Los talibanes abandonan su feudo de Kandahar y se refugian en las monta?as
Pakist¨¢n env¨ªa 1.000 efectivos a la frontera para evitar la fuga de los l¨ªderes de Al Qaeda
El jefe supremo de los talibanes, el mul¨¢ Mohamed Omar, pidi¨® anoche a sus hombres que se retiren de Kandahar en un plazo m¨¢ximo de 24 horas y que contin¨²en su lucha en las monta?as. Kandahar, antigua capital afgana y la principal ciudad del sur del pa¨ªs, fue elegida por Mohamed Omar y sus seguidores como feudo y escuela desde la que se impart¨ªa la doctrina que ha guiado al r¨¦gimen talib¨¢n. Kandahar ha sufrido, en los ¨²ltimos d¨ªas sobre todo, una lluvia incesante de bombas norteamericanas que han destruido lo poco que quedaba en pie tras m¨¢s de 20 a?os de guerra.
La frontera paquistan¨ª sigue oficialmente cerrada y el Gobierno de Islamabad ha trasladado a la zona de Quetta, vecina de Kandahar, m¨¢s de 1.000 efectivos con blindados para evitar que penetren en el pa¨ªs los terroristas de Al Qaeda o los l¨ªderes talibanes. Anoche, nada m¨¢s conocerse la orden del mul¨¢ Omar, se produjeron peque?as escaramuzas y enfrentamientos en la frontera, donde cientos de afganos se agolpan para entrar en Pakist¨¢n huyendo de la guerra.
La orden de Omar, en la que cede Kandahar a dos jefes tribales pastunes, fue transmitida por la Agencia de Prensa Afgana (AIP), que no especific¨® sobre qui¨¦nes son los dos hombres designados para hacerse cargo de la ciudad.
En Washington, el Pent¨¢gono no concedi¨® credibilidad a la orden y expres¨® su desconfianza en que los talibanes fuesen a abandonar Kandahar las pr¨®ximas horas. Ayer mismo, el jefe de la diplomacia brit¨¢nica, Jack Straw, indic¨® que Osama Bin Laden segu¨ªa oculto en los alrededores de esa ciudad.
Kandahar, que tiene 200.000 habitantes, era ya desde el jueves una ciudad fantasma. La mayor¨ªa de su poblaci¨®n hab¨ªa huido de los fieros bombardeos estadounidenses. Las fuerzas de la Alianza del Norte tienen sitiado el feudo talib¨¢n y si hoy consiguen tomarlo el r¨¦gimen puede darse por desintegrado, aunque a¨²n hay un importante foco de resistencia en Kunduz, al norte de Afganist¨¢n.
Las armas, al menos moment¨¢neamente, parece que se van callando a lo largo y ancho de este monta?oso pa¨ªs. Falta ahora por ver cu¨¢l ser¨¢ la reacci¨®n tanto de los l¨ªderes tribales como de los de la Alianza del Norte y los de las diferentes etnias afganas frente a los dos jefes pastunes a los que ha sido encomendada Kandahar. El malestar past¨²n era palpable ayer en Jalalabad, donde diversos comandantes y jefes tribales tratan de dar forma a un acuerdo viable con los dirigentes de la Alianza del Norte, la mayor¨ªa de ellos pertenecientes a las etnias minoritarias afganas: tayikos, uzbekos y hazaras.
La decisi¨®n del mul¨¢ Omar de entregar la ciudad ha sorprendido a los observadores despu¨¦s de que el jueves concediera una de sus pocas entrevistas. Fue con el servicio en past¨²n de la radio brit¨¢nica BBC y en la entrevista, aseguraba que su objetivo es la 'extinci¨®n de EE UU'.
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