Sergi P¨¤mies pierde el pudor a hablar de s¨ª mismo
El escritor traduce al castellano sus ¨²ltimos cuentos
Dice Sergi P¨¤mies (Par¨ªs, 1960) que se ha resistido durante a?os a hablar de s¨ª mismo a trav¨¦s de sus personajes 'por pudor'. Esto es algo que ha empezado a cambiar con la edad, contin¨²a, y que tiene que ver con el hecho de pertenecer a lo que denomina la sandwich generation, la que tiene que cuidar tanto de sus padres como de sus hijos. Todo esto aparece en El ¨²ltimo libro de Sergi P¨¤mies (Anagrama), una compilaci¨®n de cuentos que ahora aparece en castellano.
El ¨²ltimo libro de Sergi P¨¤mies es el s¨¦ptimo t¨ªtulo del escritor y apareci¨® hace un a?o en catal¨¢n. Durante este tiempo se han llegado a publicar cinco ediciones, con casi 30.000 vol¨²menes, el doble de lo que habitualmente se vende de su obra, observ¨® ¨¦l mismo ayer en Barcelona. ?sta es la primera vez que P¨¤mies ha aceptado traducirse a s¨ª mismo, algo que hasta el momento no hab¨ªa hecho 'por respeto al oficio de traductor' y porque le daba la sensaci¨®n 'de escribir un libro dos veces'. Finalmente, le ha salido 'una versi¨®n fiel', una vez superadas las tentaciones de 'tocar el texto y querer mejorarlo'.
'Yo me alimento de mi entorno, y la realidad que me rodea es vulgar', explica P¨¤mies, que escribe regularmente en EL PA?S. 'Por eso, al principio escrib¨ªa sobre los lampistas y transportistas que frecuentaban la empresa en la que trabajaba, y ahora hablo de hipotecas, paradas de autob¨²s, autopistas y coches'. Pero tambi¨¦n de padres que pasan sus d¨ªas en residencias, de hijos enfermos y del escepticismo hacia el amor. Son circunstancias, dice, que tienen que ver con su biograf¨ªa y que dan una mayor 'implicaci¨®n emocional' a sus textos. 'A los 23 o 24 a?os hubiera sido incapaz de escribir esto. Pero a los que estamos entre los 35 y los 45 a?os nos est¨¢n empezando a ocurrir cosas que nunca hubi¨¦ramos imaginado', contin¨²a.
Tristeza y optimismo
En definitiva, el humor que trasluc¨ªa en sus primeros libros se ha ido transformando en una suerte de optimismo de sabor agridulce: 'Creo que hace tiempo que estoy escribiendo cosas bastante tristes, aunque procuro que se pueda leer todo con una sonrisa en los labios'.
Una de las cuestiones que m¨¢s han chocado de El ¨²ltimo libro de Sergi P¨¤mies es el t¨ªtulo, un nombre que no es una despedida. Es, dice, un 'elemento ideol¨®gico' que parte de la observaci¨®n de que 'la gente s¨®lo se interesa por lo ¨²ltimo y tampoco se acuerda de los t¨ªtulos de los libros que va a comprar'. En el fondo, contin¨²a, se trataba de 'reivindicar el aspecto del libro como producto' y de ironizar acerca de las pol¨¦micas peri¨®dicas sobre el fin del libro a causa de la aparici¨®n de Internet y del ocaso de la novela y de la lengua catalana. En este sentido, a?ade, cumple todas las condiciones para estar 'condenado a muerte'. 'Mi visi¨®n de la jugada es espl¨¦ndida', r¨ªe. Cap¨ªtulo aparte es su 'sentido de la fatalidad', que le lleva a afrontar cada libro que escribe como si fuera el ¨²ltimo, asegura.
Consciente de que la aceptaci¨®n de sus libros es mucho mayor en Catalu?a que en el resto de Espa?a, P¨¤mies incluye esta situaci¨®n en un contexto m¨¢s amplio. Un contexto en el que se encuentran muchos otros escritores espa?oles que no escriben originalmente en castellano, con las excepciones de Bernardo Atxaga, Manuel Rivas y Quim Monz¨®, a los que considera 'una avanzadilla' y un indicio de que 'algo est¨¢ cambiando'. 'No es cierto que haya cierto repel¨²s hacia lo catal¨¢n', afirma. En su opini¨®n, 'hasta que las culturas catalana, vasca y gallega no sean asumidas como una riqueza del Estado, ser¨¢ dif¨ªcil que todas sus manifestaciones art¨ªsticas se comprendan en su justa medida'. A pesar de ello, a?ade, no todo son justificaciones extraliterarias, puesto que muchas veces el problema se reduce a que 'determinada est¨¦tica puede no interesar'.
Babelia
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