El Congreso de EE UU da a Bush plenos poderes para hacer la guerra
El Pent¨¢gono moviliza a 35.000 reservistas y acumula ya combustible para una guerra larga y dispersa
![Enric Gonz¨¢lez](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fe19959f9-1b77-4fa4-b4c9-ad9c27d18ec2.png?auth=cc48cfeca3c4fa713d7e16fc9e97f765f78a2bc782edcbaf28750ab1efa9f6c0&width=100&height=100&smart=true)
George W. Bush tiene ya sobre la mesa una resoluci¨®n de guerra del Senado y 40.000 millones de d¨®lares (7,2 billones de pesetas) que ayudar¨¢n a financiar el despliegue militar. El Pent¨¢gono ha movilizado a 35.000 reservistas y empieza a acumular combustible para una larga campa?a b¨¦lica. El Departamento de Estado despliega una r¨¢pida actividad diplom¨¢tica basada en un mensaje: el pa¨ªs que no se sume al bando de los Estados Unidos ser¨¢ incluido entre los enemigos, y Afganist¨¢n figura ya en la lista. Se dibuja en el horizonte una guerra de dimensiones incalculables por ahora, librada quiz¨¢ en distintos escenarios geogr¨¢ficos de forma simult¨¢nea. 'Si hay que entrar en Afganist¨¢n u otros pa¨ªses, se entrar¨¢', dijo extraoficialmente un portavoz del Pent¨¢gono.
El Senado, de mayor¨ªa dem¨®crata, y la C¨¢mara de Representantes, de mayor¨ªa republicana, y que con toda seguridad aprobar¨¢ tambi¨¦n la resoluci¨®n, no han tardado en responder a la petici¨®n de la Casa Blanca. George W. Bush dispone ya de una resoluci¨®n del Congreso, el ¨®rgano al que la Constituci¨®n otorga el poder de declarar la guerra, en la que se autoriza al presidente a emplear 'toda la fuerza necesaria y apropiada' contra 'las naciones, organizaciones o personas' que ¨¦l mismo determine. Bush cuenta, por tanto, con pleno respaldo legal para emprender toda campa?a b¨¦lica que considere necesaria, sin l¨ªmite de tiempo u objetivos.
En Fort Bragg (Carolina del Norte), una base militar con 42.000 soldados, se ha entrado ya en 'ciclo de 24 horas'. ?sa es una f¨®rmula que significa que las tropas empiezan a adaptarse al ritmo continuo de la batalla y pueden ser desplegadas en cualquier momento. En Fort Bragg est¨¢ el cuartel general de la Divisi¨®n Aerotransportada 82, la primera en desplazarse a Arabia Saud¨ª en agosto de 1990, tras la invasi¨®n de Kuwait por parte de Irak. Su jefe, el general John Vines, ha ordenado a la divisi¨®n que est¨¦ lista para 'cumplir la voluntad del pueblo americano'.
El Pent¨¢gono ha empezado a comprar combustible de avi¨®n en el mercado internacional, seg¨²n fuentes consultadas por Reuters, y ha convocado a 35.000 reservistas cuya misi¨®n consistir¨¢ en realizar, en territorio estadounidense, las tareas que abandonen las unidades desplazadas al extranjero.
Bush reuni¨® ayer a su Gobierno por primera vez desde el 11 de septiembre, y ha convocado hoy en su residencia vacacional de Camp David al vicepresidente, Dick Cheney; la asesora de seguridad nacional, Condoleezza Rice; el secretario de Estado, Colin Powell; el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld; el fiscal general, John Ashcroft; el director de la CIA, George Tenet; y el director del FBI, Robert Mueller. Ese gabinete de guerra debatir¨¢ las opciones que han elaborado los jefes de Estado Mayor en el Pent¨¢gono, basadas en las directrices explicitadas por el general Colin Powell: 'Iremos primero contra ese grupo (presumiblemente el de Bin Laden), esa red y quienes hayan acogido y apoyado a la red, para destrozar la trama; luego seguiremos con un asalto global contra todo el terrorismo'. El Pent¨¢gono da por supuesto que ser¨¢ necesario acabar con los Gobiernos que no colaboren activamente en la lucha antiterrorista, lo que implicar¨¢ invasiones y combates terrestres. No habr¨¢, seg¨²n el Departamento de Estado, pa¨ªses neutrales ni fronteras invulnerables.
