Seguir la luz
La marcha posiblemente sea la especialidad m¨¢s laureada del deporte espa?ol. Entre los Juegos Ol¨ªmpicos y los Campeonatos del Mundo, sus representantes han subido al podio en 12 ocasiones, a lo que hemos de a?adir un n¨²mero cuantioso de finalistas. A partir de aqu¨ª, la lista de ¨¦xitos ser¨ªa interminable: Copas del Mundo, Copas de Europa y un sinf¨ªn de victorias en las categor¨ªas inferiores. Con ellos conseguimos las ansiadas medallas. Jordi Llopart y Jos¨¦ Mar¨ªn fueron los arietes que demolieron el muro de complejos y frustraciones que hasta su aparici¨®n supon¨ªan las grandes citas. Ellos abrieron una brecha a trav¨¦s de la cual se introdujeron Daniel Plaza, Valent¨ªn Massana, Jes¨²s Garc¨ªa Bragado, Mar¨ªa Vasco...
La marcha es una especialidad muy particular, a medio camino entre andar y correr. De ah¨ª, su complejidad. No tanto en su reglamento, muy claro, como en su interpretaci¨®n, su punto d¨¦bil. No s¨¦ si el chip en la zapatilla, la filmaci¨®n en v¨ªdeo o la formaci¨®n y designaci¨®n de los jueces, pero algo hay que hacer para resolver la situaci¨®n de incertidumbre que se produce en esta prueba. Entiendo que haya a quien no le guste, pero est¨¢ ah¨ª, y cuando uno conoce a sus protagonistas y el trabajo que realizan no puede dejar de sentir admiraci¨®n y respeto. La marcha supone un ejemplo de voluntad y sacrificio encomiable generalmente a cambio de muy poco reconocimiento social y poco dinero.
Hace un tiempo pregunt¨¦ a Mar¨ªn, actualmente responsable de la marcha y entrenador de gran parte de los internacionales, acerca de las posibilidades de mi paisano Mikel Odriozola en Edmonton. Me contest¨® con lo sucedido en una Copa del Mundo de 50 kil¨®metros en la que ¨¦l fue capaz de finalizar pese a los v¨®mitos y el flato que padec¨ªa desde el 25. Con esta an¨¦cdota qued¨® reflejada la importancia que se concede a la capacidad ag¨®nica inherente al perfil psicol¨®gico de un marchador, tanta como a su condici¨®n f¨ªsica.
La personalidad de los marchadores viene determinada con la elecci¨®n de esta especialidad, en la que en muchas ocasiones han tenido que sobreponerse a los comentarios jocosos durante sus entrenamientos. Concentraciones interminables en lugares solitarios, seis o siete horas de entrenamiento diario, sesiones de v¨ªdeo... van modelando su espartano car¨¢cter. Todo esto puede acabar con una descalificaci¨®n a las puertas del estadio, como a Massana en Barcelona 92, en su casa y a punto de logar una medalla. M¨¢s tarde, reconoci¨® que su eliminaci¨®n fue justa. Estas actitudes ennoblecen el deporte.
Mar¨ªn resum¨ªa una competici¨®n de marcha de modo muy simple. No hay que pensar en nada. Solamente hay que 'seguir una luz que est¨¢ delante de nosotros'.
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