Fulgor y ca¨ªda de Pilar Valiente
Las amistades y los favores al PP marcan la trayectoria pol¨ªtica de la ex presidenta de la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores
Entre 1983 y 2001, la historia pol¨ªtica de Pilar Valiente, presidenta de la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV) hasta el mi¨¦rcoles pasado, puede explicarse f¨¢cilmente en clave de amistad y de servicios prestados al Partido Popular. Durante los Gobiernos socialistas, Pilar -o Pilita, como se le conoce en su c¨ªrculo de inspectores fiscales pr¨®ximos- utiliz¨® su probada influencia en el cuerpo de inspectores fiscales para desgastar a la Administraci¨®n p¨²blica. Huelgas, protestas, manifestaciones... Con Pilar al frente de la APIFE (Asociaci¨®n Profesional de Inspectores de Finanzas del Estado) los inspectores fiscales, un cuerpo bien remunerado y mimado por las autoridades pol¨ªticas socialistas, se convirti¨® en una m¨¢quina reivindicativa que obstaculiz¨® los intentos de racionalizar la organizaci¨®n desde el Estado de la lucha contra el fraude. Algunos inspectores recuerdan todav¨ªa c¨®mo mantuvo la manifestaci¨®n en contra de la integraci¨®n de los cuerpos de inspectores fiscales, interventores, inspectores de aduanas y seguros el mismo d¨ªa en que ETA asesin¨® a Francisco Tom¨¢s y Valiente, el 14 de febrero de 1996.
El enfrentamiento feroz en la comisi¨®n explica decisiones como el cambio de inspector de Gescartera
Importa mucho conocer el entorno fraternal de Pilita. A su lado figuran inspectores financieros conocidos durante sus a?os en la Escuela de Inspecci¨®n o del sindicato APIFE. Fernando L¨®pez Amor, ex director general de RTVE; Miguel Blesa, hoy presidente de Cajamadrid, o Francisco Guio, un conocido asesor fiscal. Este c¨ªrculo de amistades, a las que hay que sumar su intensa relaci¨®n con Jes¨²s Bermejo, conecta con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, y no con Rodrigo Rato. Aznar y Blesa consolidaron su amistad cuando el hoy presidente del Gobierno era un jefe de servicio en el Ministerio de Hacienda y el presidente de Caja Madrid trabajaba en la Direcci¨®n General de Tributos. Hay constancia, asimismo, de que cuando Bermejo y Valiente preparan a comienzos de 1997 la fallida acusaci¨®n contra el PSOE de la amnist¨ªa fiscal encubierta del PSOE, Aznar recibi¨® en Moncloa la informaci¨®n sobre el caso antes que el propio vicepresidente econ¨®mico.
Pilar Valiente perdi¨® gran parte del prestigio que ten¨ªa en el cuerpo de los inspectores fiscales cuando orquest¨® la acusaci¨®n de la amnist¨ªa fiscal encubierta del PSOE. Muchos inspectores se sintieron falsamente acusados y utilizados en una maniobra pol¨ªtica disparatada, que beneficiaba al Gobierno y al Partido Popular pero perjudicaba a los inspectores. La situaci¨®n de Jes¨²s Bermejo y Pilar Valiente se hizo insostenible en la Agencia Tributaria; y desesperada cuando fueron sorprendidos, un fin de semana por la noche, buscando expedientes relacionados con el caso en la oficina de la Unidad del Fraude. Su versi¨®n fue que estaban buscando la informaci¨®n solicitada por el Congreso; pero en la Agencia Tributaria estaban convencidos de que en realidad quer¨ªan destruir los expedientes tramitados por ambos que tambi¨¦n pod¨ªan interpretarse como una amnist¨ªa fiscal encubierta.
Bermejo y Valiente tuvieron que irse. Fue el precio que pagaron por el servicio prestado al Gobierno. El intento de convencer a la opini¨®n p¨²blica de que el ¨²ltimo Ejecutivo socialista hab¨ªa favorecido a sus 'amiguetes' con favores fiscales fue un completo fracaso. Pero la imputaci¨®n de prevaricaci¨®n tributaria, por infundada que fuese, formaba parte de una campa?a m¨¢s amplia de crispaci¨®n social. Dicen que cuando dej¨® la Direcci¨®n General de la Inspecci¨®n, Rato le ofreci¨® la Direcci¨®n General del Catastro, que no acept¨®. El caso es que s¨ª acept¨® el cargo de consejera de la CNMV en diciembre de 1998. Y aqu¨ª inici¨® su ¨²ltimo servicio -por ahora- al Gobierno del PP.