Un elemento es fundamental para entender que este conflicto no se afronta con las cautelas de la guerra del Golfo y dem¨¢s intervenciones exteriores de las ¨²ltimas dos d¨¦cadas. El miedo de los estadounidenses a perder miles o decenas de miles de sus soldados en territorio extranjero, injertado en lo m¨¢s profundo del alma colectiva por la guerra de Vietnam, ha desaparecido por completo.
Estados Unidos ha sufrido un brutal ataque directo, y el 70% de la poblaci¨®n, seg¨²n un sondeo realizado por The Washington Post, est¨¢ dispuesta a respaldar una guerra, sea cual sea su precio en vidas o en d¨®lares. En este sentido, el Pent¨¢gono no descarta que m¨¢s pronto o m¨¢s tarde puedan producirse bombardeos quir¨²rgicos o ataques a distancia con misiles, pero trabaja con la hip¨®tesis de que ser¨¢ necesario disponer de tiempo para atraerse el apoyo militar y log¨ªstico de numerosos pa¨ªses, y que al final del camino espera una guerra con duros combates terrestres, quiz¨¢ en varias zonas del mundo simult¨¢neamente. De forma extraoficial, portavoces del Pent¨¢gono indican que 'si hace falta entrar en pa¨ªses como Afganist¨¢n, Sud¨¢n, Argelia, Yemen, Pakist¨¢n u otros, se entrar¨¢'.
Lista de aliados
La Casa Blanca necesita forjar una ampl¨ªsima coalici¨®n internacional. Bush cuenta con el apoyo de todos sus aliados tradicionales y parece haberse asegurado, de momento, el respaldo de Rusia, que libr¨® una larga y est¨¦ril guerra en Afganist¨¢n, uno de los pa¨ªses considerados 'enemigos', y domina el territorio al norte de dicho pa¨ªs. El secretario de Estado, Colin Powell, convers¨® ayer telef¨®nicamente con los ministros de Exteriores de numerosos pa¨ªses, entre ellos los de Pakist¨¢n e India. Pakist¨¢n figura en la lista de aliados de los Estados Unidos, pero es a la vez uno de los m¨¢s firmes apoyos exteriores de los talib¨¢n de Afganist¨¢n y ha alojado en su territorio bases terroristas.
Powell dijo que el r¨¦gimen militar paquistan¨ª se hab¨ªa mostrado dispuesto a 'cooperar', aunque a¨²n no hab¨ªa respondido positivamente a las peticiones concretas formuladas por Estados Unidos: la de recibir informaci¨®n sobre la red de Osama Bin Laden y la de disponer libremente del espacio a¨¦reo paquistan¨ª si es necesario emprender una campa?a contra el contiguo Afganist¨¢n. El general Pervez Musharraf, presidente del pa¨ªs, deber¨¢ elegir entre dos malas opciones: enfrentarse con su propia poblaci¨®n, sentimentalmente del lado de los talib¨¢n, o apuntarse en la lista de gobiernos que Washington dice estar dispuesto a derribar.
Powell contact¨® tambi¨¦n con el gobierno de la India, principal enemigo de Pakist¨¢n. Y habl¨® con los ministros de Exteriores de Arabia Saud¨ª, T¨²nez, Marruecos, Qatar, Bahrein y los Emiratos ?rabes Unidos, para instarles a que acabaran con cualquier tipo de apoyo que sus gobiernos o sus ciudadanos pudieran estar prestando a grupos isl¨¢micos extremistas.
![El presidente, George W. Bush, junto a su esposa y a los ex presidentes George Bush (su padre), Bill Clinton y sus respectivas esposas, ayer en la catedral de Washington.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/6ER3LSYO56DOPTSJPTGMLC22T4.jpg?auth=0425cd2b1cebb81a4e06610753ffaae0faeae02dff9304538e1509d10541ea97&width=414)
![Los congresistas y senadores entran en el Capitolio.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/4CKJAFOYA3D6MLASLERCFL5FFQ.jpg?auth=b4b7a181248808084c99bdc58705336814872e589c77f77d0a6ea0b30a1b007d&width=414)
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