Henri Lopes relata con humor un fresco de la identidad africana en 'Re¨ªr y llorar'

Es uno de los escritores africanos franc¨®fonos m¨¢s importantes de la actualidad. Es tambi¨¦n el embajador del Congo en Francia, Espa?a, Portugal, Inglaterra y El Vaticano. Afincado en Par¨ªs, Henri Lopes present¨® ayer su libro Re¨ªr y llorar (Ediciones del Bronce), gran premio de la literatura del ?frica, en la sede del Instituto Franc¨¦s de Valencia. Lo escribi¨® en 1982, pero hasta ahora no se hab¨ªa traducido al castellano. La obra narra la historia de un dictador, un militar de las tropas ex coloniales, en un estado africano indeterminado -'que pod¨ªa ser tambi¨¦n suramericano, por ejemplo', apunt¨®- a trav¨¦s de un sirviente, vinculado clandestinamente a la oposici¨®n. Africanos educados como europeos, contradicciones diversas, corrupci¨®n, opresi¨®n y sufrimiento son ingredientes presentes en el libro que, sin embargo, destaca tambi¨¦n por su humor e iron¨ªa. 'El humor es el nervio', afirma Lopes en un castellano que pronuncia despacio, como si disfrutara con cada una de las palabras.

'Qu¨¦ sabroso o qu¨¦ sabrosura, como dicen los cubanos', a?ade el escritor nacido en Congo en 1937, tras degustar un plato de arroz. Lopes habla en su literatura de identidad y de mestizaje y conforme lo hace se aprecia su capacidad de empaparse de todo cuanto le rodea. Reconoce influencias que van desde la poes¨ªa del movimiento de la negritud hasta Rilke, pasando, por ejemplo, por el escritor brasile?o Jorge Amado. Y puestos a hablar de literatura hispanoamericana extrae una libreta electr¨®nica para rescatar alguna cita de Borges. No le molesta la etiqueta de escritor africano, siempre y cuando no se caiga en el 'exotismo', y subraya que la literatura trasciende cualquier adjetivo. 'Lo importante si se quiere ser escritor no es copiar la realidad, sino expresarla pas¨¢ndola por el tamiz de la cultura y la sensibilidad propia', explica el autor de diversas novelas, algunas publicadas con anterioridad en Venezuela y Cuba - 'donde la piratearon', recuerda sonriendo.

El ?frica de Lopes es un territorio literario, ¨ªntimo, pero ¨¢fricas 'hay varias y cada una tiene su identidad'. La mediterr¨¢nea, la negra, la de los grandes lagos, donde las gentes no bailan, por ejemplo, o la de los bantus del Congo, 'donde las mujeres casadas pueden ir a la discoteca sin sus maridos', comenta Lopes a prop¨®sito de la diversidad del continente africano. Asegura este antiguo responsable pol¨ªtico de su pa¨ªs y subdirector general de Cultura de la Unesco que las cosas est¨¢n mejorando en el Congo 'de Brazzaville', no de Kinshasa, especifica Lopes. Cuenta que en la ¨²ltima visita a su pa¨ªs no pod¨ªa encontrar el pan tradicional de yuca, porque ahoras las mujeres, que han sido siempre las encargadas de trabajar los campos, mientras que el 'hombre es el cazador y guerrero', no se ocupan de ello porque las ni?as 'est¨¢n en la escuela'.