Pakist¨¢n pide a Kabul la entrega de Bin Laden para evitar una cat¨¢strofe
Islamabad anuncia su determinaci¨®n de cerrar la frontera a los refugiados afganos
Una delegaci¨®n oficial paquistan¨ª dar¨¢ hoy un ultim¨¢tum al r¨¦gimen talib¨¢n para que entregue al terrorista saud¨ª Osama Bin Laden. Se trata del primer fruto del compromiso de colaboraci¨®n con EE UU anunciado el d¨ªa anterior por Pakist¨¢n, una decisi¨®n que ha puesto de relieve las presiones pol¨ªticas a las que se enfrenta el Gobierno del general Pervez Musharraf. ?ste busc¨® ayer el apoyo de l¨ªderes religiosos, pol¨ªticos y de opini¨®n para crear un consenso nacional y evitar una crisis que fracture irremediablemente al pa¨ªs, mientras se suceden las protestas en la calle.
La misi¨®n paquistan¨ª intentar¨¢ entrevistarse con el l¨ªder espiritual de los talib¨¢n, el jeque Mohamed Omar, en Kandahar (al sur de Afganist¨¢n). Seg¨²n diversas fuentes, le dar¨¢n tres d¨ªas para que decida.
La radio nacional de Pakist¨¢n anunciaba anoche su determinaci¨®n de cerrar sus fronteras a los todos los refugiados afganos.
La idea del ultim¨¢tum gusta tan poco a los responsables talib¨¢n como el hecho de que la delegaci¨®n vaya a estar encabezada por el jefe de los servicios secretos paquistan¨ªes, el general Mahmud Ahmad. Este extremo no ha sido confirmado oficialmente, pero se apoya en el hecho de que la agencia de Informaci¨®n Interservicios (ISI, en sus siglas inglesas), que dirige el general Ahmad, ha sido el principal valedor de la milicia desde su fundaci¨®n.
Diversas investigaciones period¨ªsticas atribuyen a los servicios de seguridad paquistan¨ªes, a menudo considerados como un Estado dentro del Estado, el mantenimiento de la maquinaria de guerra de los talib¨¢n e incluso la utilizaci¨®n de la milicia para sus propios fines.
Se da adem¨¢s la circunstancia de que el general Ahmad se encontraba en Estados Unidos en el momento de los atentados terroristas y se qued¨® bloqueado en ese pa¨ªs por la suspensi¨®n de las conexiones a¨¦reas. Durante los d¨ªas pasados ha participado en las reuniones que el embajador paquistan¨ª en Washington, Maleeha Lodhi, ha mantenido con altos funcionarios del Departamento de Estado, entre ellos el vicesecretario Richard Armitage.
'No s¨¦ si les recibir¨¢ el jeque Omar o tan s¨®lo el ministro de Exteriores; tal vez s¨ª, porque este asunto se ha convertido en su prioridad en este momento. Lo que est¨¢ claro es que el nivel de la representaci¨®n no va a gustar nada a los talib¨¢n; qu¨¦ menos que enviar a alguien con rango ministerial para ver al menos a un ministro', manifest¨® a EL PA?S una fuente cercana al movimiento, que se mostr¨® bastante esc¨¦ptica sobre los resultados del viaje.
El hecho de aceptar llevar a cabo esta mediaci¨®n da una idea de la seriedad del compromiso adquirido por el general Musharraf, quien en la pasada noche del s¨¢bado al domingo recibi¨® una llamada del presidente norteamericano, George W. Bush, para agradecerle su buena disposici¨®n. No est¨¢ tan claro que sus conciudadanos tengan la misma opini¨®n al respecto.
Musharraf no convence
'Es cierto que comentaristas y dirigentes pol¨ªticos se muestran comprensivos [con la decisi¨®n de Musharraf], pero no sucede lo mismo con las bases', asegura a EL PA?S el reputado periodista y analista pol¨ªtico paquistan¨ª Ahmed Rashid. El autor de Los talib¨¢n califica la situaci¨®n de 'muy mala' y se muestra preocupado porque 'el ambiente de la calle es muy antiamericano'. 'Musharraf no ha convencido a la gente', se lamentaba Rashid.
