Una experiencia en suspenso
Los funcionarios interinos se sienten v¨ªctimas de una pugna pol¨ªtica entre una secci¨®n del TSJA y la Junta de Andaluc¨ªa
La representaci¨®n m¨¢s generalizada del funcionario dibuja al trabajador p¨²blico desde su condici¨®n de inmune al despido. En Andaluc¨ªa, para alrededor de 3.500 personas haber trabajado m¨¢s de una d¨¦cada para la Administraci¨®n no se ha traducido en esa seguridad monol¨ªtica de su empleo. Y lo peor es que ellos, los funcionarios interinos, se barruntan que no la tendr¨¢n nunca.
El ¨²ltimo empuj¨®n a su des¨¢nimo lleg¨® hace pocos d¨ªas con la noticia de que la Secci¨®n Primera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa hab¨ªa hab¨ªa elevado de nuevo una cuesti¨®n al Tribunal Constitucional sobre la convocatoria de oposiciones de la Administraci¨®n andaluza en 1998. El Constitucional rechaz¨® el pasado julio la cuesti¨®n original por un defecto de forma, ya que proven¨ªa de la Sala, cuando era la Secci¨®n Primera la que hab¨ªa visto el caso y, por lo tanto, la ¨²nica autorizada a elevar la cuesti¨®n. Tanto la sala como la secci¨®n est¨¢n presididas por Santiago Mart¨ªnez Vares, quien tambi¨¦n encabeza la conservadora Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura.
Este nuevo procedimiento obliga a revivir un cap¨ªtulo de esta largu¨ªsma historia y tan s¨®lo supone m¨¢s espera. M¨¢s a?os de incertidumbre para el camino hacia la 'estabilizaci¨®n laboral de los interinos' que se dise?¨® entre los sindicatos y la Junta de Andaluc¨ªa en 1996, cuyo desenlace estaba previsto con la convocatoria de oposiciones de enero de 1998 y que la citada sala del TSJA dej¨® en suspenso 48 horas antes de que comenzaran los ex¨¢menes.
Un grupo de representantes de los funcionarios interinos no dudaba ayer en calificar su situaci¨®n de 'indefensi¨®n' y de sentirse desamparados en el ojo de una disputa 'pol¨ªtica' que, a su juicio, se libra entre la Junta y el juez conservador. 'Nos parece sospechosa la decisi¨®n del TSJA', comenta Francisco Salgado, que entr¨® en la Administraci¨®n en 1987 y que ahora trabaja en archivos de la Consejer¨ªa de Obras P¨²blicas.
Roc¨ªo Luna -directora de archivos del Instituto Andaluz de Servicios Sociales y que trabaja en la funci¨®n p¨²blica desde 1989, aunque ya tuvo un contrato en 1985- esgrime que los interinos han 'vivido la evoluci¨®n de la Junta', ya que gran parte ingres¨® en ella a medida que la incipiente Administraci¨®n auton¨®mica necesitaba manos y cabezas para echar a andar.
Pero esta necesidad no se ha traducido en una soluci¨®n eficaz para la estabilidad de estos trabajadores, que valoran la buena voluntad de la Junta, pero que no pueden m¨¢s que criticar su falta de imaginaci¨®n ante el problema.
Alrededor de un centenar de trabajadores interinos se integr¨® plenamente el cuerpo de funcionarios en 1989. El acuerdo se alcanz¨® en 1986, pero sufri¨® varias dilaciones y finalmente lograron un puesto fijo en la Administraci¨®n aquellos que hab¨ªan comenzado a trabajar en la Junta antes de noviembre de 1988. La Junta lleg¨® a tener cerca de 11.000 trabajadores interinos o eventuales, la mayor¨ªa de los cuales logr¨® la estabilidad laboral en las sucesivas convocatorias celebradas a principios de los noventa. Pero qued¨® un problema: 3.500 interinos.
Estas personas pensaron que la soluci¨®n hab¨ªa llegado tras el pacto de estabilidad laboral suscrito entre Junta y sindicatos en 1996. El acuerdo consist¨ªa b¨¢sicamente en que la Junta convocar¨ªa un concurso oposici¨®n en el que se primar¨ªa la experiencia en la baremaci¨®n de los ex¨¢menes. Por su parte, los interinos renunciaban a ocupar puestos de responsabilidad y bajaban a la escala b¨¢sica para dejar libres sus puestos a funcionarios de carrera.
Manuel Gonz¨¢lez asegura que en 1990 abandon¨® su puesto fijo en una empresa para hacerse cargo de la direcci¨®n de una residencia de tiempo libre de la Consejer¨ªa de Empleo. Tras el acuerdo, Gonz¨¢lez acept¨® pasar a ocupar un puesto de administrativo en este departamento. Dice que su sueldo se redujo en 70.000 pesetas al mes, pero dio por bueno ese sacrificio a cambio de conseguir la estabilidad laboral. Pero no sucedi¨®. Gonz¨¢lez asegura que orill¨® su vida familiar dos a?os para preparar las oposiciones. Adem¨¢s pag¨® alrededor de 200.000 pesetas a un profesor (que luego result¨®, dice, ser uno de los que recurrieron el concurso).
Isabel Segura recuerda que al socaire de la convocatoria surgieron academias ad hoc que cobraban m¨¢s de 20.000 pesetas al mes a los que se preparaban para los ex¨¢menes. Segura, que entr¨® en la Administraci¨®n en 1985 y que lleg¨® a ser asesora sobre inmigraci¨®n, se lamenta de que su situaci¨®n se percibe de manera err¨®nea y que mucha gente cree que quieren ser funcionarios sin aprobar las oposiciones. 'La convocatoria era abierta y m¨¢s de 16.000 personas hab¨ªan superado el primer escollo (tres puntos)'. Adem¨¢s, estaba previsto que el 20% de los interinos se quedasen sin plaza.
Embrollos legales aparte, este colectivo, que empez¨® a articularse tras la suspensi¨®n judicial de las oposiciones de 1998, tambi¨¦n est¨¢ dolido con la actitud de los pol¨ªticos. Recuerdan que en el debate de los presupuesto de este a?o, celebrado en diciembre de 2000, les prometieron que se crear¨ªa una mesa sobre su problema en la C¨¢mara auton¨®mica que nunca ha llegado a concretarse.
La Federaci¨®n de Asociaciones de Interinos de Andaluc¨ªa agrupa a la mayor¨ªa de los funcionarios que padece en esta situaci¨®n. Cada uno de ellos paga una cuota de 500 pesetas al mes y, seg¨²n aseguran, se han gastado ya m¨¢s de siete millones en procuradores y abogados en los m¨¢s de 200 procesos en los que se han personado.
Tras manifestarse muchas veces, colapsar el registro del TSJA con m¨¢s de 1.000 curr¨ªculos para demostrar su val¨ªa al que ven como un juzgado hostil, su estrategia se dirige ahora a que la menos les reconozcan salarialmente la antig¨¹edad. La experiencia, su principal valor, tambi¨¦n se enfrenta a trabas legales para materializarse en dinero. La Junta, por el momento, no quiere ni o¨ªr hablar del asunto. Batallas legales, enconos pol¨ªticos o lo que sea, estas personas se sienten en un callej¨®n sin salida. 'Ya no podemos competir con gente de 24 a?os, pero en experiencia y formaci¨®n no nos gana nadie', sentencia Luna.
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