El maestro de Ezkioga

Era mi padre el maestro nacional de Ezkioga, republicano, Epifanio Romero Pindado, y en relaci¨®n con los escritos aparecidos en Cartas al director del 1 de noviembre, del escritor William Christian, autor del libro Las visiones de Ezkioga, y de Antonio Elorza (EL PA?S, 26 de octubre), deseo ampliar la informaci¨®n.

Es cierto lo que dice el escritor Christian: a mi padre no lo mataron en el pueblo, por denunciar en varios art¨ªculos publicados esas 'visiones', aunque s¨ª recibi¨® amenazas muy serias, y, temiendo por la seguridad de mi madre y hermanos, les envi¨® a casa de los abuelos hasta que las cosas se calmaran, permaneciendo ¨¦l en Ezkioga en su labor de maestro. Por esta situaci¨®n, una de las 'visionarias' transmiti¨® un supuesto mensaje de la Virgen diciendo que, en castigo por sus denuncias, mi madre le hab¨ªa abandonado, cosa totalmente incierta y que probaba la mala intenci¨®n de la 'visionaria' y de sus inductores contra mi padre.

Por defender a la Rep¨²blica en sus art¨ªculos fue encarcelado y vejado por los fascistas en l937, y en 1938, en Oviedo, condenado a la pena de muerte, con una sentencia difamatoria y calumniosa, por el delito de rebeli¨®n, permaneciendo preso en el penal de Burgos durante siete a?os. Le fue retirada su carrera de maestro, lo que nos oblig¨® a toda la familia a emigrar a Venezuela. Considero igualmente que no se deben tratar con tanta ligereza hechos hist¨®ricos que ata?en a los dem¨¢s. Intent¨¦ conectar con el se?or Guti¨¦rrez Arag¨®n cuando filmaba la pel¨ªcula sin conseguirlo.