El congreso de te¨®logos exige que la mujer pueda acceder al sacerdocio y al episcopado
Es incongruente que el Papa sea 'vitalicio' y no est¨¦ obligado a jubilarse, dice el mensaje final
Los pensadores eclesi¨¢sticos convocados este fin de semana en Madrid por la Asociaci¨®n de T¨¦ologos Juan XXIII creen que el Papa es un ingenuo si piensa que la Iglesia cat¨®lica podr¨¢ seguir cerrando a las mujeres la puerta del sacerdocio e, incluso, del episcopado. El 'mensaje' aprobado ayer por el 21? Congreso de Teolog¨ªa considera 'una exigencia que la mujer no sea discriminada en la Iglesia', y asegura que jur¨ªdicamente no se sostiene la afirmaci¨®n de Juan Pablo II en el sentido de que esta situaci¨®n no podr¨¢ cambiarla ning¨²n Papa posterior a ¨¦l.
La mujer suma, con creces, el 60% de los fieles cat¨®licos, pero no puede acceder a los cargos principales de su organizaci¨®n, ni sacramentales ni org¨¢nicos. Como dijo el te¨®logo Jos¨¦ Mar¨ªa Castillo a los congresistas, la Iglesia es 'androc¨¦ntrica y machista'. Lo que se discute ahora es por cu¨¢nto tiempo va a lograr Roma mantener una situaci¨®n que s¨®lo permite a la mujer el acceso al diaconado, un pelda?o por debajo del sacerdocio, y ello desde hace muy pocos a?os.
Los movimientos contra la discriminaci¨®n de la mujer en la Iglesia, como ocurre en otros ¨¢mbitos de la sociedad, son cada d¨ªa m¨¢s fuertes y ni siquiera las amenazas de castigo, que de vez en cuando emite Roma, logran neutralizarlos. El ¨²ltimo S¨ªnodo de los Obispos Europeos reconoci¨® el problema, aunque sin apuntar una soluci¨®n. El caso es que la Iglesia, proclamaron en Roma los prelados, 'no puede perder a la mujer'.
El mensaje del congreso clausurado ayer, al que han asistido m¨¢s de 1.200 personas, es contundente. Terminar con esa discriminaci¨®n 'es una exigencia'. Los te¨®logos avanzan en sus argumentos hasta quitarle la raz¨®n al Papa en una de sus m¨¢s arraigadas pretensiones de inmovilismo. 'Pablo II ha llegado a proclamar que no se puede dar participaci¨®n en el sacerdocio a las mujeres, y que eso no lo podr¨¢ cambiar ning¨²n Papa posterior a ¨¦l. Es una afirmaci¨®n ingenua. El sacramento del orden no fue instituido por Jes¨²s. Es una instituci¨®n de la Iglesia, leg¨ªtima, pero que puede cambiarse. Jes¨²s no hizo actos institucionales jur¨ªdicos, Jes¨²s de Nazaret era un profeta popular que no tuvo una mentalidad jur¨ªdica. Lo que propiamente viene de Jesucristo es espiritualidad, carism¨¢tico, ¨¦tico. Y es fe', afirman.
'Siempre libres'
Naturalmente, el papel de la mujer en la Iglesia tiene que ver con la democracia y el pluralismo. 'La democracia pol¨ªtica debe tener como base el reconocimiento con la mayor efectividad posible de los derechos de la persona humana, tanto los de libertad -pol¨ªtica, social, cultural- como los de contenido socio-econ¨®mico', se afirma en el mensaje aprobado ayer.
Despu¨¦s de proclamar que uno de los derechos fundamentales es el de libertad religiosa, que consiste en que los seres humanos est¨¦n siempre libres de cualquier coacci¨®n legal o social para adherirse a una fe religiosa o para retirar su adhesi¨®n a ella, los te¨®logos reclaman que se vea 'como normal y deseable que las iglesias o comunidades religiosas vivan en sociedades caracterizadas por el pluralismo religioso, en que sea normal la presencia de ateos o agn¨®sticos, as¨ª como de distintas religiones. Las instituciones religiosas han de aceptar est realidad y adaptarse a ¨¦l'.
Los te¨®logos convocados al amparo de uno de los m¨¢s grandes reformadores cat¨®licos, el papa Juan XXIII, aconsejan a la Iglesia que 'su actitud no debe ser el dogmatismo, sino el di¨¢logo abierto; no el uniformismo impuesto, sino la comuni¨®n continuamente hallada con el favor del dictaminar de d¨®nde viene y ad¨®nde va'. 'En la Iglesia cat¨®lica hay mucha gente que piensa que la Iglesia tiene que ser m¨¢s democr¨¢tica. Los que se oponen a esta l¨ªnea responden que la Iglesia no es una sociedad pol¨ªtica y que, por tanto, el esquema moderno de democracia no le es aplicable. A esto respondemos que mucho menos se puede aplicar a la Iglesia el esquema pol¨ªtico de una Monarqu¨ªa absoluta (o incluso una dictadura) y, sin embargo, la Iglesia cat¨®lica, desde P¨ªo IX hasta hoy -fuera del par¨¦ntesis de Benedicto XV, de Juan XXIII y en parte de Pablo XI-, ha funcionado como tal'.
El congreso acude a unas palabras de Jes¨²s, el fundador del cristianismo, para pedir que la Iglesia debe ser gobernada colegialmente por los obispos: 'Vosotros no os dej¨¦is llamar maestros, porque uno solo es vuestro maestro y vosotros sois todos hermanos. Ni llam¨¦is a nadie padre sobre la tierra, porque uno solo es vuestro padre, el del Cielo. Ni tampoco os dej¨¦is llamar directores, porque s¨®lo uno es vuestro director, el Cristo'.
Oro tema es el de la gerontocracia eclesial, cada d¨ªa m¨¢s acusada. 'El Papa es un obispo. Resulta incongruente que, a diferencia de todos los dem¨¢s obispos, sea vitalicio', dice el congreso. Roma impone a los prelados la jubilaci¨®n a los 75 a?os. Si son cardenales, pueden retirarse a los 80.
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