EE UU reconoce que los talibanes han sufrido menos da?os de lo esperado
El Gobierno confiesa su sorpresa por 'la tenacidad' del r¨¦gimen de Kabul
Las dudas crecen. Nadie cuestiona a¨²n de forma abierta la estrategia militar dise?ada por el Pent¨¢gono y aprobada por el presidente estadounidense, George W. Bush, pero las operaciones en Afganist¨¢n no marchan como se esperaba. El portavoz del Pent¨¢gono, el contralmirante John Stufflebeem, hizo frente ayer a las incipientes cr¨ªticas diciendo a la prensa que 'personalmente' no cre¨ªa que Estados Unidos estuviera 'empantan¨¢ndose en una guerra sin salida', aunque repiti¨® que se trataba de 'la operaci¨®n m¨¢s dif¨ªcil desde la Segunda Guerra Mundial'.
El hecho es que el r¨¦gimen afgano ha resultado mucho m¨¢s resistente de lo que auguraban los servicios de inteligencia estadounidenses, y en torno a la Operaci¨®n Libertad Duradera flota una densa sospecha de improvisaci¨®n.
Cada vez m¨¢s inquieta por la difusi¨®n del ¨¢ntrax maligno (carbunco) y la posibilidad de nuevos atentados, la poblaci¨®n de Estados Unidos desear¨ªa que al menos en el frente de Afganist¨¢n hubiera alguna certeza. Sin embargo, encuentra pocas.
Tras la primera semana de bombardeos, los portavoces del Pent¨¢gono anunciaron que no encontraban ya resistencia a¨¦rea, que las fuerzas talibanes estaban 'destripadas', que todos los campos de Al Qaeda hab¨ªan quedado inutilizados y que los mandos supremos de la milicia no pod¨ªan ya comunicarse con sus tropas sobre el terreno. De todo eso, lo ¨²nico cierto result¨® ser el dominio a¨¦reo.
El contralmirante Stufflebeem reconoci¨® su sorpresa por la 'tenacidad' de los talibanes, admiti¨® que sus fuerzas segu¨ªan siendo muy operativas y prefiri¨® no opinar sobre el estado de las instalaciones de Al Qaeda. El empleo de bombas de racimo, que se fragmentan en el aire e implican un gran riesgo de 'da?o colateral', no ha servido para reducir el potencial militar de los talibanes.
Tambi¨¦n se lanz¨® una operaci¨®n encubierta, con sobornos de por medio, para estimular las disensiones y las deserciones entre los talibanes. Esa iniciativa no ha producido resultados apreciables. Y se hizo saber que un grupo de asesores estadounidenses se hab¨ªan unido a los guerrilleros antitalibanes de la Alianza del Norte, en misiones de 'coordinaci¨®n'.
Tal coordinaci¨®n no se percibe por el momento; m¨¢s bien al contrario, la Alianza del Norte no gana terreno, se queja de todo tipo de carencias, y algunos de sus jefes, como Abdul Mussadiq, auguran que las im¨¢genes de civiles bombardeados acabar¨¢n uniendo a todos los afganos, talibanes y no talibanes, contra Estados Unidos.
?Y Osama Bin Laden, el terrorista al que Bush quer¨ªa 'vivo o muerto'? El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, dej¨® helados el mi¨¦rcoles a sus conciudadanos al reconocer como 'posible' que Bin Laden lograra escapar.
Aunque luego rectificara parcialmente, qued¨® la impresi¨®n de que los objetivos de guerra se hab¨ªan desviado hacia el ¨²nico enemigo 'visible', el r¨¦gimen talib¨¢n, al que no se relaciona directamente con los atentados del 11 de septiembre y que sufre los ataques por su condici¨®n de 'protector' de terroristas.
?ltimamente, el Pent¨¢gono habla de una estrategia lenta de 'acoso' y 'asfixia'. Pero todos los testimonios indican que los talibanes siguen recibiendo combustible, armas y alimentos a trav¨¦s de las redes de contrabando paquistan¨ªes. D¨ªa a d¨ªa, el escenario b¨¦lico se hace m¨¢s confuso. Si el Ej¨¦rcito estadounidense no logra pronto un ¨¦xito claro, por parcial que sea, las dudas se convertir¨¢n en cr¨ªticas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.