Tal vez tratando de enmendar ese vac¨ªo, el presidente paquistan¨ª se reuni¨® ayer, de forma sucesiva, con ulemas, directores y editores de peri¨®dicos y l¨ªderes de partidos pol¨ªticos, incluido el presidente de la Alianza para la Restauraci¨®n de la Democracia (ARD, en la oposici¨®n). El objetivo de la cita era tratar de crear un consenso nacional sobre la postura del pa¨ªs ante las peticiones de Estados Unidos en su busca y captura de Bin Laden.
Tras la reuni¨®n, fuentes period¨ªsticas paquistan¨ªes dieron cuenta del tono de franqueza con que les habl¨® Musharraf. 'El presidente se ha referido a su limitada capacidad de elecci¨®n ante las pruebas de la implicaci¨®n de Bin Laden y la complicidad de los talib¨¢n', explicaron. La mayor¨ªa de los convocados, un total de 34, expres¨® su comprensi¨®n ante el estado de cosas, pero algunos no escondieron su preocupaci¨®n ante el riesgo de represalias.
Pakist¨¢n siempre ha negado las acusaciones de que arma y aconseja a los talib¨¢n, los milicianos que surgieron de sus escuelas religiosas en 1994 y desde entonces se han hecho con el control del 90% de Afganist¨¢n, a pesar de su falta inicial de preparaci¨®n militar. Ahora, tras los grav¨ªsimos atentados de Nueva York y Washington, la presi¨®n de Estados Unidos se ha hecho insoportable.
'No pod¨ªamos hacer otra cosa, porque nos han amenazado; somos los m¨¢s afectados por la guerra afgana y a¨²n no nos hemos recuperado. Pakist¨¢n est¨¢ en la bancarrota y ha habido amenazas econ¨®micas', declar¨® Mohamed Khan, l¨ªder de un grupo religioso moderado, a la BBC.
Reconocimiento talib¨¢n
Sin embargo, ya con anterioridad se hab¨ªa abierto un debate entre la ¨¦lite pol¨ªtica afgana sobre el coste del apoyo a los talib¨¢n. Pakist¨¢n es uno de los tres pa¨ªses que reconocen ese r¨¦gimen (junto con Arabia Saud¨ª y los Emiratos ?rabes Unidos) y el ¨²nico que mantiene un embajador en la capital afgana. Crecientemente, voces entre los intelectuales, los sectores m¨¢s liberales e incluso en la propia Administraci¨®n paquistan¨ª ven¨ªan subrayando el precio de esa pol¨ªtica.
Mientras Pakist¨¢n debate sus propias contradicciones, la crisis empieza a tener efectos visibles. Numerosas multinacionales con oficinas en Pakist¨¢n, entre ellas media docena de empresas petroleras, han empezado a evacuar a su personal expatriado.
La prensa paquistan¨ª se hac¨ªa eco ayer de un notable incremento en las reservas de plaza de los vuelos que salen del pa¨ªs con destino a ciudades como Tokio, Dubai, as¨ª como a Londres y otras capitales europeas. Las compa?¨ªas a¨¦reas Lufthansa y British Airways han suspendido sus transportes de carga con Pakist¨¢n.
No hay constancia de movimientos extraordinarios de personal diplom¨¢tico ni de las Naciones Unidas. Los embajadores de la Uni¨®n Europea mantuvieron el s¨¢bado una reuni¨®n para estudiar la situaci¨®n y optaron por establecer una 'situaci¨®n de prealerta', seg¨²n fuentes italianas. Se trata de pedir a sus nacionales que tengan el equipaje preparado, est¨¦n atentos a los acontecimientos y se mantengan en contacto con sus embajadas por si fuera necesaria la evacuaci¨®n.
Una espa?ola residente en Lahore manifest¨® a este diario haber recibido una llamada de la embajada en la que se le anunciaba la posibilidad de una evacuaci¨®n con destino a India v¨ªa terrestre. 'Me pareci¨® rid¨ªculo; pregunt¨¦ que si de all¨ª se nos trasladar¨ªa a Espa?a y me respondieron que ya se ver¨ªa', relat¨® indignada por lo precipitado de la medida.
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