Los monos de Tim Burton trasladan a la pantalla la tensi¨®n del mundo de hoy
El pol¨¦mico director presenta en Barcelona su versi¨®n de 'El planeta de los simios', que protagonizan esta vez Mark Wahlberg, Tim Roth y Helena Bonham Carter. La pel¨ªcula se estrena en Espa?a el 31 de agosto
Como si estuviera trabajando en una pel¨ªcula independiente, s¨®lo que con todas las ventajas de un presupuesto multimillonario y ninguno de sus inconvenientes. ?sta es la sensaci¨®n que invadi¨® al actor Tim Roth durante el rodaje de la versi¨®n de El planeta de los simios a las ¨®rdenes de su admirado Tim Burton. Lo dijo durante la presentaci¨®n en Barcelona de una pel¨ªcula cuya recaudaci¨®n en Estados Unidos ha superado ya los 20.000 millones de pesetas que cost¨® hacerla. En Espa?a, esta revisi¨®n de uno de los grandes cl¨¢sicos del cine de ciencia-ficci¨®n se estrena el 31 de agosto, y su campa?a de promoci¨®n ha tra¨ªdo hasta la capital catalana, adem¨¢s de a Roth y Burton, al actor que protagoniza la cinta, Mark Wahlberg, y al productor Richard D. Zanuck. A tenor de la expectaci¨®n originada por su visita, la promoci¨®n no ser¨¢ una tarea complicada.
Medio camuflado tras un flequillo que se empe?a en esconder uno de sus ojos, Burton parece protegerse de los elogios, como si quisiera mantenerse a salvo de la vanidad. Pero no hay duda de que le complace la definici¨®n ofrecida por Roth sobre las circunstancias del rodaje. Reconoce que en el coraz¨®n de la industria del cine hay que tener siempre muy clara una premisa: 'Se debe establecer una alianza entre querer hacer algo art¨ªstico y recordar a la vez que esto es un negocio. Esto es lo que hay'.
En este caso concreto, la voluntad art¨ªstica pasaba por no permitir que su mirada a El planeta de los simios fuera un remake. Lo repite por activa y por pasiva, empe?ado en dejarlo muy claro. 'La versi¨®n de 1968 es un cl¨¢sico de sus tiempos y si me hubieran pedido que hiciera un remake no lo hubiera aceptado. Pero es que tampoco los estudios lo quer¨ªan'. Compara la situaci¨®n a la que experiment¨® cuando tom¨® las riendas de la primera parte de Batman, 'porque ambas son historias que han pasado por un ciclo cultural, ha habido diferentes pel¨ªculas y series de televisi¨®n'. Pese a sentirse un poco intimidado por el reto de volver sobre los pasos dados antes por otros, asegura: 'He intentado hacer m¨ªa la historia. Supongo que es lo mismo cuando alguien adapta al cine una novela famosa'.
Burton ten¨ªa 10 a?os cuando se estren¨® la primera versi¨®n, dirigida por Franklin J. Schaffner y protagonizada por Charlton Heston, y ha regresado a este territorio de su infancia 'con una energ¨ªa diferente'. Principalmente, marcando una clara l¨ªnea entre el bien y el mal que afecta tanto a los primates como a los humanos. 'En la primera versi¨®n todos los simios son buenos, y ah¨ª radica la mitolog¨ªa del filme. Pero en realidad no son as¨ª, son psic¨®patas, aterradores, y esto es lo que yo he querido marcar'. A¨²n ha querido ir m¨¢s all¨¢ introduciendo un matiz que, a la vez, es un reflejo de la sociedad actual. 'En la ¨¦poca de la globalizaci¨®n todo esta mucho m¨¢s fragmentado. Tenemos un mayor acceso a la informaci¨®n, pero pese a ello las cosas est¨¢n menos claras. Por este motivo, la sociedad de los simios est¨¢ tambi¨¦n muy fragmentada en mi pel¨ªcula. Los hay que tienen m¨¢s simpat¨ªa hacia los seres humanos, incluso que tienen actitudes m¨¢s humanizadas, y otros que les odian'.
