Emisiones bajo control
Las comunicaciones se someten a inspecci¨®n para evitar la alarma social
Las emisiones radioel¨¦ctricas, las correspondientes a las telecomunicaciones en general y a la telefon¨ªa m¨®vil en particular, han quedado reguladas por ley en Espa?a tras un periodo de vac¨ªo legal que ha provocado cierta alarma social. Los profesionales del sector insisten en que el conocimiento de sus caracter¨ªsticas es vital para evitar nuevos problemas.
Una ley que vio la luz el pasado 28 de septiembre, elaborada por los ministerios de Ciencia y Tecnolog¨ªa y Salud y Consumo, establece unos l¨ªmites de exposici¨®n del p¨²blico en general a campos electromagn¨¦ticos procedentes de emisiones radioel¨¦ctricas, acordes con las recomendaciones europeas, as¨ª como mecanismos de autorizaci¨®n, planificaci¨®n e inspecci¨®n de las instalaciones y equipos para garantizar su cumplimiento.
Largamente esperada por el sector de las telecomunicaciones, la ley es de aplicaci¨®n a todas las emisiones radioel¨¦ctricas, incluidas las de radioastronom¨ªa, pero sobre todo pretende regular un sector en rapid¨ªsimo crecimiento, el de la telefon¨ªa m¨®vil, que se basa en el aumento del n¨²mero de antenas (estaciones base), especialmente en las zonas m¨¢s pobladas, a medida que se despliegan las diferentes redes en un marco de competencia. Un sector que se est¨¢ viendo afectado, seg¨²n los ingenieros de telecomunicaci¨®n, por la alarma social creada por la emisi¨®n de simples opiniones 'que olvidan los importantes esfuerzos -investigacion cient¨ªfica, pol¨ªticas p¨²blicas en el ¨¢rea de la salud, normativas t¨¦cnicas de seguridad de terminales e instalaciones radioel¨¦ctricas- que desde hace a?os se llevan realizando en organismos internacionales y en la Uni¨®n Europea', seg¨²n resumen en un reciente informe sobre el tema.
Recomendaci¨®n europeaLa ley recoge la recomendaci¨®n hecha en 1999 por la Comisi¨®n Europea sobre l¨ªmites a la exposici¨®n del p¨²blico en general a campos electromagn¨¦ticos, aplicando el principio de precauci¨®n y a pesar de que, seg¨²n los expertos, la evidencia cient¨ªfica disponible (est¨¢n en curso nuevas investigaciones) no ha encontrado relaci¨®n entre los campos electromagn¨¦ticos y un riesgo para la salud. En los anexos de la ley se cuantifica este marco de referencia.
A pesar de que la recomendaci¨®n europea se refiere a todo el rango de frecuencias del espectro electromagn¨¦tico entre 0 hercios y 300 gigahercios (300.000 millones de hercios), la ley espa?ola s¨®lo se refiere a las emisiones radioel¨¦ctricas (o radiaciones) no ionizantes, 'emisiones de energ¨ªa en forma de ondas electromagn¨¦ticas que se propagan por el espacio sin gu¨ªa artificial y que sean producidas por estaciones radioel¨¦ctricas [uno o m¨¢s transmisores o receptores, o una combinaci¨®n de ambos] de radiocomunicaciones'. Seg¨²n la Uni¨®n Internacional de Telecomunicaciones (UIT), las frecuencias menores de nueve kilohercios no se consideran dentro de las empleadas en telecomunicaciones. Entre las emisiones excluidas est¨¢n las de muy baja frecuencia (50 o 60 hercios) de las redes de distribuci¨®n el¨¦ctrica de alta tensi¨®n y tambi¨¦n las de todo tipo de motores (incluidos los de aparatos electrodom¨¦sticos comunes).
La telefon¨ªa m¨®vil celular, la m¨¢s com¨²n, se basa en una red de estaciones base (las antenas que se ven ya sobre muchas azoteas en las ciudades y sobre altos m¨¢stiles en otras zonas) que permiten al usuario conectarse en todo momento a la red a trav¨¦s de una de ellas (si se va moviendo, el terminal cambia autom¨¢ticamente a la estaci¨®n base m¨¢s cercana). En las ciudades, donde el tr¨¢fico telef¨®nico es muy grande, se recurre a c¨¦lulas m¨¢s peque?as para garantizar la cobertura, lo que implica un mayor n¨²mero de estaciones base. Sus antenas radian s¨®lo en horizontal (omnidireccionalmente o con un haz de 60 a 90 grados) y la potencia radiada se aten¨²a muy r¨¢pidamente con la distancia. Los expertos se?alan que la ¨²nica zona donde es posible que se sobrepasen los niveles permitidos es un paralep¨ªpedo que se calcula en cada caso y que, para una sola antena de dos metros de longitud medir¨ªa menos de cinco metros en horizontal y en la direcci¨®n de radiaci¨®n y unos tres metros en vertical (medio metro por debajo y por encima de la antena).
