El BOE de los maestros

Hace 47 a?os que Manuel Rodr¨ªguez se coloc¨® de botones en el peri¨®dico Escuela Espa?ola y la pasada semana celebraba como director los 60 a?os del rotativo. Los fastos reunieron a varios ministros de Educaci¨®n de los distintos gobiernos democr¨¢ticos, incluida la actual, Pilar del Castillo.

Escuela Espa?ola naci¨® el 24 de mayo de 1941, en un pa¨ªs que todav¨ªa no pod¨ªa levantar cabeza entre los cascotes de la guerra. Las escuelas eran edificios semidestruidos con pinta de almacenes abandonados o fr¨ªas habitaciones rurales presididas por un crucifijo que vigilaba las hileras de ni?os con cara de hambre. 'Entonces los maestros, no hab¨ªa otros, se reclutaban entre los alf¨¦reces provisionales y no ten¨ªan ninguna preparaci¨®n pedag¨®gica. Hasta los a?os cincuenta no empezaron a llegar los maestros de verdad a las escuelas', recuerda Rodr¨ªguez.

En la posguerra se reclutaba a los alf¨¦reces provisionales para que dieran clase

Algunos lo hac¨ªan en burro, como una amiga suya 'que daba clases en un pueblo de Huesca y ten¨ªa que cruzar un r¨ªo a lomos de un asno para encontrarse con sus alumnos'. Aquellos a?os.

El orgullo que guardan los que como Manuel Rodr¨ªguez han estado ligados a Escuela Espa?ola toda la vida es el 'enorme servicio' que el peri¨®dico hizo a los maestros de la ¨¦poca. Mediante suscripciones la revista llegaba all¨ª donde hubiera un aula perdida de la mano de Dios. A trav¨¦s de aquel peri¨®dico recortado por la censura los maestros ten¨ªan noticia de los lentos pasos que daba la Administraci¨®n franquista y pod¨ªan apoyarse en los libros de ayuda para el profesor que editaba la cabecera. Todav¨ªa hoy siguen sacando esos materiales pedag¨®gicos.

En la posguerra hab¨ªa en Espa?a 29.000 maestros que ganaban la miseria de 6.000 pesetas al a?o. Ya en los a?os sesenta, Escuela Espa?ola logr¨® 48.000 suscriptores. Que lo eran por cinco pesetas el trimestre, 10 el semestre o 20 pesetas al a?o. (Ahora tiene 28.500).

Otra raz¨®n que enorgullece a los periodistas que sacaron adelante la publicaci¨®n es la inmediatez con la que informaban al profesorado de aquellos asuntos que les manten¨ªan en vilo: concursos de traslado, plazas vacantes. Aquellos datos llegaban a los suscriptores antes de que aparecieran en el BOE. 'Cuando los inspectores visitaban los colegios, los maestros les dec¨ªan: 'Oiga, mire que Escuela Espa?ola dice nosecuantitos...'. Y les pillaba por sorpresa'.

El peri¨®dico mantiene todav¨ªa los objetivos iniciales que Rodr¨ªguez resume: 'Transmitir toda la informaci¨®n educativa y legislativa que se genera en Espa?a y organizar foros de debate y reflexi¨®n sobre temas de m¨¢xima actualidad'. Recalca el director que hoy hacen el esfuerzo de descentralizar la informaci¨®n y publicar todas las leyes que se dictan en cada comunidad.

Escuela Espa?ola naci¨® gracias al esfuerzo y el af¨¢n pedag¨®gico de los hijos de Ezequiel Solana: Ana, Joaqu¨ªn y Luis, t¨ªos del que luego fuera ministro socialista de Educaci¨®n, Javier Solana. Dos de ellos fueron directores del peri¨®dico. Con Jos¨¦ Salazar Salvador y el actual, Manuel Rodr¨ªguez, se completa la lista de directores en los 60 a?os de vida del rotativo.

Los hijos de Ezequiel Solana fundaron este peri¨®dico 'profesional independiente' a ra¨ªz de la escisi¨®n de los socios que editaban el que todav¨ªa hoy es la competencia, el centenario Magisterio Espa?ol. 'Y se rodearon de muy buenos colaboradores', dice con admiraci¨®n Rodr¨ªguez. En la actualidad lo edita Ciss Praxis, empresa integrada en el grupo Wolters Kluwer, que saca el peri¨®dico cada semana.

Con la llegada de la democracia, las p¨¢ginas de Escuela Espa?ola se hicieron eco de las profundas reformas que sacudieron el panorama educativo, la LOECE de la UCD, la LODE y la LOGSE con los socialistas, y las que ahora mismo planea el actual Gobierno del PP, como es la Ley de Calidad, para la que Manuel Rodr¨ªguez pidi¨® como deseo por el 60 aniversario del peri¨®dico 'que salga con el mayor consenso posible'. Porque ¨¦se es el deseo de los maestros que tendr¨¢n que aplicarla.