Primates y humanos, juntos y revueltos, en una pel¨ªcula que en opini¨®n del productor no habla de simios 'sino de personas'. Por este motivo Burton rechaz¨® de plano recrear digitalmente a los animales del planeta al que llega por error el piloto Leo Davidson (Walhberg) y en el que encuentra a una civilizaci¨®n humana (con la modelo Estella Warren a la cabeza) sometida por los simios. Burton no quer¨ªa que nada fuera artificial, buscaba a actores que, aunque perfectamente camuflados tras el preciosista maquillaje de Rick Baker, pusieran su alma en el personaje. Por eso opt¨® por un plantel de estrellas como Helena Bonham Carter (la princesa Ari), el propio Roth (Thade, jefe militar de los simios), Paul Giamatti (orangut¨¢n traficante de hombres) o Michael Clarke Duncan (el segundo de Thade). 'Hay una forma de interpretaci¨®n que va mucho m¨¢s all¨¢ de la m¨¢scara. Ha sido una suerte encontrar a int¨¦rpretes que son capaces de entender esto', explica.
Tim Roth, eternamente envuelto en un discurso ambiguo, difuminadas las fronteras entre la realidad y la broma, no parece muy convencido de la explicaci¨®n del director. Asegura que el disfraz y la m¨¢scara con que aparece en la pel¨ªcula -'es todo un lujo ver como cada d¨ªa te ponen 70.000 d¨®lares de maquillaje que se tiran al cabo de la jornada'- le facilitaron un 50% del trabajo. 'Adem¨¢s, vosotros sab¨¦is que el que est¨¢ debajo de Thade soy yo porque os lo han dicho, pero podr¨ªa ser cualquier otro', afirma. Y llevando un poco m¨¢s all¨¢ la provocaci¨®n asegura que, en realidad, el terrible Thade, un fascista empe?ado en perpetuar por la fuerza el dominio de los simios sobre los humanos, no es ¨¦l. 'Mi personaje lo representa Pinochet', sostiene desafiante, antes de reconocer que, en realidad, el dictador chileno le sirvi¨® de inspiraci¨®n.
Actores c¨®mplices
Para Tim Roth, trabajar en Hollywood es una excelente forma para captar dinero con el que desarrollar proyectos m¨¢s personales. 'Me pagaron much¨ªsimo por interpretar a Thade', admite el actor, descuidadamente vestido con unos viejos tejanos y una sencilla camiseta. Aunque, acto seguido parece arrepentirse y dice que sus honorarios son mucho menores a los percibidos por su compa?ero Mark Wahlberg. La complicidad entre ambos actores, y la de los dos con el director, es evidente, y no paran de provocarse con comentarios maliciosos. 'Mark es nuevo en todo esto, yo le cuido, y espero que alg¨²n d¨ªa aprenda a actuar un poco', dice Roth. Mark Wahlberg, que ha escogido con mucha m¨¢s atenci¨®n su atuendo en negro que permite intuir los prominentes m¨²sculos de sus brazos, no recoge el guante y permanece toda la rueda de prensa bostezando y tratando de esquivar las preguntas que se le formulan. En Estados Unidos la cr¨ªtica ha abucheado su versi¨®n de la pel¨ªcula, pero Burton se muestra satisfecho de los resultados. Y en la 20th Century Fox, impulsora del proyecto, tambi¨¦n est¨¢n encantados con ¨¦l. As¨ª que si hay una segunda parte, y todo parece indicar que la habr¨¢, no ser¨ªa extra?o que le contrataran de nuevo. Zanuck asegura que ninguno de los m¨²ltiples directores -de Oliver Stone a James Cameron, por citar s¨®lo a dos de ellos- que acariciaron el proyecto lo habr¨ªan hecho m¨¢s a su gusto. 