La visi¨®n etnoc¨¦ntrica

Desde los dram¨¢ticos sucesos del 11 de septiembre, que asolaron Nueva York y Washington, estamos debajo de un bombardeo informativo que pierde todo sentido com¨²n. Pocos han sido los medios de informaci¨®n, tanto audiovisuales como escritos, que supieron dar al an¨¢lisis pol¨ªtico la altura necesaria, capaz de esclarecer lo ocurrido en el marco de una visi¨®n que no sea etnoc¨¦ntrica.

Las perpetuas alusiones a 'ellos' y 'nosotros', la civilizaci¨®n y la barbarie, robados del diccionario de un tiempo acelerado de sucesos que nadie logra realmente situar, es pat¨¦tico cuando sale de la voz de un cuerpo profesional como el de los periodistas.

En este sentido, considero que el art¨ªculo de Edward Said, publicado el martes 16 de octubre en las p¨¢ginas de EL PA?S, es una fuente viva de inspiraci¨®n intelectual para una nueva aproximaci¨®n period¨ªstica a la actualidad que nos asuela a diario.

Las aberraciones que se oyen en las tertulias matutinas radiof¨®nicas, los art¨ªculos de cierta pretensi¨®n de 'comentarios liberales', no s¨®lo no tienen consistencia intelectual, sino, muchas veces, un llamamiento a nuevas cruzadas en nombre de la 'civilizaci¨®n'.

Hasta el t¨¦rmino b¨¢sico 'musulm¨¢n', el correcto para designar a los que profesan el islam, es sustituido, voluntaria o involuntariamente, por 'islamista'. De ser voluntaria o no, esta confusi¨®n es aterradora.

Nuestra ¨¦poca, convulsiva y desconcertante, nos dicta una conducta y un manejo mesurado de conceptos y palabras para evitar heridas in¨²tiles.