Las FARC proponen una cumbre nacional sobre la paz en Colombia
Los Reyes de Espa?a llegan a un pa¨ªs reventado por la guerra
Los Reyes de Espa?a ratificar¨¢n hoy en Colombia su compromiso con el proceso de paz promovido por el Gobierno de Andr¨¦s Pastrana para lograr el desarme de las guerrillas y su incorporaci¨®n a la vida pol¨ªtica. Muy lejana la consecuci¨®n de esa meta, el jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Manuel Marulanda V¨¦lez, Tirofijo, propuso que una cumbre nacional determine, a partir del 15 de enero, los asuntos negociables.
Paralelamente, prosiguen los bombazos, las emboscadas y los asesinatos, y Andr¨¦s Felipe, de 12 a?os, se muere sin que la guerrilla haya permitido que su padre, un cabo de la polic¨ªa secuestrado, pueda visitarle en el hospital. Los Reyes permanecer¨¢n 12 horas en Bogot¨¢. Don Juan Carlos se reunir¨¢ con el presidente colombiano, con los candidatos a la jefatura del Gobierno en las elecciones del pr¨®ximo mes de mayo y pronunciar¨¢ un discurso en apoyo de los esfuerzos de paz, que activamente apoya la Uni¨®n Europea.
En tanto el Gobierno colombiano estudia una respuesta, la eventual reuni¨®n nacional se desarrollar¨ªa en la zona desmilitarizada de 42.000 kil¨®metros cuadrados cedida por el Gobierno a las FARC hace tres a?os. Marulanda dice que deber¨¢ definir 'qu¨¦ es lo negociable con el Estado'. Pretende que lo sea el Plan Colombia, al que Estados Unidos aporta 1.300 millones de d¨®lares en ayuda econ¨®mica y militar. Su objetivo a corto plazo es erradicar los cultivos de coca y reducir el narcotr¨¢fico, uno de los principales sustentos financiero de las guerrillas y los paramilitares. Los rebeldes, con 16.500 hombres en sus filas y presencia en casi el 50% del territorio nacional, aseguran que el plan disimula una intervenci¨®n norteamericana.
Las FARC cursaron su propuesta en carta enviada al jefe de Gobierno, a los poderes legislativo y judicial, al Consejo de Estado, a los sindicatos y a la Iglesia cat¨®lica. Sabedores de su fuerza militar, de hecho ambicionan convertirse en Gobierno paralelo al reclamar su participaci¨®n en el dise?o del Plan de Desarrollo, la erradicaci¨®n de los cultivos ilegales mediante su fumigaci¨®n, la modificaci¨®n de las instituciones del Estado, los acuerdos internacionales en asuntos econ¨®micos, pol¨ªticos, judiciales, militares y de extradici¨®n, calendario electoral y canje de soldados y polic¨ªas por guerrilleros presos.
Las negociaciones de paz con el Gobierno se encuentran en punto muerto desde hace un mes. Los rebeldes argumentaron que no existen 'suficientes garant¨ªas' en el ¨¢rea de distensi¨®n, debido al sobrevuelo de acciones, y emplazaron a Andr¨¦s Pastrana a manifestar p¨²blicamente si cree que las FARC son 'terroristas y narcotraficantes'. 'Si considera que somos terroristas, no debe negociar con gente as¨ª', dijo Marulanda, alzado en armas desde hace cuatro decenios y con todo el tiempo del mundo para imponer ritmos y condiciones al dirigir una guerrilla que tutea al Ej¨¦rcito en armamento.
La reacci¨®n de los partidos a la ¨²ltima propuesta de los insurgentes oscil¨® entre quienes la califican de positiva porque impide el descarrilamiento del proceso de paz y la guerra abierta, y quienes destacan que no aporta nada nuevo, que es 'la misma de siempre'. Un portavoz del partido conservador dijo que las FARC deben sentarse a negociar sin dilaciones, ni buscar que la fecha de la cumbre trastoque el calendario electoral y coincida con la fijada por el Gobierno para suspender o prorrogar la desmilitarizaci¨®n de los 42.000 kil¨®metros cuadrados. El objetivo, seg¨²n esa fuente, 'es lavarse las manos, y, si no se aceptan sus condiciones, decir que quien rompi¨® el proceso fue el poder establecido'.
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