Inter¨¦s y revanchismo

El asunto de las cajas de ahorro, y m¨¢s concretamente el de la fusi¨®n o no de las dos cajas sevillanas, es un tema recurrente, que aparece c¨ªclicamente, y que, como buen culebr¨®n, depara sorpresas, perlas y boutades de vez en cuando. No obstante, se trata de un culebr¨®n de ¨ªnfima calidad, ya que, en contra de lo que ocurre con las buenas series, que despiertan el inter¨¦s de la audiencia y la enganchan, en el caso de las cajas cada vez interesa menos a una ciudadan¨ªa hastiada de esc¨¢ndalos y de mangoneos en la cosa p¨²blica, en la cosa semip¨²blica y en la cosa privada.

En esta ocasi¨®n me han llamado poderosamente la atenci¨®n unas declaraciones de Manuel Chaves, que es presidente de la Junta de Andaluc¨ªa, 'de momento' (como S¨¢nchez Monteseir¨ªn es candidato 'de momento' a la alcald¨ªa). Ha dicho Manuel Chaves que tiene 'la impresi¨®n de que no est¨¢ habiendo toda la trasparencia debida en el proceso electoral'. Hay que aclarar inmediatamente (para los asesores de San Telmo, no vayan a querer ver fantasmas) que se trata del proceso electoral para la designaci¨®n de los compromisarios que acudir¨¢n a las respectivas Asambleas de El Monte y Caja San Fernando para elegir a los nuevos ¨®rganos de gobierno de las mismas.

Y lo que ha dicho es una irresponsabilidad. El presidente de todos los andaluces; la persona que ostenta la m¨¢s alta representaci¨®n de nuestra comunidad aut¨®noma, debe tener un exquisito cuidado con las declaraciones que hace, porque una palabra suya puede afectar a la estabilidad de un sector, o modificar el curso de un proceso de cualquier ¨ªndole. Por tanto, y con m¨¢s raz¨®n en una materia tan sensible como el proceso de reordenaci¨®n del sistema financiero andaluz, Chaves deber¨ªa haber empleado el cuidado m¨¢s exquisito y el lenguaje m¨¢s prudente y moderado a la hora de valorar la evoluci¨®n o las incidencias del mismo. Desde esta perspectiva, que creo admite pocas dudas, la actuaci¨®n de Chaves s¨®lo puede calificarse bien de irresponsable, o bien de interesada, y salvo que pensemos que Chaves carece de las aptitudes exigibles al alto cargo p¨²blico que ocupa, no podemos sino concluir que lo que pretende es intervenir en el proceso de fusi¨®n de las cajas sevillanas, evidentemente para que ¨¦ste se produzca seg¨²n los intereses del PSOE-A; de otro modo no tendr¨ªa sentido su intervenci¨®n.

A continuaci¨®n viene la consecuencia l¨®gica: la amenaza de un expediente disciplinario o sancionador contra los presidentes de las cajas sevillanas. Bajo la enga?ifa o el enga?abobos de que se est¨¢ vulnerando la Ley de Cajas (la primera vulneradora, con diferencia, es la propia Junta de Andaluc¨ªa, empezando por la Consejer¨ªa de Econom¨ªa y Hacienda) porque el proceso electoral no est¨¢ siendo trasparente, se amenaza con abrir expediente. Con lo cual, toda la trama queda en evidencia: o se hace la renovaci¨®n de ¨®rganos de las cajas, o se expedienta a sus oresidentes; y se cierra el cerco: o la renovaci¨®n de los ¨®rganos se produce a gusto del PSOE-A, es decir, de Chaves, o se expedienta a los presidentes de las cajas por 'falta de transparencia en el proceso electoral'. Verde y con asas...

Pero no ha sido eso lo ¨²nico manifestado por Chaves, quien tambi¨¦n ha a?adido que 'ser¨ªa triste que el proceso electoral estuviera marcado por el inter¨¦s y el revanchismo de dos personas', y se habr¨¢ quedado tan pancho, como quien ha formulado una verdad universal en la tertulia en una barra de bar en el desayuno matinal.

Pero se ve que en esta ocasi¨®n le ha traicionado el subconsciente, porque inmediatamente surge la duda de poner nombre y apellidos a esas 'dos personas' a las que se refiere Chaves en sus declaraciones. Asunto este que tiene bastante guasa, porque para quien haya seguido con mediano inter¨¦s todo el proceso de agrupaci¨®n de las cajas andaluzas, y concretamente el de fusi¨®n de las cajas sevillanas, no es dif¨ªcil concluir que las 'dos personas' que han actuado con m¨¢s 'inter¨¦s y revanchismo' en el proceso de las cajas son, precisamente, Manuel Chaves y Magdalena ?lvarez. A las pruebas me remito. (Alg¨²n medio de comunicaci¨®n af¨ªn a la causa se ha apresurado a echar un capote a Chaves, a?adiendo a sus declaraciones la coletilla 'en clara alusi¨®n a los presidentes de las cajas, Isidoro Beneroso y Juan Manuel -curioso, ya no es Juanma- L¨®pez Benjumea').

El mejor servicio que puede hacer Manuel Chaves a las cajas de ahorro andaluzas (y cada vez m¨¢s se extiende la opini¨®n de que lo mismo puede predicarse del servicio a la sociedad andaluza en general) es estarse calladito y demostrar mayor respeto hacia las cajas, porque meteduras de pata como las comentadas no s¨®lo son impropias de quien ejerce la presidencia de la Junta de Andaluc¨ªa, sino que, lo que es peor, son extraordinariamente convulsivas para las cajas de ahorro y, por extensi¨®n, para la econom¨ªa andaluza. Ya lo hemos dicho alguna vez desde estas p¨¢ginas; pero me temo que ¨¦sta tampoco ser¨¢ la ¨²ltima.