... Y el resto de Europa, detr¨¢s

Europa est¨¢ dormitando. Despert¨¦mosla'. La alerta surgi¨® la pasada semana en un documento suscrito, entre otros, por personalidades de la talla de Jacques Delors, Helmut Kohl, Mario Soares o Felipe Gonz¨¢lez. La llamada de atenci¨®n ha coincidido con dos hechos aparentemente contradictorios. De un lado, la UE se ha mostrado m¨¢s unida que nunca tras el 11 de septiembre, y desde ese d¨ªa ha avanzado m¨¢s que en toda su historia en cap¨ªtulos tan delicados como los que afectan a Justicia e Interior. De otro, los ¨²ltimos d¨ªas han puesto de relieve que los intereses nacionales en pol¨ªtica exterior hacen inviable que la Uni¨®n hable con una sola voz.

'Europa est¨¢ desarrollando una pol¨ªtica exterior com¨²n, pero no ¨²nica', asegura un alto cargo del Consejo de la Uni¨®n al comentar la multiplicidad de viajes de dirigentes europeos tras el ataque a Estados Unidos. La idea es clara, porque, como explica esa fuente, 'se trata de sumar esfuerzos, de que cada visita tenga un valor a?adido'.

En las horas y d¨ªas posteriores a los atentados, los l¨ªderes europeos emprendieron una aut¨¦ntica carrera para ser recibidos en Washington

En los ¨²ltimos d¨ªas se ha puesto de relieve que los intereses nacionales en pol¨ªtica exterior hacen inviable que la Uni¨®n Europea hable con una sola voz

Pero aunque ¨¦sa sea la teor¨ªa, los datos arrojan abundantes dudas. En las horas y d¨ªas posteriores a los atentados, los l¨ªderes europeos emprendieron una aut¨¦ntica carrera para ser recibidos en Washington. Los primeros, como era de esperar, fueron el brit¨¢nico Tony Blair y el franc¨¦s Jacques Chirac, pero despu¨¦s ha habido otras siete visitas oficiales europeas a Washington, adem¨¢s de las dos registradas en nombre de la UE: la del triunvirato europeo (Javier Solana, representante para la Pol¨ªtica Exterior; el ministro belga de Exteriores, Louis Michel, y el comisario Chris Patten) y la conjunta del primer ministro belga, Guy Verhofstadt, y el presidente de la Comisi¨®n, Romano Prodi.

La situaci¨®n no ha sido diferente en las otras dos zonas calientes actuales: Oriente Pr¨®ximo, visitado en los ¨²ltimos cuarenta d¨ªas por nueve dirigentes europeos, y Asia, donde han sido siete los viajes oficiales de personalidades pol¨ªticas de la UE.

El caso m¨¢s evidente es el del Reino Unido. De entrada, se trata del ¨²nico pa¨ªs europeo que participa militarmente en las operaciones militares contra Afganist¨¢n, aunque los Quince decidieron el pasado 21 de septiembre 'tomar parte en dichas acciones' porque consideraron 'leg¨ªtima' la respuesta estadounidense. Desde el 11 de septiembre, Blair ha viajado a Estados Unidos, Rusia, Pakist¨¢n, India y Emiratos ?rabes Unidos, y su ministro de Exteriores, Jack Straw, a Oriente Pr¨®ximo e Ir¨¢n. 'Puede ser que, en efecto, Londres haya ido m¨¢s por su cuenta', se?alan en el Consejo.

Uno tras otro

Lo cierto es que primeros ministros o titulares de Exteriores europeos han parecido ir, uno tras otro, a las mismas ventanillas, cuando la UE est¨¢ en pleno proceso para desarrollar una Pol¨ªtica Exterior y de Seguridad Com¨²n (PESC). 'No puede ser que coincidan en el mismo sitio tres ministros de tres pa¨ªses europeos a la vez', se queja el espa?ol Josep Piqu¨¦. Es justamente lo que le ocurri¨® a ¨¦l cuando visit¨® Marruecos, Argelia, Libia y T¨²nez, con la sombra de su colega franc¨¦s, Hubert Vedrine, en los talones.