'No he visto el gui¨®n de ninguno de ellos. Pero en el caso de Stone, seguro que habr¨ªa sido una pel¨ªcula mucho m¨¢s pol¨ªtica y a m¨ª no me habr¨ªa interesado hacerla. ?ste es un filme pensado para entretener al p¨²blico'.Como si estuviera trabajando en una pel¨ªcula independiente, s¨®lo que con todas las ventajas de un presupuesto multimillonario y ninguno de sus inconvenientes. ?sta es la sensaci¨®n que invadi¨® al actor Tim Roth durante el rodaje de la versi¨®n de El planeta de los simios a las ¨®rdenes de su admirado Tim Burton. Lo dijo durante la presentaci¨®n en Barcelona de una pel¨ªcula cuya recaudaci¨®n en Estados Unidos ha superado ya los 20.000 millones de pesetas que cost¨® hacerla. En Espa?a, esta revisi¨®n de uno de los grandes cl¨¢sicos del cine de ciencia-ficci¨®n se estrena el 31 de agosto, y su campa?a de promoci¨®n ha tra¨ªdo hasta la capital catalana, adem¨¢s de a Roth y Burton, al actor que protagoniza la cinta, Mark Wahlberg, y al productor Richard D. Zanuck. A tenor de la expectaci¨®n originada por su visita, la promoci¨®n no ser¨¢ una tarea complicada.
Medio camuflado tras un flequillo que se empe?a en esconder uno de sus ojos, Burton parece protegerse de los elogios, como si quisiera mantenerse a salvo de la vanidad. Pero no hay duda de que le complace la definici¨®n ofrecida por Roth sobre las circunstancias del rodaje. Reconoce que en el coraz¨®n de la industria del cine hay que tener siempre muy clara una premisa: 'Se debe establecer una alianza entre querer hacer algo art¨ªstico y recordar a la vez que esto es un negocio. Esto es lo que hay'.
En este caso concreto, la voluntad art¨ªstica pasaba por no permitir que su mirada a El planeta de los simios fuera un remake. Lo repite por activa y por pasiva, empe?ado en dejarlo muy claro. 'La versi¨®n de 1968 es un cl¨¢sico de sus tiempos y si me hubieran pedido que hiciera un remake no lo hubiera aceptado. Pero es que tampoco los estudios lo quer¨ªan'. Compara la situaci¨®n a la que experiment¨® cuando tom¨® las riendas de la primera parte de Batman, 'porque ambas son historias que han pasado por un ciclo cultural, ha habido diferentes pel¨ªculas y series de televisi¨®n'. Pese a sentirse un poco intimidado por el reto de volver sobre los pasos dados antes por otros, asegura: 'He intentado hacer m¨ªa la historia. Supongo que es lo mismo cuando alguien adapta al cine una novela famosa'.
Burton ten¨ªa 10 a?os cuando se estren¨® la primera versi¨®n, dirigida por Franklin J. Schaffner y protagonizada por Charlton Heston, y ha regresado a este territorio de su infancia 'con una energ¨ªa diferente'. Principalmente, marcando una clara l¨ªnea entre el bien y el mal que afecta tanto a los primates como a los humanos. 'En la primera versi¨®n todos los simios son buenos, y ah¨ª radica la mitolog¨ªa del filme. Pero en realidad no son as¨ª, son psic¨®patas, aterradores, y esto es lo que yo he querido marcar'. A¨²n ha querido ir m¨¢s all¨¢ introduciendo un matiz que, a la vez, es un reflejo de la sociedad actual. 'En la ¨¦poca de la globalizaci¨®n todo esta mucho m¨¢s fragmentado. Tenemos un mayor acceso a la informaci¨®n, pero pese a ello las cosas est¨¢n menos claras. Por este motivo, la sociedad de los simios est¨¢ tambi¨¦n muy fragmentada en mi pel¨ªcula. Los hay que tienen m¨¢s simpat¨ªa hacia los seres humanos, incluso que tienen actitudes m¨¢s humanizadas, y otros que les odian'.
