La telefon¨ªa m¨®vil se enfrenta a la alarma social contra las antenas

Hasta septiembre, calculan en el Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa, no se podr¨¢ aprobar en el Congreso el proyecto de real decreto con el que el Gobierno regular¨¢ los l¨ªmites de exposici¨®n a emisiones radioel¨¦ctricas. En ¨¦l, siguiendo las recomendaciones de la UE, se establecen unos l¨ªmites m¨¢ximos de emisiones muy por encima de lo que desear¨ªan los partidarios de la regulaci¨®n. Esos l¨ªmites no tendr¨¢n efecto en Catalu?a y Castilla-La Mancha, que ya han puesto los suyos en cifras el doble de restrictivas.

Antes incluso, responsables municipales en toda Espa?a ya hab¨ªan limitado la instalaci¨®n o aprobado moratorias en respuesta a la inquietud de sus vecinos. Hasta mayo, seg¨²n datos de la Confederaci¨®n de Asociaciones de Vecinos Espa?ola (CAVE), m¨¢s de cien municipios como Valencia, Barcelona, Gij¨®n, Bilbao, Badajoz, Murcia, Orense o Le¨®n han tomado iniciativas restrictivas.

El pasado lunes, un juez de Erandio (Vizcaya) puso la pelota en el tejado de las compa?¨ªas, que hasta ahora se hab¨ªan movido con cierta comodidad en el vac¨ªo legal. Sobre un informe m¨¦dico, daba por suficientes los indicios de que las alteraciones nerviosas de una ni?a estaban relacionadas con la presencia de una antena enfrente de su casa. Por tanto, ordenaba retirar la antena hasta que la compa?¨ªa, Airtel en este caso, demostrara la inocuidad de la misma.

Todo ello 'sin ning¨²n estudio cient¨ªfico que relacione directamente las emisiones electromagn¨¦ticas con ning¨²n tipo de enfermedad', afirma rotundamente Jes¨²s Banegas, presidente de la Asociaci¨®n Nacional de Industrias Electr¨®nicas y de Telecomunicaciones (Aniel). Banegas plantea un conflicto de intereses: 'El derecho de algunos a tener miedo puede empezar a cercenar el derecho de otros [los usuarios] a recibir un buen servicio. ?Qui¨¦n se responsabiliza de que se generalice lo de Erandio?'.

La abogada Soledad Gallego, que lleva actualmente 15 casos como el de Erandio y calcula en 'decenas' las demandas en curso en Espa?a, recuerda que, 'con evidencias o sin ellas, la gente est¨¢ sometida a unas radiaciones que est¨¢n bajo investigaci¨®n'. 'Por supuesto que no habr¨¢ conclusiones hasta que se puedan hacer estudios epidemiol¨®gicos dentro de varios a?os, pero, hasta entonces, el principio de precauci¨®n debe llevarse hasta donde se pueda, porque el miedo, con los estudios en la mano, es leg¨ªtimo', afirma Gallego.Unos y otros tan s¨®lo coinciden en la necesidad urgente de una legislaci¨®n estatal que haga compatible la salud de las personas, que cient¨ªficamente no est¨¢ en peligro, con las nuevas tecnolog¨ªas. Antoni Choy, subdirector general de Calidad Ambiental de la Generalitat, explica que se decidieron a legislar 'despu¨¦s de que se ocupara de ello la UE y recogiendo una preocupaci¨®n ciudadana. En Catalu?a hab¨ªa verdadera alarma social, incluso sabotajes a antenas. Aunque los estudios que hay a¨²n no tienen credibilidad para influir en el derecho, el principio de precauci¨®n debe aplicarse siempre mientras no perjudique el inter¨¦s general [garantizar la cobertura]'.

Mientras tanto, afectados como Francisco S¨¢nchez, el presidente de la comunidad de 30 vecinos de Villaverde que el jueves puso una denuncia en los mismos t¨¦rminos que la de Erandio, consideran que 'da?o hacen, aunque s¨®lo sea psicol¨®gico, por el miedo y la falta de informaci¨®n'. Desde el Colegio de Ingerineros de Telecomunicaciones, su decano, Enrique Guti¨¦rrez, coincide en que la falta de informaci¨®n es m¨¢s peligrosa que las propias antenas: 'Se est¨¢n haciendo muchos esfuerzos de investigaci¨®n, y debemos ser capaces de transmitir eso y tranquilizar a la gente, porque dejar crecer el p¨¢nico puede suponer graves retrasos en el desarrollo de la sociedad de la informaci¨®n'.