Desperfectos de Sintel

Los madrile?os somos un pueblo abierto, acogedor y comprensivo con todos aquellos que quieren expresar su opini¨®n o reivindicar alg¨²n derecho por nuestras calles. No podr¨ªa ser de otra manera, pues a diario nos encontramos con todo tipo de manifestaciones que traen consigo atascos, retrasos, colapsos en el transporte p¨²blico, contaminaci¨®n ac¨²stica y suciedad de todo tipo, provocando una ingente p¨¦rdida de dinero de nuestras arcas municipales.

Un ejemplo de lo que cuento ha sido el reciente desmantelamiento del llamado Campamento de la Esperanza de los trabajadores de Sintel. Yo creo que su reivindicaci¨®n era justa y que el Gobierno ha sido generoso en su oferta, lo cual, por cierto, es un agravio comparativo con otras empresas que han acabado igual. Adem¨¢s, yo era uno de esos ingenuos que se creyeron las palabras del comit¨¦ de empresa de que iban a dejar la zona 'mejor que como la encontraron'.

No s¨¦ si se han paseado por la zona afectada, pero si lo han hecho, coincidir¨¢n conmigo en que es incre¨ªble c¨®mo lo han dejado. A poco que se fijen, ver¨¢n desde desperfectos en el alumbrado, riego, mobiliario y aceras p¨²blicas hasta lo que es peor, aut¨¦nticos atentados ecol¨®gicos, clavos, grapas y desperfectos en los ¨¢rboles no s¨®lo provocados por las construcciones, sino tambi¨¦n los realizados por los propios trabajadores, que llegaron a hacer 'gracias' como marcar un ¨¢rbol con muescas como si fuera un calendario.

No es la primera vez que en Madrid sufrimos esto, recuerdo la reciente manifestaci¨®n contra el Plan Hidrol¨®gico Nacional, que nos dej¨® la ciudad llena de pasquines, pintadas, carteles, pegatinas y basura en general, llegando a recogerse 25.000 kilos, y empezamos a estar hartos de este tipo de reivindicaciones. Por ello, desde aqu¨ª sugiero, a quien sea responsable, que se haga capital de Espa?a a Cuenca, Sevilla, Barcelona, Vigo o San Sebasti¨¢n, donde a lo mejor estos saraos quedan m¨¢s bonitos.

No quiero desaprovechar la ocasi¨®n que me ofrece este peri¨®dico para agradecer al Ayuntamiento de Madrid y a nuestro alcalde, tantas veces vilipendiado sin raz¨®n, su gran esfuerzo por conseguir que nuestra sufrida ciudad se encuentre siempre en buen estado de limpieza y por la rapidez, una vez m¨¢s, de su actuaci¨®n. Pero, sobre todo, quiero agradecer el esforzado trabajo de los trabajadores municipales, incluyendo al concejal de Limpieza, Alberto L¨®pez Viejo, al que vi, en pleno mes de agosto, dirigiendo a pie de calle la limpieza de esta importante zona de Madrid.