Otro accidente mortal en una playa desata la pol¨¦mica sobre el uso de las motos acu¨¢ticas
La novia del joven fallecido en San Pedro de Alc¨¢ntara (M¨¢laga) permanece en coma neurol¨®gico
?Temeridad o despiste? El subdelegado del Gobierno en M¨¢laga, Carlos Rubio, anunci¨® ayer una exhaustiva investigaci¨®n para determinar la causa de este siniestro que ha costado la vida a Juan Antonio C. R., natural de Barakaldo (Vizcaya) y vecino de San Pedro de Alc¨¢ntara. El joven muri¨® pr¨¢cticamente en el acto despu¨¦s de que la moto en la que paseaba junto a su novia, Ainhoa R. G., de 20 a?os, fuese embestida por otra tripulada por la hermana de esta ¨²ltima y su compa?ero sentimental, que, sin embargo, no sufrieron heridas. Ainhoa permanece en estado de coma en la unidad de cuidados intensivos del hospital Carlos Haya de M¨¢laga, con rotura en la base del cr¨¢neo y traumatismo en la mand¨ªbula.
La zona n¨¢utica del restaurante Bora Bora permanec¨ªa ayer de luto. 'Es por respeto', se?al¨® una responsable de la Administraci¨®n, la ¨²nica entre todos los empleados del chiringuito que quiso hablar del suceso, del que asegur¨® se produjo por 'imprudencia'. Explic¨® que el joven y sus acompa?antes contaban con invitaciones del propietario del recinto n¨¢utico para utilizar las motos y que no era la primera vez que el fallecido, que trabajaba en un centro comercial cercano, montaba en estas embarcaciones. Parece ser que ¨¦ste no era el caso de su novia. 'Creemos que era ella la que llevaba la moto en el momento del accidente', coment¨®.
El resto de los camareros y dem¨¢s empleados parec¨ªan haber hecho voto de silencio por un motivo que no terminaban de aclarar. 'No puedo decir nada', era la frase que m¨¢s repet¨ªan. Los ba?istas, mientras tanto, se divid¨ªan entre los que consideran peligrosas estas motos y los que las toleran siempre que se limiten a su zona balizada. 'Lo malo es que los chicos que las llevan son unos atrevidos y juegan a cruzarse a riesgo de peg¨¢rsela. Es lo mismo de siempre', se quejaba Paco G.
Establecimiento legal
El Ayuntamiento de Marbella insisti¨® en que la zona n¨¢utica, que lleva abierta desde el a?o 1994, est¨¢ correctamente balizada y cuenta con los seguros y documentaci¨®n correspondientes y en regla. 'Cumplimos las normas al cien por cien', aseguran en el chiringuito. Sin embargo, el accidente se produjo despu¨¦s de las 19.00, cuando termina el servicio de vigilancia de playas del litoral marbell¨ª y a partir de la cual te¨®ricamente no deben funcionar los alquileres de motos acu¨¢ticas.
Adem¨¢s, seg¨²n el subdelegado del Gobierno en M¨¢laga, las dos motos estaban en el momento del siniestro en el canal de acceso, pese a que Capitan¨ªa Mar¨ªtima establece que los negocios de alquiler sit¨²en estas embarcaciones a una distancia de la costa superior a los 300 metros.
Rubio anunci¨® una investigaci¨®n exhaustiva sobre las condiciones en las que funcionan los establecimientos de alquiler de motos acu¨¢ticas en el litoral malague?o. 'Se van a dar instrucciones tanto a la Guardia Civil como a la propia polic¨ªay a las polic¨ªas locales para que denuncien la existencia de negocios que pudieran ser il¨ªcitos, y de aquellos que no cumplan las condiciones requeridas por Capitan¨ªa Mar¨ªtima', subray¨®, y advirti¨® de que se impondr¨¢n 'fuertes sanciones' a aquellos que no cumplan la normativa.
Rubio inform¨® tambi¨¦n de que la polic¨ªa va a tomar declaraci¨®n al propietario del chiringuito Bora Bora y al conductor de la otra moto implicada en el suceso para esclarecer las circunstancias del accidente. Desde 1998, tres personas han muerto en la provincia de M¨¢laga en accidentes de motos acu¨¢ticas.
Desde el pasado mes de junio, el servicio de vigilancia de playas de Protecci¨®n Civil de Marbella ha atendido 20 incidentes con este tipo de veh¨ªculos ocurridos fuera de las zonas n¨¢uticas, as¨ª como otros 50 con yates y 15 con zodiac.
Seg¨²n Capitan¨ªa Mar¨ªtima de M¨¢laga, en esta provincia hay matriculadas 1.289 motos acu¨¢ticas, aunque estima que circulan en realidad m¨¢s de 2.000 si se cuentan las que son propiedad de ciudadanos extranjeros no residentes, que no tienen obligaci¨®n de inscribirlas.
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