El Animal no aprende
El Cruzeiro echa a Edmundo a los 80 d¨ªas de firmar por fallar adrede un penalti
A Edmundo Alves, un delantero potente de 30 a?os, le apodan El Animal. Y un animal siempre se comporta, incluso en un campo de f¨²tbol, siguiendo sus propias leyes. Unas leyes inexplicables. El pasado martes fall¨® deliberadamente un penalti durante un encuentro entre su equipo actual, el Cruzeiro, y el anterior, el Vasco da Gama.
'Nunca le marcar¨ªa un gol al Vasco', aclar¨® despu¨¦s Edmundo, que lanz¨® la pena m¨¢xima flojito y por el centro para que el portero pudiera coger el bal¨®n. Su club le ha despedido. 'Nos ha ofendido. No volver¨¢ a vestir la camiseta del Cruzeiro', afirm¨® su vicepresidente, Alvimar Perrela.
En realidad, ¨¦sta no ha sido la primera excentricidad del delantero brasile?o, que acumula un largo curr¨ªculo de fechor¨ªas.
Goles y borracheras. Goles e insultos a sus compa?eros -a Roberto Carlos le dio un pu?etazo- y a los t¨¦cnicos. Goles y Edmundo al volante de un coche que atropella y mata a tres personas. Goles y golpes a un c¨¢mara de televisi¨®n. Goles y litigios econ¨®micos con sus antiguos clubes. Goles y tratamientos psiqui¨¢tricos. Y ahora, goles y a la calle.
A Edmundo le ha despedido el Cruzeiro 80 d¨ªas despu¨¦s de aterrizar en ¨¦l por fallar a prop¨®sito un penalti, aplaudir a los hinchas del Vasco que le aclamaban con gritos de 'Edmundo, Edmundo' mientras los suyos perd¨ªan por 3-0 -tres goles de Romario- y rematar la faena apostillando tras el choque: 'Nunca le marcar¨ªa un gol al Vasco', el conjunto en el que debut¨® como futbolista profesional.
El delantero, que posee la mejor marca goleadora del campeonato de su pa¨ªs en una temporada, con 29 tantos, lleg¨® al Cruzeiro procedente del N¨¢poles hace algo m¨¢s de dos meses. Entonces mostr¨® su voluntad de cambiar su borrascosa biograf¨ªa y puntualiz¨®: 'Ya no quiero ser m¨¢s un chico malo'. Ochenta d¨ªas, un poco m¨¢s de dos meses, le han bastado para desbaratar sus presuntas buenas intenciones.
Hace dos a?os ya tuvo Edmundo que visitar a un psiquiatra que determin¨® que sufr¨ªa 'un desv¨ªo de la personalidad y una dificultad para relacionarse socialmente'. Quiz¨¢ porque conoce su diagn¨®stico es por lo que el jugador obliga a los clubes con los que firma a incluir una cl¨¢usula en sus contratos de 'libertad total'. Una libertad que se traduce en hacer lo que le venga en gana una vez finalizados los entrenamientos. Y es que no quiere que nadie controle su vida privada una vez abandonado el recinto deportivo. Y los clubes, por ahora, han consentido en incluir la famosa cl¨¢usula.
En lo que no parece que vaya nadie a transigir es en que el jugador se niegue a marcarle un gol a un equipo porque tenga alg¨²n tipo de vinculaci¨®n sentimental con ¨¦l. Desde luego, el Cruzeiro, no.
As¨ª, el futuro de Edmundo podr¨ªa estar ahora precisamente en el Vasco, del que tambi¨¦n fue despedido en su d¨ªa porque lo denunci¨® por falta de pago, en sustituci¨®n de otro goleador original, Romario, que se prev¨¦ que se vaya al Flamengo.
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