Pakist¨¢n advierte contra cualquier ayuda a la Alianza del Norte

Los signos de acercamiento entre Estados Unidos y la Alianza del Norte preocupan a Pakist¨¢n. El Gobierno de Islamabad dej¨® clara ayer su oposici¨®n a cualquier tipo de ayuda militar a esa coalici¨®n de grupos que luchan contra los talib¨¢n en el norte de Afganist¨¢n. En presencia de la troika comunitaria, el ministro paquistan¨ª de Exteriores, Abdul Sattar, tambi¨¦n advirti¨® contra la imposici¨®n de un Gobierno en ese pa¨ªs si se produjera la ca¨ªda del r¨¦gimen de los talib¨¢n.

'Es muy importante que el mundo entero entienda Afganist¨¢n', dijo Sattar. 'Todos los que han intervenido en ese pa¨ªs y han intentado jugar a apostar por los dirigentes de su preferencia, han pagado un precio muy alto por ello', a?adi¨® en referencia a los fracasos de rusos y brit¨¢nicos en el siglo pasado.

Sus palabras eran sin duda una advertencia a las negociaciones que estos d¨ªas se llevan a cabo bajo los auspicios de la ONU para preparar el Afganist¨¢n postalib¨¢n. Fuentes cercanas a esas reuniones han asegurado a EL PA?S que Pakist¨¢n espera poder influir en la elecci¨®n de los nuevos dirigentes en correspondencia por su colaboraci¨®n con la coalici¨®n internacional.

El jefe de la diplomacia paquistan¨ª explic¨® que estaba preocupado por las informaciones de que la Alianza estaba intentando conseguir ayuda militar exterior para luchar contra los talib¨¢n.

El d¨ªa anterior, varios portavoces de la Alianza hab¨ªan mostrado su disposici¨®n a colaborar con la campa?a norteamericana contra los talib¨¢n y sus palabras tuvieron eco en unas declaraciones del secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld.

'Esos tipos conocen el terreno, podr¨ªan ser ¨²tiles de varias formas', dijo Rumsfeld, dando a entender que EE UU consideraba la posibilidad de trabajar con ellos. Extremo ¨¦ste que inevitablemente llevar¨ªa aparejado dotarles de armas y municiones.

La Alianza, que apenas controla el 10% de Afganist¨¢n pero que tiene el respaldo del Gobierno internacionalmente reconocido, cuenta con 15.000 hombres que manejan un armamento limitado y anticuado, en gran parte de origen sovi¨¦tico.

'Nos tememos que cualquier decisi¨®n por parte de una potencia extranjera de dar asistencia a un lado o a otro constituir¨¢ una receta de gran sufrimiento para el pueblo de Afganist¨¢n', declar¨® Sattar.

Tal posibilidad constituye, en palabras de un periodista local, 'la pesadilla estrat¨¦gica' de Pakist¨¢n. El Gobierno de este pa¨ªs, cuya implicaci¨®n en el pudridero afgano tiene m¨²ltiples ra¨ªces dom¨¦sticas, ve a la Alianza del Norte no s¨®lo como antitalib¨¢n, sino como antipaquistan¨ª, y la vincula con los servicios secretos indios.

Cualquier decisi¨®n precipitada en ese sentido puede dar al traste con la prometida colaboraci¨®n paquistan¨ª que estos d¨ªas negocia una delegaci¨®n militar estadounidense.

'Los paquistan¨ªes quieren tener sus manos dentro [de Afganist¨¢n], sea cual sea el Gobierno que mande', explica a EL PA?S un experto ruso en la zona.

'Sigue existiendo el temor a que se reviva el gran Pastunist¨¢n y para ellos es muy importante la l¨ªnea Durrand', asegura en referencia a la frontera establecida a finales del siglo XIX por los brit¨¢nicos. 'No hay que olvidar que Pakist¨¢n ve amenazada su integridad territorial con esta crisis', a?ade el estudioso.