Moderno y muy pr¨¢ctico

A pesar de su imagen deportiva y moderna, el Stilo destaca por su funcionalidad y tecnolog¨ªa. Aporta un equipo de seguridad de serie a la altura de los mejores coches de su tama?o, incluidos los de las marcas de prestigio, y unos accesorios electr¨®nicos muy avanzados, que exigen cierto tiempo para aprender a usarlos, sobre todo los sistemas de comunicaci¨®n (opcionales en la versi¨®n b¨¢sica 1.6 16v). Es muy completo en detalles menores, como la posici¨®n de conducci¨®n (volante regulable en altura y distancia), un apoyabrazos m¨®vil muy c¨®modo y un asiento con muchas regulaciones, aunque no demasiado confortable. Adem¨¢s ofrece un sitio para cada cosa, lo que facilita el uso diario.

S¨®lido y bien aislado

Lo primero que llama la atenci¨®n en el Stilo es la sensaci¨®n de solidez, porque viaja bien asentado sobre el asfalto, con una sensaci¨®n de aplomo que recuerda al Volkswagen Golf. Las suspensiones absorben muy bien los baches, la mec¨¢nica est¨¢ bien aislada y tiene un funcionamiento silencioso, salvo cuando se estiran mucho las marchas. La direcci¨®n el¨¦ctrica resulta un tanto sensible en l¨ªnea recta y exige habituarse a sus reacciones, aunque despu¨¦s es agradable de usar y no transmite las irregularidades al volante. Adem¨¢s cuenta con dos programas activables con una tecla, uno muy suave para ciudad y otro m¨¢s duro para carretera. Todo ello contribuye a lograr un comportamiento ¨¢gil y eficaz en cualquier trazado.

El Stilo tiene una buena estabilidad, es f¨¢cil y agradable de conducir y da seguridad. Cuenta con unos frenos que incluyen un ABS a la ¨²ltima, con EBD (distribuidor electr¨®nico de la fuerza de frenado) y servofreno de emergencia.

Un motor con pocas mejoras

Aunque los motores han recibido retoques para mejorar su funcionamiento, la respuesta del 1.6 16v. (103 CV) es muy similar: le sigue faltando fuerza y elasticidad a bajo r¨¦gimen, sobre todo con el aire conectado. Ahora es m¨¢s silencioso y cuesta o¨ªrlo al ralent¨ª, pero exige estirar las marchas porque s¨®lo empuja con nervio a partir de 3.500 vueltas. Las prestaciones son correctas y corre lo suficiente para viajar con soltura porque aprovecha un cambio con las marchas bien escalonadas y una buena aerodin¨¢mica. Los consumos, en cambio, siguen siendo algo superiores a los de los 1.6 m¨¢s modernos: 8 litros a ritmos tranquilos y m¨¢s de 10 en ciudad y conducci¨®n r¨¢pida. El 1.9 JTD turbodi¨¦sel est¨¢ m¨¢s al d¨ªa y es m¨¢s interesante.