El nervio del Liverpool se impone a la fe

A Gary McAllister (Motherwell, 1964) no es dif¨ªcil reconocerle. El centrocampista del Liverpool, postulado el jueves por la UEFA como mejor jugador europeo del curso pasado -aunque perdi¨® en la votaci¨®n final ante el alem¨¢n Effenberg-, se le distingue perfectamente en el eje del campo: es el ¨²nico futbolista de los reds con aspecto de tener a sus hijos adolescentes mir¨¢ndole desde la grada. A sus 37 a?os, este mediapunta, al que no le queda apenas un solo pelo sobre la cabeza, ha ganado cinco torneos consecutivos en apenas un a?o: La Copa de la Liga, La F/A Cup, la Copa de la UEFA -venciendo al Alav¨¦s en la final-, la Charity Shield y, ayer, la Supercopa de Europa. Un exitoso recorrido, en una sola temporada, con los reds de la industrial Liverpool en el que ha tenido mucho que ver su buen entendimiento con el joven Owen, de 21 a?os. Entre ambos median varias "revoluciones" sociales, y, sin embargo, se comprenden en el campo con una sola mirada. Dos ¨¦pocas que han confluido gracias a que a Houllier, el t¨¦cnico franc¨¦s del Liverpool, se le ocurri¨® contratar gratis el a?o pasado a un McAllister sin equipo, despu¨¦s de haber estado cinco a?os en el modesto Coventry.