Casos complejos, jueces j¨®venes y fuertes presiones
Los Juzgados de Marbella figuran entre las cinco plazas que m¨¢s rechazan los magistrados espa?oles
Marbella aparece en un informe reciente del Consejo General del Poder Judicial como uno de los cinco destinos que m¨¢s rechazan los jueces espa?oles. La ciudad malague?a est¨¢ considerada desde hace d¨¦cadas como una plaza conflictiva. Pero la llegada de Jes¨²s Gil a la alcald¨ªa, en 1991, ha multiplicado el volumen de casos y la presi¨®n que soportan los jueces, sobre todo los que han instruido procedimientos en su contra. Por si fuera poco, el reciente robo de sumarios relacionados con Gil ha resucitado las sospechas que planearon en los a?os ochenta sobre una posible trama de corrupci¨®n en los Juzgados.
Entre agosto de 2000 y enero de este a?o, cuatro de los siete magistrados de Marbella pidieron el traslado a otras plazas 'menos conflictivas'. La lista la inaugur¨® el titular del Juzgado n¨²mero 7, Santiago Torres, quien abandon¨® Marbella despu¨¦s de instruir el caso de las camisetas, por el que Jes¨²s Gil ha sido condenado a 28 a?os de inhabilitaci¨®n. Su actuaci¨®n en ¨¦ste y otros procedimientos, como el caso de los caballos y el casoBelmonsa, desat¨® airadas cr¨ªticas por parte del alcalde, que a¨²n contin¨²a dedic¨¢ndole insultos.
A ¨¦ste le siguieron Fructuoso Jimeno, titular del Juzgado n¨²mero 6; Antonio Navas, del n¨²mero 4; y Antonio Ruiz Vill¨¦n, del 5. Las deserciones de magistrados hicieron temer el colapso en los juzgados de Marbella, que tramitan al a?o una media de 2.000 diligencias previas, 450 asuntos civiles y 600 juicios de faltas. De todo esto se calcula que a Jes¨²s Gil le corresponden unos 250 procedimientos. Dos de las cuatro vacantes se cubrieron hace un mes, mientras que Ruiz Vill¨¦n y Navas est¨¢n en comisi¨®n de servicio.
La media de edad de los jueces de Marbella es de unos 40 a?os. Pr¨¢cticamente ninguno supera los diez a?os en esta plaza, en la que muchos se estrenaron profesionalmente. El desembarco del nuevo titular del Juzgado n¨²mero 7, Juan Carlos Hern¨¢ndez Oliver, ha sido un tanto accidentado. No s¨®lo le ha correspondido uno de los juzgados m¨¢s pol¨¦micos, sino que adem¨¢s ha sido el primero en detectar la desaparici¨®n de sumarios, cuya investigaci¨®n ya ha iniciado la juez del n¨²mero 2, Blanca Esther D¨ªez.
Casualmente fue ¨¦sta la juez que en el a?o 1993 emprendi¨® una cruzada personal contra el antiguo oficial de los juzgados, Juan Ram¨ªrez Rodr¨ªguez, padre de la ex decana, Pilar Ram¨ªrez Balboteo. El caso deriv¨® en la denuncia de una trama de corrupci¨®n en la que D¨ªez, entonces titular del Juzgado n¨²mero 4, implic¨® a dos jueces -entre ellos Ram¨ªrez-, tres abogados de Marbella e incluso a un miembro del Consejo General del Poder Judicial. La magistrada alert¨® de la existencia de una 'compleja infraestructura' para realizar actos delictivos tales como estafa, falsedades y prevaricaci¨®n, y cit¨® en un auto hasta 18 casos distintos de supuesta corrupci¨®n.
Aquello no lleg¨® a ninguna parte, pero llov¨ªa sobre mojado. Las andanzas de este antiguo oficial de los juzgados fueron detectadas mucho antes de que estallase el caso Casino, donde se le acus¨® de la venta fraudulenta del Casino de Andaluc¨ªa en connivencia con Felice Cultrera y Gianni Meninno, dos presuntos mafiosos afincados en Marbella.
En 1987 el juez Baltasar Garz¨®n, cuando era inspector del CGPJ, alert¨® de las maniobras de Juan Ram¨ªrez, al que defini¨® como 'un caldo de cultivo propicio para la existencia de corrupci¨®n'. Cuatro a?os antes, el fiscal antidroga de M¨¢laga, Gabriel Ruiz de Almod¨®var, hab¨ªa ordenado que se le investigara.
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