'?Bombardean la posici¨®n equivocada!'

Los dos ¨²ltimos talibanes armados que quedaban salieron de su escondite iluminados por el resplandor de las corazas de los carros de combate, poniendo as¨ª fin el pasado martes a tres d¨ªas de sangrienta rebeli¨®n que ha podido costar la vida a cientos de hombres.

Pr¨¢cticamente, los 800 talibanes extranjeros que hab¨ªan sido recluidos en la fortaleza de Qila-i-Jhangi fueron muertos por los ataques a¨¦reos y a manos de las fuerzas especiales estadounidenses y brit¨¢nicas que durante tres jornadas combatieron contra ellos. En uno de los combates, registrados el pasado lunes, un bombardeo se convirti¨® en un incidente de 'fuego amigo' en el que, seg¨²n un testigo, murieron al menos dos estadounidenses a causa de una explosi¨®n.

Los extranjeros prisioneros en Qila-i-Jhangi se hab¨ªan rendido el pasado s¨¢bado a las fuerzas de Alianza del Norte comandadas por el general Rashid Dostum. Hab¨ªan sido trasladados a la prisi¨®n, situada a las afueras de Mazar-i-Sharif, para ser interrogados y determinar si ten¨ªan lazos con la organizaci¨®n Al Qaeda de Osama Bin Laden. El domingo, los prisioneros redujeron a sus guardianes y tomaron el control de la armer¨ªa de la prisi¨®n. Se hicieron fuertes en la esquina suroeste del edificio e iniciaron un tiroteo con los combatientes de la Alianza tanto en el interior como en el exterior de la c¨¢rcel. Seg¨²n testigos, dos estadounidenses quedaron atrapados dentro y uno de ellos trabajaba para la CIA. [EE UU confirm¨® ayer la muerte de un agente de la CIA en la revuelta de la prisi¨®n].

Poco despu¨¦s, una docena de hombres de las fuerzas especiales de EE UU y de Reino Unido llegaron para coordinar a los soldados de la Alianza y guiar los ataques a¨¦reos contra los talibanes, destinados a dar cobertura a los soldados que hab¨ªa dentro de la prisi¨®n. Seis miembros de las fuerzas especiales tomaron posici¨®n en la esquina noreste mientras el resto disparaba contra los talibanes desde el exterior. Los estadounidenses que hab¨ªan quedado atrapados lograron salir de la c¨¢rcel durante la noche, envueltos en el polvo de las explosiones.

El lunes por la ma?ana, un destacamento de la 10 divisi¨®n de Monta?a de EE UU lleg¨® desde Uzbekist¨¢n. Tal vez ten¨ªan intenci¨®n de asaltar la c¨¢rcel, pero los soldados estadounidenses situados en el interior de la prisi¨®n pidieron, a las once de la ma?ana hora local, un ataque a¨¦reo contra los talibanes con resultados desastrosos. Seg¨²n testigos, las bombas se desviaron unos 400 metros y explotaron a menos de 30 del lugar que ocupaban las fuerzas de la Alianza del Norte y casi enciman de los soldados que hab¨ªan solicitado el bombardeo. Las explosiones levantaron por los aires un carro de combate de la Alianza y cubrieron de cascotes a los estadounidenses. Soldados de la Alianza aseguran que al menos dos estadounidenses resultaron heridos.

Fuera, la misi¨®n de contraataque se convirti¨® en una de rescate. Los americanos montaron en veh¨ªculos ligeros y se dirigieron a toda velocidad al interior de la c¨¢rcel para sacar de all¨ª a sus compatriotas y a los brit¨¢nicos. '?Que se vayan! ?Que se vayan!', gritaban los comandantes de la Alianza en referencia a los aviones '?Est¨¢n bombardeando el objetivo equivocado!'. La esquina controlada por los talibanes fue bombardeada incesantemente con ca?ones y morteros. El lunes por la noche s¨®lo quedaban unos 50 talibanes.

? Time / EL PA?S