Los tel¨¦fonosLos l¨ªmites de exposici¨®n se refieren tambi¨¦n a los campos electromagn¨¦ticos producidos por los terminales, estando los tel¨¦fonos port¨¢tiles de telefon¨ªa m¨®vil entre ellos. Como recuerdan los ingenieros de telecomunicaci¨®n, 'cuando el usuario est¨¢ hablando por un m¨®vil, dado que se encuentra alejado m¨¢s de 10 metros de cualquier antena, recibe mucha m¨¢s energ¨ªa de su propio terminal que de la estaci¨®n base con la que su terminal conecta'. La energ¨ªa que emite el terminal interacciona con los tejidos de la persona (fundamentalmente en la cabeza, pegada al terminal cuando se usa) y el efecto es t¨¦rmico (se produce calor).
Para saber si este calor puede resultar perjudicial para los tejidos se hace un c¨¢lculo muy complicado para establecer la llamada tasa de absorci¨®n espec¨ªfica (SAR), que se define como la energ¨ªa absorbida por unidad de tiempo y por unidad de masa y se mide en vatios por kilogramo. De ah¨ª y de la aplicaci¨®n de un coeficiente de seguridad muy alto se deduce el cuadro de niveles de referencia que no deben sobrepasar los terminales y que ya los fabricantes est¨¢n cumpliendo. De todas formas, y para mayor seguridad, algunos expertos han se?alado la conveniencia de que los ni?os no utilicen frecuentemente los tel¨¦fonos m¨®viles.
El principio de precauci¨®n ante el riesgo
Antes de regular por ley las emisiones radioel¨¦ctricas, el Ministerio de Sanidad y Consumo convoc¨® este a?o una comisi¨®n de expertos para evaluar el posible riesgo para la salud de los campos electromagn¨¦ticos. 'A la luz de los conocimientos cient¨ªficos actuales, se puede afirmar que la exposici¨®n a los campos electromagn¨¦ticos no ocasiona efectos adversos para la salud, dentro de los l¨ªmites establecidos en la recomendaci¨®n del Consejo de Ministros de Sanidad de la Uni¨®n Europea (1999/519/C), relativa a la exposici¨®n del p¨²blico a campos electromagn¨¦ticos de 0 hercios a 300 gigahercios, y que el cumplimiento de la citada recomendaci¨®n es suficiente para garantizar la protecci¨®n sanitaria de los ciudadanos', fue la conclusi¨®n principal del grupo de expertos. Los expertos recomendaron aplicar a las emisiones radioel¨¦ctricas los dos principios de gesti¨®n de riesgo m¨¢s conocidos, el principio de precauci¨®n y el principio ALARA (siglas en ingl¨¦s de
as low as reasonably achievable o
'al valor m¨ªnimo que permita la tecnolog¨ªa disponible'), en l¨ªnea tambi¨¦n con la Uni¨®n Europea. Adem¨¢s, recomendaron que se informe al p¨²blico, se prosiga con las investigaciones, y, respecto a la telefon¨ªa m¨®vil, que se establezcan procedimientos de medida de las emisiones en los terminales (tel¨¦fonos) m¨¢s precisos y mejorar los procedimientos para que no se alcancen los valores m¨¢ximos de exposici¨®n recomendados en las zonas de permanencia continua en las cercan¨ªas de las estaciones base. Recordaron asimismo que el mayor riesgo asociado a la telefon¨ªa m¨®vil es el que conlleva utilizarlo mientras se conduce.
El principio de precauci¨®n, aplicable a todo tipo de riesgos, incluidos los alimentarios, no se adopt¨® oficialmente en la Comisi¨®n Europea hasta febrero de 2000 y en diciembre del mismo a?o se aprob¨® la resoluci¨®n oficial sobre el mismo, como recoge el informe realizado por el Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicaci¨®n. Este principio supone el principal mecanismo de gesti¨®n del riesgo y su aplicaci¨®n se debe basar en un an¨¢lisis de los beneficios potenciales y los costes de la intervenci¨®n o no intervenci¨®n de los poderes p¨²blicos y estar sujeta a revisi¨®n a la luz de nuevos datos cient¨ªficos. Adem¨¢s, debe atribuir la responsabilidad de proporcionar la evidencia cient¨ªfica necesaria para una evaluaci¨®n del riesgo exhaustiva. Debe ser consistente con las medidas ya adopatadas y proporcional al nivel de protecci¨®n elegido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Contaminaci¨®n electromagn¨¦tica
- Ministerio de Ciencia e Innovaci¨®n
- VII Legislatura Espa?a
- Romano Prodi
- Ministerio de Sanidad y Consumo
- Legislaci¨®n ambiental
- Comisi¨®n Europea
- Legislaturas pol¨ªticas
- Pol¨ªtica ambiental
- Gobierno de Espa?a
- Actividad legislativa
- PP
- Parlamento
- Gobierno
- Ministerios
- Telefon¨ªa m¨®vil
- Contaminaci¨®n
- Partidos pol¨ªticos
- Uni¨®n Europea
- Protecci¨®n ambiental
- Tecnolog¨ªas movilidad
- Administraci¨®n Estado
- Organizaciones internacionales
- Telefon¨ªa
- Problemas ambientales