Un sonido precioso

El ciclo de conciertos de Pro-M¨²sica, El Mundo Sinf¨®nico, supone la incorporaci¨®n de un nuevo sector de p¨²blico y ha comenzado con un atractivo programa defendido por el violinista-director Uto Ughi (Busto Arsizio, Varese, 1944) y Los filarm¨®nicos romanos, una formaci¨®n cl¨¢sica de arcos con oboes y trompas.

Fuerte personalidad, de un rigor estil¨ªstico que no empece la orginalidad y due?o de un sonido precioso, Ughi hizo excelentes versiones de los conciertos en la mayor de Mozart, y en re menor, de Paganini, identificado m¨¢s que asistido, por los instrumentistas italianos tan brillantes en las cuertas, tan continuamente cantabiles y de andadura elevada, tensa y viva. As¨ª, este Mozart de 19 a?os ya geniales nos lleg¨® impactante, melanc¨®lico, alegre o fant¨¢stico en las incursiones por ciertas turquer¨ªas. Todo ello protagonizado y demandado por Ughi, de la saga de Enesco y en muchos aspectos de Menuhin. Si en Mozart se alza muy por encima del modo galante, como pide la invenci¨®n del salzburgu¨¦s, en Paganini y su m¨¢s conocido concierto demostr¨® el poder¨ªo t¨¦cnico de un gran virtuosismo que semeja ser natural.

Comenz¨® la tarde con la Sinfon¨ªa en re menor, denominada 'La casa del diablo', del italiano Luigi Bocherini, un autor todav¨ªa deficientemente valorado despu¨¦s de dos siglos casi de su muerte. Tuvo el m¨²sico de Lucca, vecino de Madrid durante 36 a?os, una f¨¦rtil inventiva de la que es ejemplo la introducci¨®n del primer movimiento de la sinfon¨ªa ahora escuchada o la tenue y viva movilidad del tercero, a modo de Chacona que representa el infierno, hecha a imitaci¨®n de Gluck en Don Juan.

Largas ovaciones subrayaron todas y cada una de las interpretaciones.