay unas colas tremendas delante de los cajeros', comenta. Los fibers llenan el pueblo con su presencia a todas horas del d¨ªa. Cerca de la Gran Avenida hay otros fibers, que no han llegado hasta la playa o que no ten¨ªan bastante fuerza para llegar al c¨¢mping y se han acostado sobre la arena de un parque infantil. No les molesta el tr¨¢fico ni los fot¨®gr¨¢fos que han encontrado una imagen ideal de escenario t¨ªpico de un pueblo que acoge a unos 30.000 festivaleros. Tambi¨¦n hay gente descansando en sus coches con las pies fuera. Los fibers que siguen con marcha pueblan las discotecas after que se ubican frente al recinto del festival, al otro lado de la carretera N-340. Las pastillas les dan fuerza para seguir bailando, los porros les frenan un poquito. Buena mezcla. T¨ªpica pregunta a estas horas: '?Te queda un cigarrillo?' La respuesta suele ser invariablemente negativa. Cambio de escena. En un supermercado, otros fibers ya est¨¢n haciendo sus compras. Las estanter¨ªas del alimento b¨¢sico -alcohol- est¨¢n medio vac¨ªas, y en el arc¨®n de los helados no queda nada salvo una lata vac¨ªa de coca-cola.
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