PP-CiU: un camino compartido hacia la derecha
El PP inici¨® un supuesto viaje hacia el centro en la pasada legislatura. Pero ha bastado poco m¨¢s de un a?o de mayor¨ªa absoluta, de incapacidad para dar respuestas a los problemas emergentes, y de esc¨¢ndalos, como el de Gescartera, para que el PP busque de nuevo acomodo en el terreno conocido y a?orado de su juventud: la derecha de toda la vida.
Este giro a la derecha se est¨¢ haciendo realidad a trav¨¦s de dos ofensivas: la antisocial y la antiauton¨®mica. La ofensiva antisocial se realiza en el terreno econ¨®mico -aumento de la presi¨®n fiscal, del precio del suelo, recorte de derechos en la negociaci¨®n colectiva-, y en el de los derechos civiles -negativa a un nuevo supuesto en la interrupci¨®n del embarazo o fracaso en las pol¨ªticas de violencia de g¨¦nero.
La ofensiva antiauton¨®mica de Aznar es una novedad relativa ya que la tendencia a hablar de modelo de Estado por parte del PP es directamente proporcional al aumento de sus problemas de gesti¨®n cotidiana. El intento de Ley de Cooperaci¨®n camina en esta direcci¨®n con el objetivo de fiscalizar desde el Gobierno del Estado la autonom¨ªa de los gobiernos y parlamentos auton¨®micos. Es evidente que la derecha todav¨ªa no ha entendido que en un estado descentralizado, la fiscalizaci¨®n de cada gobierno corresponde a su parlamento y a sus ¨®rganos de control, y en ¨²ltima instancia, a sus ciudadanos en las urnas, no a los gobiernos de ¨¢mbito territorial superior.
El segundo instrumento de esta ofensiva antiautonomista es la Ley de Estabilidad que, con la excusa dogm¨¢tica del d¨¦ficit cero, recorta la autonom¨ªa financiera de las CC AA y ayuntamientos. Esta ley avanza con el ambiguo apoyo de CiU que sigue obsesionada por devolver en Madrid los apoyos que recibe del PP en el Parlament. As¨ª, CiU evita que Rato y Montoro sean preguntados por Gescartera, da la espalda a las universidades catalanas en la tramitaci¨®n de la reforma, o silencia el recorte que el pacto sobre financiaci¨®n auton¨®mica ha sufrido a su llegada al Congreso. El colof¨®n de esta rendici¨®n incondicional lo encontramos en el apoyo a unos presupuestos que dan la espalda al nuevo contexto internacional, a las demandas de la sociedad catalana y a los intereses de la mayor¨ªa de los espa?oles.
En Catalu?a, despu¨¦s de la moci¨®n han quedado claras algunas cosas: hay un proyecto alternativo, maduro, s¨®lido y a punto para asumir responsabilidades de gobierno, con propuestas concretas y cuantificadas. Pasqual Maragall ocupa el espacio central de la pol¨ªtica catalana aportando capacidad de di¨¢logo, moderaci¨®n y buenas maneras, en contraste con la crispaci¨®n, el nerviosismo y los malos modos de los dirigentes de CiU. Y, finalmente, mientras nuestro candidato se vuelca en el di¨¢logo con los catalanes, Mas ha de dedicar sus esfuerzos a convencer a los dirigentes y afiliados de CiU.
El debate, en definitiva, ha confirmado que CiU y PP han establecido una s¨®lida alianza frente al adversario com¨²n: el PSC y Pasqual Maragall. Es esta conclusi¨®n la que nos reafirma en el convencimiento de que la alternativa de futuro debe venir de la mano de un proyecto catalanista, que ha de ser, a la vez, inequ¨ªvocamente de izquierdas.
Porque la supeditaci¨®n de CiU al PP no es s¨®lo un peligro para el autogobierno. Es, adem¨¢s, un freno al desarrollo de pol¨ªticas sociales y culturales de progreso, como consecuencia de la deriva de la coalici¨®n nacionalista hacia la derecha tanto en contenidos como en maneras de hacer pol¨ªtica. Una deriva que le aleja de las aspiraciones y necesidades de la mayor¨ªa de los ciudadanos. Y es que CiU no s¨®lo ha abandonado su pretendida raz¨®n de ser -la defensa de los intereses de Catalu?a- sino que, de la mano del PP y con Mas y Duran al frente, se ha escorado desde la moderaci¨®n hacia un tecnocratismo de derechas.
CiU y PP est¨¢n recorriendo, cogidos de la mano, un camino hacia la derecha. ?ste es un camino, que despu¨¦s del debate de la moci¨®n de censura no tiene vuelta atr¨¢s. El objetivo no es arrancar a CiU de los brazos del PP, en los que por otra parte se encuentra muy a gusto. Empecinarse en ello ser¨ªa, de hecho, hacerse c¨®mplice de la situaci¨®n actual.
Hay otro camino. Otro camino capaz de evitar que la deriva conservadora impulsada por CiU y PP suponga una irreversible p¨¦rdida de oportunidades para el futuro de Catalu?a. La alternativa presentada por Pasqual Maragall quiere dirigir a nuestro pa¨ªs por ese camino, comparti¨¦ndolo con las dem¨¢s fuerzas progresistas catalanas y con la mayor¨ªa de nuestro pueblo. En eso estamos.
Jos¨¦ Montilla es primer secretario del PSC.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.