Primates y humanos, juntos y revueltos, en una pel¨ªcula que en opini¨®n del productor no habla de simios 'sino de personas'. Por este motivo Burton rechaz¨® de plano recrear digitalmente a los animales del planeta al que llega por error el piloto Leo Davidson (Walhberg) y en el que encuentra a una civilizaci¨®n humana (con la modelo Estella Warren a la cabeza) sometida por los simios. Burton no quer¨ªa que nada fuera artificial, buscaba a actores que, aunque perfectamente camuflados tras el preciosista maquillaje de Rick Baker, pusieran su alma en el personaje. Por eso opt¨® por un plantel de estrellas como Helena Bonham Carter (la princesa Ari), el propio Roth (Thade, jefe militar de los simios), Paul Giamatti (orangut¨¢n traficante de hombres) o Michael Clarke Duncan (el segundo de Thade). 'Hay una forma de interpretaci¨®n que va mucho m¨¢s all¨¢ de la m¨¢scara. Ha sido una suerte encontrar a int¨¦rpretes que son capaces de entender esto', explica.
Tim Roth, eternamente envuelto en un discurso ambiguo, difuminadas las fronteras entre la realidad y la broma, no parece muy convencido de la explicaci¨®n del director. Asegura que el disfraz y la m¨¢scara con que aparece en la pel¨ªcula -'es todo un lujo ver como cada d¨ªa te ponen 70.000 d¨®lares de maquillaje que se tiran al cabo de la jornada'- le facilitaron un 50% del trabajo. 'Adem¨¢s, vosotros sab¨¦is que el que est¨¢ debajo de Thade soy yo porque os lo han dicho, pero podr¨ªa ser cualquier otro', afirma. Y llevando un poco m¨¢s all¨¢ la provocaci¨®n asegura que, en realidad, el terrible Thade, un fascista empe?ado en perpetuar por la fuerza el dominio de los simios sobre los humanos, no es ¨¦l. 'Mi personaje lo representa Pinochet', sostiene desafiante, antes de reconocer que, en realidad, el dictador chileno le sirvi¨® de inspiraci¨®n.
Actores c¨®mplices Para Tim Roth, trabajar en Hollywood es una excelente forma para captar dinero con el que desarrollar proyectos m¨¢s personales. 'Me pagaron much¨ªsimo por interpretar a Thade', admite el actor, descuidadamente vestido con unos viejos tejanos y una sencilla camiseta. Aunque, acto seguido parece arrepentirse y dice que sus honorarios son mucho menores a los percibidos por su compa?ero Mark Wahlberg. La complicidad entre ambos actores, y la de los dos con el director, es evidente, y no paran de provocarse con comentarios maliciosos. 'Mark es nuevo en todo esto, yo le cuido, y espero que alg¨²n d¨ªa aprenda a actuar un poco', dice Roth. Mark Wahlberg, que ha escogido con mucha m¨¢s atenci¨®n su atuendo en negro que permite intuir los prominentes m¨²sculos de sus brazos, no recoge el guante y permanece toda la rueda de prensa bostezando y tratando de esquivar las preguntas que se le formulan. En Estados Unidos la cr¨ªtica ha abucheado su versi¨®n de la pel¨ªcula, pero Burton se muestra satisfecho de los resultados. Y en la 20th Century Fox, impulsora del proyecto, tambi¨¦n est¨¢n encantados con ¨¦l. As¨ª que si hay una segunda parte, y todo parece indicar que la habr¨¢, no ser¨ªa extra?o que le contrataran de nuevo. Zanuck asegura que ninguno de los m¨²ltiples directores -de Oliver Stone a James Cameron, por citar s¨®lo a dos de ellos- que acariciaron el proyecto lo habr¨ªan hecho m¨¢s a su gusto. 'No he visto el gui¨®n de ninguno de ellos. Pero en el caso de Stone, seguro que habr¨ªa sido una pel¨ªcula mucho m¨¢s pol¨ªtica y a m¨ª no me habr¨ªa interesado hacerla. ?ste es un filme pensado para entretener al p¨²blico'.
