137.938 personas amenazadas
Los atentados del pasado 11 de septiembre contra las Torres Gemelas y el Pent¨¢gono, donde murieron miles de personas (civiles) son repudiables, rechazables y condenables bajo cualquier punto de vista humano. Por ello, quiero hacerle llegar mi condolencia y solidaridad a las familias de las v¨ªctimas. La defensa de las ideas pol¨ªticas y religiosas nunca podr¨¢ estar legitimada si para conseguirlas se tienen que sacrificar vidas humanas y m¨¢s si son inocentes. Sin embargo, este deseo de la mayor¨ªa de la humanidad choca frontalmente con la realidad diaria.
En estos momentos de tensi¨®n y expectaci¨®n informativa hay mucha gente que se pregunta cu¨¢les pueden ser los motivos reales para que existan grupos de personas que lleguen al extremo de cometer atentados suicidas como los del pasado 11 de septiembre.
La respuesta necesita de un an¨¢lisis profundo y no puede ser tratada con la manipulaci¨®n que los principales medios de informaci¨®n vienen ofreciendo. La condena del acto no debe ocultar la valent¨ªa de buscar las causas que originan hechos como ¨¦ste. Afirmaciones como 'quien no est¨¦ con EE UU est¨¢ con los terroristas' o 'que el atentado ha sido un ataque contra el mundo y la civilizaci¨®n' son afirmaciones muy peligrosas, cuando m¨¢s bien parece demostrado que es un ataque contra EE UU en respuesta a su pol¨ªtica.
El hecho de que este pa¨ªs se haya convertido en la mayor potencia militar y econ¨®mica del mundo, a sangre y fuego, puede que encierre la respuesta a lo que viene ocurriendo.
Desde el total exterminio de millones de ind¨ªgenas americanos durante el siglo pasado a los ¨²ltimos bombardeos sobre Irak, hace tan s¨®lo unas semanas, EE UU lleva acumulado un largo historial de terror sobre el que es necesario reflexionar, pero por falta de espacio no me voy a extender en este an¨¢lisis.
Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, que m¨¢s que presidente del Estado espa?ol parece ser el embajador de los Estados Unidos en Espa?a, ha ordenado la utilizaci¨®n de las bases a¨¦rea y naval de Mor¨®n y Rota para que puedan ser usadas contra cualquier pa¨ªs que decidan: no solamente nos convierte en pa¨ªs agresor, sino que nos sit¨²a en el punto de mira de cualquier atentado terrorista.
Alrededor de la base de Mor¨®n vivimos 137.938 personas, muchas m¨¢s que las que trabajaban en las Torres Gemelas. Y si hasta ese lugar llegaron los kamikazes, ?qui¨¦n nos asegura que no lo har¨¢n aqu¨ª? Esta decisi¨®n del se?or Aznar, tomada sin contar con el Parlamento andaluz ni con el presidente Chaves, de darle a Estados Unidos suelo andaluz, nos hace a los andaluces c¨®mplices de esos cr¨ªmenes que en nombre de no se sabe qu¨¦ derecho internacional vienen cometiendo desde hace m¨¢s de un siglo. Ahora, la excusa para agredir a cualquier pa¨ªs pobre son estos atentados, pero ?cu¨¢les son los otros motivos por los que EE UU, sin respetar ning¨²n acuerdo internacional, ha humillado, pisoteado y matado de hambre a medio mundo?
Tambi¨¦n el d¨ªa 11 de septiembre de 2001, seg¨²n la FAO, murieron en el mundo por falta de alimentos 35.615 ni?os. ?stos, por supuesto, eran de pa¨ªses pobres y por ellos no hubo ning¨²n art¨ªculo en la prensa, ninguna manifestaci¨®n de solidaridad, ning¨²n minuto de silencio, ning¨²n mensaje del Papa, ni se moviliz¨® el ej¨¦rcito. De este atentado diario, ?qui¨¦nes son los culpables?
El mundo necesita un nuevo orden mundial basado en el respeto a las diferentes culturas y a su desarrollo econ¨®mico, en la justicia, en las libertades, la consideraci¨®n a los Derechos Humanos y a la Naturaleza. La Uni¨®n Europea deber¨ªa jugar este papel, porque seguir de la mano de Estados Unidos s¨®lo nos traer¨¢ violencia, que es la semilla que han venido sembrando desde hace siglos. Pero, sobre todo, somos los ciudadanos y ciudadanas y las organizaciones sociales, pol¨ªticas, sindicales, cristianas, etc¨¦tera, las que debemos salir a la calle para gritar con fuerza ese nuevo mundo que entre todos tenemos que construir.
Diego Ca?amero Valle es secretario general del Sindicato de Obreros del Campo (SOC).
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