Los cazas norteamericanos cargan bombas m¨¢s ligeras para limitar 'da?os colaterales'

Las fuerzas estadounidenses siguieron bombardeando ayer varias ciudades afganas. Los ataques se realizaron, sin embargo, con proyectiles m¨¢s ligeros que en jornadas anteriores, para limitar los 'da?os colaterales' y errores como la bomba de 900 kilos que en la madrugada del s¨¢bado se desvi¨® por razones desconocidas y destruy¨® un grupo de chabolas en las afueras de Kabul. Fuentes militares tambi¨¦n explicaron que la reducci¨®n se debe a que cada vez restan menos objetivos que destruir. Kandahar, al sur de Afganist¨¢n, fue ayer la ciudad m¨¢s castigada por los bombardeos.

'Hemos revisado a fondo las ordenanzas y el tipo de armas que podemos utilizar, para afinar los ataques y mantenerlos en el m¨ªnimo necesario', dijo el capit¨¢n T. C. Bennett, jefe de la fuerza ¨¢rea a bordo del portaaviones Carl Vinson, que navega por el mar Ar¨¢bigo. Los cazabombarderos del citado portaaviones, y supuestamente todos los dem¨¢s, cargan desde el s¨¢bado 'bombas inteligentes' (guiadas por l¨¢ser) de 400 y 200 kilos. Las gigantescas bombas de casi una tonelada, guiadas por sat¨¦lite, una de las cuales cay¨® sobre unas chabolas, se mantienen en reserva.

Los expertos del Pent¨¢gono siguen investigando las causas del error, el primero reconocido por Estados Unidos en esta guerra, y todo apunta por el momento a un fallo en el sistema inform¨¢tico incorporado al proyectil.

El capit¨¢n Bennett indic¨® que la reducci¨®n de la potencia de la munici¨®n se deb¨ªa a la voluntad de reducir al m¨¢ximo el n¨²mero de v¨ªctimas civiles, pero tambi¨¦n a la falta de objetivos blindados en territorio afgano. 'No quedan muchos muros que destruir', dijo un oficial del portaaviones. Las bombas JDAM de 900 kilos que se utilizaron durante la primera semana se incrustan en el terreno o en el interior de las fortificaciones antes de estallar, y son consideradas la munici¨®n m¨¢s efectiva contra los b¨²nkeres. Portavoces del Pent¨¢gono admitieron que su uso ten¨ªa tambi¨¦n la finalidad de desmoralizar a las milicias talibanes. La onda expansiva de una JDAM alcanza un radio superior al kil¨®metro y puede provocar hemorragias, sordera y conmoci¨®n a las personas situadas dentro del ¨¢rea afectada.

Kandahar, una ciudad al sur de Afganist¨¢n que fue sede de la familia real y actualmente es el basti¨®n de los talibanes, sufri¨® ayer los bombardeos m¨¢s intensos. Seg¨²n la agencia de noticias afgana, escuadrillas de cazabombarderos atacaron durante siete horas consecutivas objetivos en la ciudad y sus alrededores. El aeropuerto de Herat, al oeste del pa¨ªs, fue objeto de cinco oleadas de ataques desde las tres de la madrugada del domingo, seg¨²n las mismas fuentes.

En Jalalabad, muy cerca de la frontera oriental con Pakist¨¢n, una escuadrilla lanz¨® varias bombas sobre una base militar y otras dos en las afueras, donde hay instalados varios campamentos relacionados con Al-Qaeda. Al menos seis personas resultaron heridas, seg¨²n testigos citados por la agencia Reuters. 'Otros mil d¨®lares desperdiciados', coment¨® entre risas a la misma agencia Hafiz Ahmed Jan, guerrillero talib¨¢n. 'Todo Afganist¨¢n son monta?as y piedras. No hay nada m¨¢s. No encontrar¨¢n nada', coment¨® el guerrillero.

Defensas mermadas

A primeras horas de la ma?ana, un solo cazabombardero sobrevol¨® Kabul, aparentemente en busca de 'objetivos de oportunidad', y suscit¨® algunos disparos antia¨¦reos muy espor¨¢dicos. Aparentemente, las defensas de Kabul est¨¢n muy mermadas. Se trataba de la octava acci¨®n a¨¦rea sobre la capital afgana. Algunas de estas incursiones fueron presenciadas por miembros de la Alianza del Norte.

El Gobierno talib¨¢n afirma que al menos 300 personas, entre militares y civiles, han muerto desde que comenzaron los bombardeos. Esa cifra es incomprobable, pero todos los indicios apuntan a que las v¨ªctimas pueden ser numerosas. El Pent¨¢gono insiste en que sus objetivos son estrictamente militares y en que trata de evitar, en lo posible, los da?os a civiles. Los pilotos de los cazabombarderos con base en portaaviones como el Carl Vinson aseguran que los objetivos militares son f¨¢cilmente identificables desde el aire y que se distinguen bien de los civiles.