Desde el momento en que Pilar Valiente, nombrada por Rodrigo Rato, ocup¨® su puesto en el Consejo, en la Comisi¨®n empezaron a formarse y cristalizar dos bandos. Uno estaba formado por el presidente, Juan Fern¨¢ndez-Armesto, y Jos¨¦ Manuel Barber¨¢n, consejero y amigo suyo. En el otro formaron Luis Ramallo, vicepresidente de la Comisi¨®n, Pilar Valiente y ... Jos¨¦ Mar¨ªa Rold¨¢n. El ambiente se fue enrareciendo. El grupo de Ramallo, Valiente y Rold¨¢n se opon¨ªa sistem¨¢ticamente a las propuestas del presidente. El enfrentamiento deterior¨® poco a poco el funcionamiento profesional de la CNMV. Para evitar la oposici¨®n de Ramallo y Valiente, Fern¨¢ndez-Armesto se fue acostumbrando a tramitar los expedientes sin contar con una parte de los consejeros y a llevarlos ya resueltos al Consejo. Pero esta forma de actuar dispar¨® las protestas de Ramallo, que en muchas ocasiones acus¨® a Fern¨¢ndez-Armesto de ocultar informaci¨®n al Consejo. Los procedimientos de trabajo, que desde el nombramiento de Armesto se hab¨ªan relajado, fueron destruidos. Los inspectores y supervisores fueron cayendo en uno de los bandos, creci¨® la desconfianza y las normas profesionales desaparecieron.
Este clima de feroz enfrentamiento pol¨ªtico explica decisiones tan descuidadas como el cambio de inspector de Gescartera. David Vives, director de supervisi¨®n de la CNMV, remiti¨® al Consejo de la Comisi¨®n un informe recomendando la apertura de un expediente sancionador y la intervenci¨®n de Gescartera. Fern¨¢ndez-Armesto respaldaba el expediente; pero Pilar Valiente, Luis Ramallo y Jos¨¦ Mar¨ªa Rold¨¢n se opusieron. Antonio Alonso Ureba, secretario del Consejo, con voz, pero sin voto, tambi¨¦n se opone a la intervenci¨®n. Antonio Alonso Ureba es hermano de Alberto Alonso Ureba, abogado de Gescartera y consejero independiente de Endesa.
Despu¨¦s del consejo en el que se examina este informe, Fern¨¢ndez-Armesto decide sustituir a David Vives en la supervisi¨®n de Gescartera por Antonio Botella. Barber¨¢n se opuso. Seg¨²n las fuentes consultadas, el argumento, probablemente l¨®gico, fue que Botella no ofrec¨ªa el perfil adecuado. Era responsable de la Unidad de Vigilancia de los mercados, pero no era experto en balances empresariales y financieros, y ese conocimiento era imprescindible para entender las cuentas de la sociedad de valores. Un consejo unido y un presidente ocupado solamente en sus obligaciones profesionales no hubieran cambiado al responsable de la supervisi¨®n de una sociedad. La pr¨¢ctica habitual es mantener al supervisor, por razones de conocimiento y eficacia.
La tarea de los inspectores de Gescartera hasta la designaci¨®n de Botella fue un infierno. Fuentes de la Comisi¨®n explican que a Vives le era imposible concretar cualquier inspecci¨®n de la sociedad porque 'cuando Vives llamaba a Camacho para pedirle informaci¨®n, ¨¦ste llamaba corriendo a alguno del bando de los opositores'.
El resto es de dominio casi p¨²blico: la incre¨ªble autorizaci¨®n para convertir Gescartera en agencia de valores, las mentiras en el Parlamento, los regalos, la connivencia descarada para favorecer a la sociedad de Pilar Gim¨¦nez-Reyna y Camacho... Pocos creen ya que todos estos errores se cometieran por amistad; s¨®lo se explican por la convicci¨®n de estar sirviendo a un inter¨¦s pol¨ªtico superior.
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