Pese a todo, semejante fren¨¦tica actividad unilateral apenas levantaba cr¨ªticas p¨²blicas hasta que los propios ministros de Exteriores de los Quince pusieron la lupa sobre el problema el pasado d¨ªa 17 en Luxemburgo. A ¨²ltima hora, a las conclusiones oficiales de la reuni¨®n a?adieron un p¨¢rrafo m¨¢s que significativo: 'Los Estados miembros coordinar¨¢n sus iniciativas para asegurar la eficacia de las visitas ministeriales a la regi¨®n', se autocriticaban los ministros. En la misma reuni¨®n, la ministra de Exteriores de Luxemburgo anunci¨® una pr¨®xima visita a Oriente Pr¨®ximo.

El ministro alem¨¢n de Exteriores, Joschka Fischer, ha reconocido que el 11 de septiembre ha puesto de manifiesto algunas 'debilidades' en la pretensi¨®n europea de hablar con una sola voz en el exterior. 'La actividad diplom¨¢tica de la UE y de sus Estados miembros deben ir al un¨ªsono para que haya una verdadera pol¨ªtica europea exterior y de seguridad', dijo Schr?der el jueves. 'Si los europeos permanecen separados, incluso los pa¨ªses m¨¢s poderosos de la UE no tendr¨¢n un peso real y s¨®lo podr¨¢n unirse a posiciones planteadas por otros', advirti¨® Fischer.

Pero las carencias o debilidades de la pol¨ªtica exterior europea tambi¨¦n pone de relieve que, pese a todo, no hay marcha atr¨¢s. 'La renacionalizaci¨®n de la pol¨ªtica exterior no es una alternativa', avisa Fischer, 'sino avanzar unidos pese a todas las dificultades'.

Obviamente, las dificultades mayores nacen en la propia casa europea, aunque otras puedan estar fomentadas desde fuera. En la delicada situaci¨®n actual, ha sido Silvio Berlusconi, el primer ministro italiano, el que ha puesto la piedra m¨¢s grande en el camino. Cuando el mensaje, en este caso un¨ªvoco, de la UE ha sido el de rechazar toda referencia a un choque de civilizaciones o culturas en esta campa?a internacional contra el terrorismo, Berlusconi afirm¨® por dos veces, en Bruselas y en Berl¨ªn, que Occidente tiene 'una supremac¨ªa sobre el islam'.

Preferencias de EE UU

Las sensibilidades en las capitales europeas chirriaron tambi¨¦n, esta vez por un origen externo, por las preferencias de EE UU a la hora de avisar con antelaci¨®n cu¨¢ndo iba a iniciarse el ataque sobre Afganist¨¢n. George Bush s¨®lo llam¨® a los ¨ªntimos, entre los que obviamente no se encontraba Verhofstadt, el presidente de turno de la UE, quien se enter¨® a trav¨¦s de Javier Solana, que s¨ª fue advertido por el secretario de Estado, Colin Powell.

La mina m¨¢s reciente a la unidad de acci¨®n de la UE en estos momentos de crisis la protagonizaron los l¨ªderes europeos de los tres pa¨ªses m¨¢s poderosos de la Uni¨®n, cuando el pasado viernes decidieron reunirse por separado s¨®lo una hora antes de comenzar la cumbre europea de Gante. 'Me parece lamentable', clam¨® Prodi el d¨ªa anterior.

Es cierto, sin embargo, que en momentos de conflicto armado el peso internacional de la UE queda en segundo plano. Un alto cargo del Consejo es as¨ª de expl¨ªcito al comentar la situaci¨®n: 'No hay que rasgarse las vestiduras. Cuando se trata de balas y Tomahawk, mandan los que las tiran. Los dem¨¢s... apoyan, entran, salen... Y la UE no tira Tomahawk. En el futuro, quiz¨¢ lo haga'.