Des-Concierto
El Consejo de Ministros remiti¨® ayer al Congreso el proyecto de ley de art¨ªculo ¨²nico que prorrogar¨¢ por un a?o el Concierto Econ¨®mico vasco si el 31 de diciembre no hay un acuerdo para su renovaci¨®n. Desde el nacionalismo vasco gobernante se ha considerado esta iniciativa del ministro de Hacienda como una 'imposici¨®n' y una 'ruptura' de la filosof¨ªa de pacto en que se sustenta este instrumento b¨¢sico del autogobierno de Euskadi en su faceta econ¨®mico-financiera. Las alusiones reiteradas de Crist¨®bal Montoro a la pr¨®rroga han podido ser interpretadas como un elemento de presi¨®n sobre las instituciones vascas para forzar un acuerdo. Pero lo cierto es que el proyecto de ley aprobado permite dos cosas: en la mejor hip¨®tesis, seguir negociando hasta bien avanzado diciembre y, de alcanzarse un compromiso, introducir como enmienda de totalidad a los Presupuestos el texto del Concierto renovado; en la peor, evitar el desprop¨®sito de que a partir del 1 de enero quede en el aire, sin base legal que lo sustente, todo el entramado jur¨ªdico-tributario por el que las haciendas forales pueden recaudar los impuestos y disponer de los recursos obtenidos.
El hecho de que todav¨ªa haya tiempo para un acuerdo de ¨²ltima hora no resta gravedad al fracaso con que se cerr¨® la negociaci¨®n la noche del jueves. Especialmente porque traslada del ¨¢mbito pol¨ªtico al institucional la beligerancia que preside las relaciones entre los Gobiernos central y vasco. Y, sobre todo, porque se plantea sobre un instrumento singular y esencial del autogobierno vasco como es el Concierto Econ¨®mico.
Del intercambio de reproches cruzado ayer se deduce que el punto de bloqueo se ha producido en torno a la cuesti¨®n de la participaci¨®n del Pa¨ªs Vasco en los ¨®rganos de la Uni¨®n Europea (UE). Con anterioridad, y a falta de cerrar algunas cuestiones t¨¦cnicas, la parte vasca hab¨ªa conseguido muchas de sus aspiraciones de partida. Entre ellas, el mantenimiento del actual nivel de aportaci¨®n al Estado por las competencias no asumidas -apenas 7.000 millones sobre una recaudaci¨®n de 1,337 billones separaban las posiciones sobre la cuant¨ªa del cupo-, el establecimiento de mecanismos de cooperaci¨®n que eviten que las discrepancias sobre cuestiones tributarias acaben sistem¨¢ticamente en los tribunales, as¨ª como f¨®rmulas para ajustar la recaudaci¨®n compartida de distintos impuestos. Pero tambi¨¦n, que el Concierto sea de duraci¨®n indefinida, y no de 20 a?os como hasta ahora, que era la principal aspiraci¨®n de los negociadores vascos.
La demanda del Gobierno vasco de conseguir una interlocuci¨®n directa con las instituciones de la UE cuando se aborden cuestiones relativas a sus competencias casi exclusivas en materia fiscal no es incongruente, pero es un objetivo m¨¢s pol¨ªtico que econ¨®mico. La ley del Concierto de 1981, previa a la integraci¨®n de Espa?a en Europa, no contemplaba los efectos de la misma y en la ampliaci¨®n negociada en 1997 se introdujo un vago compromiso de 'colaboraci¨®n' de las instituciones vascas en el ¨¢mbito de la UE, que no ha tenido una traducci¨®n pr¨¢ctica.
Sin embargo, cabe dudar de que un art¨ªculo del Concierto sea el lugar adecuado para precisar el modo de participaci¨®n de las autonom¨ªas -no s¨®lo del Pa¨ªs Vasco, aunque su r¨¦gimen fiscal sea singular- en los ¨®rganos de la UE. Si esta cuesti¨®n tiene una gran complejidad de por s¨ª, se erige en escollo insalvable cuando las relaciones entre el Gobierno central y el nacionalismo gobernante en Euskadi aparecen envenenadas por la desconfianza. Para el PP, el asunto de la interlocuci¨®n directa ante la UE supone una reclamaci¨®n 'maximalista' que se inscribe en la estrategia rupturista del PNV; y para el PNV, lo que hay es una pol¨ªtica de involuci¨®n auton¨®mica del Gobierno. Esa desconfianza rec¨ªproca propicia el desconcierto que ayer mismo volv¨ªan a expresar los empresarios vascos, justificadamente inquietos por el pugilato pol¨ªtico planteado entre ambos Gobiernos en torno a uno de los pocos instrumentos pol¨ªticos que suscitan la adhesi¨®n compartida de los vascos.
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