Aires de 'blues'

El piano de Chano Dom¨ªnguez suena antes que nada a jazz. Es l¨®gico, es la m¨²sica de procedencia de este gaditano que ahora incursiona con frecuencia en lo espa?ol y lo flamenco. El mismo origen tienen sus acompa?antes, Javier Colina y Guillermo McGill. Los tres forman un conjunto excepcional, que en los eventos flamencos nos traslada esta m¨²sica con acento sumamente sugestivo. Los compases de buler¨ªas y de alegr¨ªas, por ejemplo, aparecen de vez en cuando entre aires de blues u otros temas americanos, que prevalecen. Tambi¨¦n la mec¨¢nica del tr¨ªo se aproxima a la de grupos reducidos de jazz, con largos solos individuales y alguna improvisaci¨®n, pero poco importa -m¨¢s bien se agradece- con m¨²sicos tan excelentes.

Tomatito hizo un cl¨¢sico concierto suyo. Poca guitarra en solitario y mucha m¨²sica r¨ªtmica con Bernardo Parrilla al viol¨ªn, Pira?a a la percusi¨®n, Colina -otra vez extraordinario- al contrabajo y Joselito Fern¨¢ndez en el baile, m¨¢s un buen cantaor que nadie present¨®. Un excelente grupo cuyo ¨²nico inconveniente es que todo lo que toc¨® fue r¨¢pido y r¨ªtmico, con lo que estamos ante el problema, ya casi cotidiano, de que parecieran s¨®lo existir cuatro o cinco palos flamencos muy semejantes entre s¨ª. Tomatito y los suyos tocaron bien, por supuesto, pero si seguimos as¨ª la guitarra flamenca en solitario se empobrecer¨¢ irremediablemente, porque acabar¨¢ teniendo vigencia s¨®lo en el flamenco festero.