Espa?a recupera todo su prestigio
La selecci¨®n de hockey sobre patines gana el Mundial de Argentina tras 12 a?os de sequ¨ªa
Doce a?os resulta una larga espera cuando todo el mundo la cree absolutamente innecesaria. Al hockey sobre patines espa?ol le ha ocurrido eso. A nivel internacional la selecci¨®n espa?ola siempre ha gozado de un gran prestigio, que en la ¨²ltima d¨¦cada nunca acababa correspondi¨¦ndose con los resultados. Hasta que el pasado domingo, el grupo dirigido por Catxo Ordeig cogi¨® un testigo que permanec¨ªa inalcanzable desde Carles Trullols (1989) y se proclam¨® campe¨®n del Mundo venciendo a Argentina en su propia casa por 3-2 en los penaltis ante 7.000 gargantas locales y una ola de banderas celestes. Con todo en contra, Espa?a logr¨® su 11? t¨ªtulo mundial.
Su ¨¦xito no result¨® una sorpresa porque este mismo equipo ya gan¨® el Europeo el a?o pasado en Suiza. Pero es cierto que un buen pu?ado de aficionados hab¨ªan estado esperando en vano durante muchos a?os que equipos compuestos por jugadores te¨®ricamente superiores a los actuales les ofrecieran una satisfacci¨®n de similar nivel.
Cuando Ordeig, ex jugador del Voltregr¨¤, fue nombrado seleccionador nacional hace dos a?os en sustituci¨®n de Miquel Umbert, el hockey sobre patines espa?ol vivi¨® una revoluci¨®n. Ordeig decidi¨® formar un nuevo equipo y acab¨® de un plumazo con una generaci¨®n de nombres relumbrantes como Edo, C¨¢ceres, Pol¨¢n, Gabald¨®n o Martinell, que no lograron sobrepasar el list¨®n de un subcampeonato en el Mundial. De la mano de Umbert, Espa?a perdi¨® en Reus la final de 1999, y el equipo asumi¨® lo mejor que pudo el t¨ªtulo que les arrebat¨® Argentina.
Qued¨® una cierta ansia de revancha. Pero no fueron ellos quienes la llevaron a cabo, sino la generaci¨®n que les ha seguido: el equipo de Ordeig. Un grupo homog¨¦neo, compuesto por jugadores repartidos entre los equipos de la m¨¢xima categor¨ªa nacional, que ha logrado convertir la selecci¨®n en una aut¨¦ntica pi?a. 'Formamos un equipo super joven', reconoci¨® ayer en Catalunya R¨¤dio Iv¨¢n Tibau, jugador de Lloret, que milit¨® en el Igualada y ahora est¨¢ en el Blanes. 'S¨®lo tres hab¨ªamos estado en alg¨²n Mundial [¨¦l, y los azulgrana Borrag¨¢n y Benito]. Pero siempre nos hemos sentido muy unidos. Formamos una pi?a muy bonita. Y eso se ha reflejado en la pista. Creo que al final nos merecimos el t¨ªtulo'.
La victoria en la final frente a Argentina le lleg¨® a Espa?a en la tanda de penaltis. El partido concluy¨® con empate a dos goles (2-2) y el marcador se mantuvo inamovible durante toda la pr¨®rroga. El desenlace definitivo lleg¨® cuando Tibau lanz¨® un trallazo imparable y transform¨®, en el cuarto, el ¨²nico penalti de la tanda. 'Es el gol m¨¢s importante de mi vida', coment¨® el jugador, todav¨ªa con una emoci¨®n poco disimulada. 'Fue un premio al trabajo que hab¨ªamos realizado durante todo el torneo'.
Fue tambi¨¦n la consolidaci¨®n definitiva de una selecci¨®n que ha dejado de nutrirse s¨®lo de uno o dos equipos. Ahora, hay jugadores del Blanes, del Voltreg¨¤, del Vic, del Igualada y del Infante de Sagres portugu¨¦s que, curiosamente, hace la mayor aportaci¨®n de jugadores (Masoliver, Teixid¨® y Gil).
Pero esta diversidad viene potenciada por dos hechos muy concretos: que los buenos jugadores est¨¢n mucho m¨¢s repartidos entre los equipos de la Liga espa?ola; y que Catxo Ordeig les conoce a todos de su paso por las selecciones de las categor¨ªas inferiores. En este ¨²ltimo aspecto, radica la mayor parte del ¨¦xito de esta selecci¨®n. La mayor¨ªa son jugadores nuevos. Pero hace tiempo que conviven en los equipos nacionales y utilizan el mismo lenguaje.
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