370 pantallas para 'matar' y navegar
BBiGG abre en la calle de Alcal¨¢ el mayor centro multimedia de Espa?a, con espacios separados de ocio e Internet
Adri¨¢n P¨¦rez P¨¦rez, de 19 a?os, tiene ahora la ventaja de que cuando quiera ir a jugar a matar marcianos o terroristas no tendr¨¢ que ver la cara a los que utilizan Internet para cuestiones m¨¢s burocr¨¢ticas como mandar e-mails. El BBiGG, una cadena de centros multimedia, acaba de abrir en la capital (Alcal¨¢, 21) el mayor centro del pa¨ªs de estas caracter¨ªsticas, que, adem¨¢s, diferencia por plantas a los clientes seg¨²n el uso que hagan de la Red: en la planta baja est¨¢n los m¨¢s tradicionales (chatean, se mandan correos o fax, bajan informaci¨®n de la Red), y en el s¨®tano est¨¢n los que buscan en el ordenador el placer de matar.
'No es como otros macrocentros, donde todos los clientes est¨¢n juntos', explica Alfredo Lagu¨ªa, uno de los encargados del centro. 'A los que vienen para navegar en Internet les suele molestar el que est¨¢ con un mata mata, y el que viene a jugar necesita un clima m¨¢s asesino y oscuro. En un sitio con mucha luz no se sienten a gusto', explica este profesional, que lleva ya unos tres a?os trabajando en centros multimedia. Y lo que dice se corresponde con la realidad: los clientes que est¨¢n en la planta baja miran concentrados y serios la pantalla plana de plasma. 'Son mayores, sobre todo de universidad para arriba', dice Lagu¨ªa. Los que est¨¢n en el s¨®tano (mucha gorra y camiseta oscura) no paran de gritar con una m¨²sica de fondo que despierta el lado de la fuerza: '?Le has reventado, t¨ªo! Pero, ?qu¨¦ ha pasado?', exclama uno.
El centro, que cuenta con un total de 370 puestos, ha incorporado la tecnolog¨ªa m¨¢s moderna: conexi¨®n a Internet de alta velocidad (dos megas de punto a punto) y pantallas de 15 pulgadas para Internet y de 19 para juegos. Eso, y los juegos que m¨¢s sensaci¨®n causan entre los adictos: Quake III, Counter Strike, Starcraft o Age of Empires II.
'En EE UU se organizan grandes competiciones y los jugadores est¨¢n considerados como deportistas de ¨¦lite', comenta Lagu¨ªa. Adri¨¢n no ha llegado a tanto, aunque s¨ª ha quedado 'bastante bien' en competiciones organizadas en Valencia y Alicante, seg¨²n explica al quitarse los cascos conectados al ordenador. En las dos semanas que lleva abierto el centro ha recibido una media diaria de 80 clientes para juegos y de 60 para Internet.
Lo que m¨¢s conviene es presentarse en horas extra?as. Porque los precios se fijan seg¨²n la demanda. Ocilan entre las 250 y las 450 pesetas por hora en Internet -'m¨¢s caro cuanta m¨¢s gente haya'- y, para juegos, 300 pesetas hasta las cuatro de la tarde y 400 hasta el cierre, a las doce de la noche, todos los d¨ªas, salvo viernes y s¨¢bados, que cierra a las dos de la madrugada.
Javier Bazaco, vicepresidente de BBiGG, explica que el plan de la empresa es llegar a 20 centros en grandes ciudades en 2002, con una inversi¨®n de 1.500 millones. Adem¨¢s del de Madrid, hay otro en Salamanca, y en diciembre pondr¨¢n en marcha otro en Barcelona. En las poblaciones de menos de 40.000 habitantes se las apa?ar¨¢n con un sistema de franquicias.
Bazaco est¨¢ convencido de que en Madrid cabe un centro m¨¢s de estas caracter¨ªsticas. 'Nuestro servicio es distinto frente a los que hay m¨¢s de estar por casa. Adem¨¢s de Internet, tenemos la posibilidad de dar servicio de fax, grabaci¨®n de CD o esc¨¢ner. Los jugadores, por su parte, pueden crear una sala de juegos y competir unos contra otros'. Algo que pretenden fomentar.
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