Meses calientes en Amsterdam

Ser¨ªa la ganadora en un concurso de apelativos. Porque Amsterdam es la ciudad de los canales (165), de las bicicletas (unas 400.000), de los coffeshops (m¨¢s de 250), de los puentes (1.281), de los diamantes, del Barrio Rojo, de la libertad y la tolerancia, y, por supuesto, de los tulipanes, que en temporada llegan a sumar 600.000 ejemplares en sus jardines. Todo concentrado en esta peque?a y cosmopolita capital europea de 750.000 habitantes. Pero paseando por la enorme y geom¨¦trica telara?a del centro, cobra al instante m¨¢s importancia otra caracter¨ªstica: la energ¨ªa y vitalidad que lo llena todo. Las calles est¨¢n repletas de gente que pedalea o pasea con calma entre las estilizadas fachadas de estrechas casas. Nadie se deja ahuyentar por las temperaturas del invierno holand¨¦s, que se combate a golpe de bufanda, guantes y buen humor. Famosa por su primavera florida y un verano animado, Amsterdam demuestra en estos d¨ªas de niebla que su calidez no depende del term¨®metro.

Concentrado en el per¨ªmetro hist¨®rico, todo est¨¢ a pocos minutos a pie. Entre puente y puente se agolpan restaurantes ex¨®ticos, cibercaf¨¦s, quioscos donde degustar arenques, galer¨ªas de arte y tiendas de moda, antig¨¹edades y objetos decorativos. La n¨®rdica modernidad se funde de manera natural con el peso hist¨®rico de 6.800 casas con dos, tres y cuatro siglos a sus espaldas. Al atardecer, en estas fechas a partir de las cuatro de la tarde, los iluminados interiores de estas casas dejan verse sin el pudor de una cortina. No hay nada que esconder.

El paseo lleva hasta el barrio de los museos, donde se concentran los m¨¢s destacados de los 42 centros de arte de esta ciudad de la cultura. El Rijksmuseum es el m¨¢s imponente, conocido sobre todo por una de las piezas de su colecci¨®n, La ronda nocturna, de Rembrandt. En oto?o de 2003, la mayor parte del museo cerrar¨¢ durante tres a?os al p¨²blico para una profunda renovaci¨®n a cargo de los arquitectos espa?oles Antonio Cruz y Antonio Ortiz, con el fin de adaptar el viejo edificio de 1885 al m¨¢s de un mill¨®n de visitantes que pasan por sus puertas cada a?o. El proyecto final del d¨²o sevillano se presentar¨¢ a mediados del a?o que viene.

Girasoles y boda

Pero el m¨¢s visitado de todos los museos de Amsterdam es, con 1,3 millones de entradas anuales, el Museo Vincent van Gogh. La nueva ala, proyectada por el arquitecto japon¨¦s Kurokawa e inaugurada hace dos a?os como anexo del estupendo edificio original de los a?os setenta, albergar¨¢ desde el 9 de febrero y hasta junio la que ser¨¢ la muestra m¨¢s destacada del a?o 2002 en Holanda: Van Gogh y Gauguin, el Taller del Sur (www.vangoghgauguin.com). Las 120 obras que la componen relatan la influencia mutua de los dos artistas, que coincidieron en 1888 durante nueve intensas semanas en el taller de la Casa Amarilla de Arles, en el sur de Francia. La exposici¨®n se encuentra actualmente en Chicago y cuenta con cuadros de ambos procedentes de colecciones de todo el mundo (como las famosas versiones de girasoles, que se muestran juntas por primera vez). Tanta expectativa ha creado esta muestra que las entradas se llevan vendiendo desde el pasado verano en todo el mundo, tambi¨¦n en Espa?a. Pero su apertura podr¨ªa quedarse ensombrecida a causa de otro acontecimiento: la boda real del pr¨ªncipe Willem-Alexander con la argentina M¨¢xima Zorreguieta, que se celebra justo una semana antes, el 2 del 2 de 2002. Despu¨¦s de una boda civil, los actos se concentrar¨¢n alrededor de una de las plazas m¨¢s conocidas de Amsterdam, la reci¨¦n pavimentada y restaurada plaza Dam, a la que se asoma el palacio real y la iglesia Nieuwe Kerk, que se vestir¨¢ de gala para la ocasi¨®n, como el resto de la ciudad.

Amsterdam no descansa. Tampoco en invierno. Una gran vida nocturna y m¨¢s de 40 conciertos y actuaciones teatrales al d¨ªa son mucha tentaci¨®n para descansar. Y la vitalidad que contagia sin remedio a todos es, m¨¢s que un reclamo tur¨ªstico, un estilo de vida.