Una est¨¦tica que recuerda a Gaud¨ª
En los decorados utilizados en la pel¨ªcula, el espectador un tanto iniciado podr¨¢ reconocer ciertas semejanzas con la arquitectura de Gaud¨ª. Los restos de una nave estrellada en el planeta simio, y que los primates consideran su tierra m¨ªtica, tiene un parecido con algunas secciones de la Sagrada Familia que no pueden ser mera coincidencia. Burton admite abiertamente la influencia del arquitecto modernista. Asegura que le encanta, y aunque no ha tenido ocasi¨®n de ver su obra en directo, la ha descubierto a trav¨¦s de los libros. Durante su visita a Barcelona espera poder comprobar con sus propios ojos un estilo y unas formas que le sedujeron en dos dimensiones. 'Pero la verdad es que no s¨¦ si tendr¨¦ tiempo. En todo caso ser¨¦ un turista un poco zombi. Cuando est¨¢s de promoci¨®n sueles permanecer muchas horas en sitios cerrados y esta habitaci¨®n -el sal¨®n del Hotel Arts escogido para la rueda de prensa- podr¨ªa ser California y no Barcelona'.La localizaci¨®n de los espacios y el dise?o de los decorados en los que transcurre el filme fue una de las labores m¨¢s duras de la preproducci¨®n de El planeta de los simios. El dise?ador de producci¨®n, Rick Henrichs, quer¨ªa crear un lugar con la dualidad de ser apropiado tanto para los animales como para los humanos, con bosques, junglas y un espacio central que combine lo nuevo y lo antiguo. Durante meses se busc¨® en todo el mundo una jungla natural que pudiera cumplir estas funciones. Pero tras desestimar esta opci¨®n, se acab¨® por reconstruirla en estudio, al igual que la ciudad simia. Hawai, Lake Powell (Arizona), que en su d¨ªa sirvi¨® de marco a la versi¨®n de 1968 y la zona conocida como Trona Pinnacles, en California, son algunos de los exteriores utilizados. Mark Wahlberg, que en sus inicios fue modelo de la marca Calvin Klein, divisi¨®n calzoncillos, estaba horrorizado ante la idea de tener que aparecer en El planeta de los simios en taparrabos, tal y como lo hizo Charlton Heston en su d¨ªa. Y, aunque asegura que la oportunidad de trabajar con Burton fue lo ¨²nico que tuvo en cuenta a la hora de aceptar el papel, respir¨® tranquilo cuando supo que su atuendo ser¨ªa casto. Y no, rotundamente no, tuvo ninguna intenci¨®n de imitar a Heston en su famosa interpretaci¨®n, aunque admite que volvi¨® a ver la primera versi¨®n de la pel¨ªcula para preparar su personaje. 'Tanto Tim Burton como yo ten¨ªamos claro que el papel ten¨ªa que abordarse de otra forma, hubiera sido un error querer imitar a Heston', afirm¨® ayer. El h¨¦roe de la primera versi¨®n tiene tambi¨¦n un papel en la dirigida por Burton. Es un papel peque?o y opuesto al que realiz¨® en 1968, pues da vida al agonizante padre de Thade, un simio que en su lecho de muerte confiesa a su hijo el gran secreto de la fuerza de los humanos: ellos, a diferencia de la sociedad simiesca, conocen las armas de fuego. No hay duda de que esta aparici¨®n de Charlton Heston, presidente de la estadounidense Asociaci¨®n Nacional del Rifle, es uno de los gui?os que Burton ha introducido en el filme, una de esas notas entre po¨¦ticas e ir¨®nicas que atraviesan todo el filme. 'Creo que Heston tambi¨¦n capt¨® la broma. Pero no hay que olvidar que, m¨¢s all¨¢ de su imagen actual, fue uno de los primeros defensores de los derechos civiles', asegura el director.
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