'La tradici¨®n proteccionista en Espa?a no es muy aceptable'
El ministro de Econom¨ªa portugu¨¦s, Luis Braga da Cruz, y su hom¨®logo espa?ol, Rodrigo Rato, acaban de firmar en Madrid un acuerdo bilateral que implantar¨¢ el mercado ib¨¦rico de energ¨ªa el¨¦ctrica el 1 de enero de 2003. A juicio del responsable portugu¨¦s, el protocolo constituye un nuevo paso en la normalizaci¨®n de las relaciones econ¨®micas entre los dos pa¨ªses, pero afirma que 'no es muy aceptable' el proteccionismo espa?ol.
El titular de Econom¨ªa es un gran conocedor de las relaciones econ¨®micas bilaterales y admite que el mayor intercambio comercial se mantiene precisamente entre Galicia y el norte de Portugal. Braga da Cruz reconoce que las empresas portuguesas deben 'estar m¨¢s presentes en el mercado espa?ol', pero exige 'la desaparici¨®n de obstrucciones t¨¦cnicas o ciertos resquicios de monopolio'. En declaraciones a EL PA?S, el ministro reclama de Espa?a 'un mercado abierto, libre y transparente'.
'Reclamamos de Espa?a un mercado abierto, libre y transparente'
Pregunta. ?En qu¨¦ consiste el acuerdo bilateral sobre el mercado ib¨¦rico de energ¨ªa y qu¨¦ beneficios tendr¨¢ para los usuarios?
Respuesta. Este protocolo tiene su origen en 1998, cuando los dos pa¨ªses decidieron mejorar el mercado energ¨¦tico. Para alcanzar ese acuerdo, nosotros hemos aprobado, en los ¨²ltimos cuatro meses, m¨¢s de 20 decretos cuyo objetivo consiste en impulsar ese mercado, una decisi¨®n completamente independiente de la oferta p¨²blica de adquisici¨®n de acciones (OPA) de EDP (Electricidade de Portugal) sobre Hidrocant¨¢brico y sus posteriores evoluciones.
Nosotros propusimos al Gobierno espa?ol un protocolo que tuviese un car¨¢cter program¨¢tico y fuese ambicioso y ¨²til para los dos pa¨ªses. De esta forma, hemos conseguido un acuerdo para implantar el 1 de enero de 2003 el mercado ib¨¦rico de energ¨ªa el¨¦ctrica, hemos acelerado el proceso previsto en la Uni¨®n Europea, lo que nos convierte en pioneros de esta ¨¢rea, y hemos conseguido que sea ¨²til, ya que el protocolo permitir¨¢ una previsible reducci¨®n de los precios para el usuario y mayores garant¨ªas de seguridad en el abastecimiento.
P. ?Qu¨¦ etapas habr¨¢ que recorrer hasta 2003?
R. Evidentemente, ese objetivo reclama de ambas partes un compromiso para reducir las barreras t¨¦cnicas existentes. Eso supone un gran trabajo en casa. En primer lugar necesitaremos reforzar las actuales conexiones y abrir dos nuevas. Adem¨¢s, las entidades reguladoras de ambos pa¨ªses recibir¨¢n el mandato de los dos Gobiernos para definir ese modelo de mercado. En cualquier caso, ese objetivo ser¨¢ alcanzado e implantaremos un mercado de energ¨ªa libre y en r¨¦gimen abierto, lo que sin duda redundar¨¢ en mejores precios para los usuarios.
P. El Gobierno de Lisboa se ha planteado como gran desaf¨ªo la conquista del mercado espa?ol por parte de las empresas portuguesas. ?C¨®mo evoluciona ese objetivo?
R. Espa?a vende a Portugal m¨¢s que a toda Am¨¦rica Latina junta. Sin embargo, Portugal est¨¢ en una situaci¨®n de desequilibrio y eso asusta al pa¨ªs, aunque sea una realidad inevitable. Este desequilibrio no creo que sea saludable para los dos pa¨ªses y para el futuro de sus relaciones. Por tanto, y a mi juicio, la ¨²nica forma de corregir esta situaci¨®n consiste en que los agentes econ¨®micos portugueses miren hacia Espa?a no como otra parte del mercado exterior, como pueden ser Francia o el Reino Unido, sino como una extensi¨®n de su mercado interno. Hay muy pocas empresas portuguesas operando en Espa?a y, sin duda, deben estar m¨¢s presentes. Eso reclama de Espa?a una actitud sin prejuicios y con mayor conocimiento de Portugal.
P. Algunos agentes econ¨®micos portugueses se han quejado de las dificultades para entrar en el mercado espa?ol. ?Qu¨¦ opina de esas denuncias?
R. El convenio que acabamos de firmar constituye un nuevo paso en la eliminaci¨®n de esos problemas. Nosotros s¨®lo reclamamos condiciones de apertura y transparencia en el mercado espa?ol. Portugal tiene una econom¨ªa profundamente abierta y siempre nos acostumbramos a trabajar en esa situaci¨®n, incluso antes de nuestra entrada en la Comunidad Europea. Portugal siempre ha tenido un grado de exposici¨®n muy grande hacia el exterior, al contrario que Espa?a, que, con un mercado interno muy grande, fue reestructurando su industria hacia su propio mercado. Por tanto, puede haber existido ah¨ª una cierta tradici¨®n de proteccionismo que se ha prolongado despu¨¦s de la adhesi¨®n comunitaria, y eso no es muy aceptable.
Nosotros reclamamos de Espa?a una actitud semejante a la nuestra. Cualquier obstrucci¨®n de car¨¢cter t¨¦cnico o cualquier resquicio de monopolio anterior tiene que desaparecer. Nosotros somos partidarios de un mercado abierto, libre y transparente. En ese sentido, las campa?as de promoci¨®n de Portugal en Espa?a deben continuar en el futuro. Y una prueba de las buenas relaciones que deben marcar a ambos pa¨ªses son las alianzas estrat¨¦gicas de sus empresas para abordar de forma conjunta los mercados de ?frica, el Mediterr¨¢neo o Am¨¦rica del Sur con el gran ejemplo de Brasil.
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