Las grandes constructoras se imponen a las firmas locales en las obras civiles

Las grandes constructoras de ¨¢mbito estatal copan los concursos m¨¢s importantes que adjudica la Generalitat. El seguimiento de las adjudicaciones de trabajos por parte de la Consejer¨ªa de Obras P¨²blicas durante un periodo de dos a?os y medio revela que la empresa Pavasal es con notable diferencia la que m¨¢s obras ejecuta. Otras sociedades como Hormigones Mart¨ªnez, Lubasa o Cyes acometen buen n¨²mero de trabajos. Pero las obras con presupuestos superiores a mil millones son copadas por constructoras con sede en Madrid, con la ¨²nica excepci¨®n, una vez m¨¢s, de Pavasal.

Las obras objeto de an¨¢lisis son exclusivamente las adjudicadas por la Consejer¨ªa de Obras P¨²blicas y la Entidad de Saneamiento de Aguas Residuales (Emarsa) durante un plazo de dos a?os y medio entre 1997 y 1999. Otros muchos organismos p¨²blicos, desde empresas a ayuntamientos, adjudican obra de todo tipo. Pero a pesar de lo restringido de la muestra se aprecian ciertas tendencias.

Pavasal, de la familia Quesada y con sede en Valencia, es la ¨²nica constructora auton¨®mica que logr¨® acceder en solitario a una obra con un presupuesto superior a 1.500 millones de pesetas. En solitario sum¨® adjudicaciones por un total de 2.785 millones, entre las que se cuentan obras de apenas 18 millones de presupuesto.

El tope de adjudicaci¨®n para las empresas valencianas parece rondar los 500 millones. Una constructora familiar con sede en Alicante, Hormigones Mart¨ªnez, por ejemplo, super¨® los 2.100 millones en volumen de adjudicaciones en solitario durante el periodo tomado como muestra, pero s¨®lo se le adjudicaron dos obras superiores a 500 millones y s¨ª varias comprendidas entre 20 y 50 millones.

El mismo caso se produce para el tercer mayor adjudicatario en solitario, la empresa de Luis Batalla, con sede en Castell¨®n, que s¨®lo ejecut¨® una obra superior a 500 millones pero acumul¨® contratos por un montante pr¨®ximo a 1.700 millones.

La posibilidad de constituir un gran grupo de constructores valencianos para afrontar las obras civiles m¨¢s importantes nunca ha logrado prosperar. S¨®lo algunas empresas locales logran despuntar, pero los contratos multimillonarios son asumidos por empresas estatales.

En solitario la empresa de Florentino P¨¦rez, ACS -que antes se llamaba OCP- y Ferrovial resultan ser las mayores adjudicatarias en el periodo analizado. Les siguen Fomento de Construcciones y Contratas, Necso y Dragados.

Pero la mayor¨ªa de las obras mil millonarias suelen ejecutarse a trav¨¦s de uniones temporales de empresas. Necso, de la familia Entrecanales, y Ferrovial resultan ser de nuevo los socios ideales en territorio valenciano.

Las alianzas se suelen organizar entre las grandes -Necso y ACS son socios habituales en territorio valenciano-, pero tambi¨¦n constituyen la puerta de entrada para las empresas valencianas que no pueden afrontar en solitario obras de gran importancia.

La empresa Sedesa de la familia Cotino, director general de la Polic¨ªa, cerr¨® alianzas para ejecutar obras con un presupuesto global superior a 3.000 millones con Fomento de Construcciones y Contratas y con Ferrovial. En el periodo analizado no recibi¨® ninguna adjudicaci¨®n directa en solitario.

Pero la empresa valenciana que mayor partido parece haber obtenido de las alianzas con grandes constructoras es Torresc¨¢mara, de Juan C¨¢mara, quien ejerce en la actualidad como presidente de la Federaci¨®n de Contratistas Valencianos (Fecoval). Torresc¨¢mara obtuvo apenas cuatro obras menores en el plazo analizado con un presupuesto global de 268 millones. Pero a trav¨¦s de uniones temporales accedi¨® a obra mil millonarias junto a Ferrovial y Elsan, otra sociedad de ¨¢mbito estatal especializada en el tratamiento del asfalto.

Pavasal, Hormigones Mart¨ªnez y Lubasa, los tres primeros adjudicatarios valencianos en solitario, constituyeron uniones temporales en el plazo analizado con las que lograron obras por un montante superior a los 600 millones. Pero su caso es ¨²nico.

Empresas como las valencianas Cyes, de Felipe Almenar; o Comsa, de Aurelio Gonz¨¢lez; y Enrique Ortiz e Hijos, de Alicante, sumaron vol¨²menes apreciables de contrataci¨®n en solitario acumulando varias obras de presupuestos inferiores a los 300 millones.

La valenciana Romymar, de Ram¨®n Romero, logr¨® en solitario una obra de cerca de 700 millones de presupuesto y otra cercana a los 2.000 en alianza con Pridesa, otra constructora que act¨²a en el conjunto del Estado. Como la tambi¨¦n valenciana Rover Alcisa, de Alfredo Rodr¨ªguez, que logr¨® un contrato pr¨®ximo a los 700 millones. Pero apenas acumularon obras menores y sus cuentas no se dispararon.

La valenciana Cleop, de Carlos Turr¨®, apenas remontar¨¢ el vuelo a tenor de las obras que recibi¨® en el periodo analizado.