La oposici¨®n afronta con fuertes divisiones el futuro de Afganist¨¢n
Un millar de notables afganos convocan una asamblea para preparar la transici¨®n
Los notables afganos que durante dos d¨ªas se ha reunido en Peshawar (Pakist¨¢n) respaldaron ayer la convocatoria de una loya jirga (asamblea tradicional) bajo los auspicios del antiguo rey Mohamed Zahir Shah, tal como trata de impulsar la comunidad internacional. Pero la ausencia, entre los cerca de mil asistentes, tanto de representantes del rey como de la Alianza del Norte, puso de relieve las divisiones ¨¦tnicas y pol¨ªticas que dificultan la b¨²squeda de una alternativa a los talibanes. Los oradores pidieron el fin de los ataques de EE UU contra Afganist¨¢n.
'Queremos decirle al pueblo afgano que debemos unirnos y a Estados Unidos que cese el bombardeo de Afganist¨¢n y nos deje hacer nuestra pol¨ªtica', resum¨ªa el comunicado final le¨ªdo por Sayed Ahmed Gailani, el organizador de la conferencia. Gailani, un respetado l¨ªder pol¨ªtico y religioso de 76 a?os que aspira a participar en el dise?o de la transici¨®n para su pa¨ªs, tambi¨¦n reclam¨® la mediaci¨®n de la ONU y de la Organizaci¨®n de la Conferencia Isl¨¢mica para hacer posible la paz.
La asamblea no pidi¨® el derrocamiento del r¨¦gimen talib¨¢n, aunque algunos oradores lo mencionaron como objetivo previo a la formaci¨®n de un nuevo Gobierno. Otros, sin embargo, solicitaron a ese movimiento que se uniera a su proyecto de Gobierno de base amplia. 'Esto no es una reuni¨®n contra los talibanes, ni contra los doctos isl¨¢micos, ni contra nadie', precis¨® el abogado Mohamed Am¨ªn Waqad, 'es una reuni¨®n que busca la paz'. No obstante, Waqad dijo haberse entrevistado con l¨ªderes tanto talibanes como de la Alianza del Norte sin haber logrado su apoyo.
Los notables acudieron con sus mejores turbantes. La ocasi¨®n lo ped¨ªa. Era la mayor asamblea de la oposici¨®n afgana de la ¨²ltima d¨¦cada. Y a pesar de todo, no lograron romper la brecha de la divisi¨®n. La mayor¨ªa de los asistentes, todos hombres, eran pastunes, el grupo ¨¦tnico al que pertenecen entre un 40% y un 50% de los afganos. Tambi¨¦n hubo algunos oradores de las minor¨ªas hazara, uzbeka o nuristani. Sin embargo, no representaban a los grandes grupos pol¨ªtico-militares de sus respectivas comunidades.
De sus discursos se desprend¨ªa asimismo un sentimiento pro mon¨¢rquico generalizado. La dinast¨ªa a la que pertenece Zahir Shah, los Durrani, es una de las m¨¢s reputadas tribus pastunes. Aun as¨ª, los enviados del antiguo rey no acudieron a la convocatoria, recelosos de que desviara sus esfuerzos. Al parecer, Gailani habr¨ªa propuesto al monarca que encabezara un consejo dirigente de 10 miembros como alternativa al pacto que suscribi¨® a mediados de septiembre con la Alianza del Norte. Esa decisi¨®n fue muy criticada por sus seguidores, que siempre han recelado de ese grupo opositor por los excesos que cometi¨® durante la guerra civil previa a la victoria talib¨¢n.
'Estamos de acuerdo en que Zahir Shah debe regresar a Afganist¨¢n y le aceptamos porque tiene experiencia y puede ayudar a resolver los problemas de nuestro pa¨ªs', prosegu¨ªa el comunicado que recog¨ªa, punto por punto, las propuestas avanzadas el d¨ªa anterior por Gailani. 'Debemos unirnos y poner fin a la guerra civil; invitamos a todos los comandantes que est¨¢n en Afganist¨¢n y no han venido a que discutan esta propuesta', conclu¨ªa.
Recelo de la AlianzaEl tono conciliador de Gailani contrastaba, no obstante, con los recelos de los asistentes hacia la Alianza del Norte, la coalici¨®n antitalib¨¢n que controla un 10% de Afganist¨¢n. La justificaci¨®n ¨²ltima de la Conferencia por la Paz y la Unidad Nacional en Afganist¨¢n era buscar f¨®rmulas para evitar el vac¨ªo de poder ante una derrota del r¨¦gimen talib¨¢n.
'Si ese vac¨ªo es ocupado por un grupo particular a trav¨¦s de una operaci¨®n militar, una nueva fase de derramamiento de sangre y desorden afligir¨¢ a nuestro pa¨ªs', advirti¨® Gailani en referencia a una eventual toma de Kabul por parte de la Alianza, que en ning¨²n momento mencion¨® por su nombre. La falta de entendimiento entre esa coalici¨®n que lucha contra los talibanes en el norte y la oposici¨®n past¨²n evidencia que los problemas de Afganist¨¢n no van a acabar con el fin del r¨¦gimen de los cl¨¦rigos rigoristas.
'No excluimos a la Alianza del Norte', matiz¨® un colaborador de Gailani, 'pero ellos tienen sus asuntos y nosotros en este momento tenemos los nuestros'. 'Aceptamos a todas las partes afganas. Ahora bien, s¨®lo porque se haya estado luchando no significa que se tenga derecho al poder; otros han estado luchando de otra forma', justific¨®.
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